7 de cada 10 personas creen que van a descender de clase social en los próximos meses
Con el acelerado avance de la inflación, que en algunos rubros de la economía ya tocó los tres dígitos anuales, y el anunciado recorte de subsidios para las tarifas de servicios, los argentinos están cada vez más preocupados por su bolsillo y 7 de cada 10 personas creen que van a descender de clase social en los próximos meses.
Es una de las conclusiones que se extraen de un informe realizado por investigadores de la Escuela Interdisciplinaria de Atos Estudios Sociales (IDAES) de la Universidad Nacional de San Martin (UNSAM), que evaluó también las medidas de ajuste doméstico que tomaron las familias ante la suba de precios.
De acuerdo a la investigación, que incluyó 800 casos, el proceso inflacionario hizo que 83% de la población haya tenido que tomar alguna medida de ajuste doméstico que refleja un empeoramiento de sus condiciones de vida por el recorte en su poder adquisitivo: recortar gastos, pedir prestado, comprar segundas marcas, etc.
Vale la pena recordar que, de acuerdo a lo que surge de los datos oficiales, los sueldos aumentaron en promedio un 34,3% en los primeros seis meses del año, en tanto que el Índice de Precios al Consumidor vanzó 36% en ese período.
La inflación más allá de los precios
La investigación, según indicó IDAES en su cuenta de Twitter, es parte de un proyecto llamado Ciencias Sociales en Tiempo Real. El mismo se lleva a cabo por esta escuela y el programa PASCAL de la UNSAM. Investiga cómo los aumentos de precios impactan en la vida cotidiana, en el humor social, la perspectiva del futuro y hasta en los vínculos.
En este sentido, la encuesta reveló que el 62% de los consultados no siente que pueda pensar en su futuro. Esto es así porque uno de los efectos de la aceleración de la inflación es que se vuelva imposible planificar a mediano o largo plazo en aquellas cuestiones que implican dinero, ahorros, bienes, etc.
Por otra parte, el 69% estuvo de acuerdo con la afirmación: "voy a bajar de clase social en los próximos meses."
El 78,6% siente que es muy difícil organizarse con los gastos diarios y el 70,7% admite tener que dedicar más tiempo que antes a la búsqueda de precios.
Este escenario de desesperanza y su impacto en el humor social se ven claramente reflejados en un dato: el 82% consideró que cada vez se habla más en su núcleo familiar sobre el aumento de precios, y un 68% piensan que esta falta de dinero está generando fricciones hacia el interior de su familia.
La inflación y las prioridades
Las personas son cada vez más conscientes del impacto de la inflación en el empeoramiento de su calidad de vida. En la investigación de IDAES, el 65% de los consultados afirmó que estaba de acuerdo con que "no hay tema más importante que la inflación".
Eso a pesar de que al ser cuestionados sobre cuál debería ser la prioridad para el Gobierno, solo 41,4% dijo que debería ser reducir la inflación, que superó el 7% mensual en julio, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Censos, INDEC.
Otro 25,9% atacarían el mismo problema pero desde otro ángulo: opinaron que la principal prioridad del Gobierno debería ser mejorar el empleo y los salarios.
Recién en tercer lugar aparece el problema de la inseguridad, con 16,5% de las respuestas. Un 10,9% pidió priorizar el reducir los impuestos, algo que va en el sentido opuesto de las prioridades anunciadas por el ministro de Economía, Sergio Massa, quien se dispone a bajar el déficil fiscal para fin de año, cumpliendo así con las metas comprometidas ante el Fondo Monetario Internacional.
Finalmente, un 5,3% de los consultados por la UNSAM definió que debe ser prioridad la mejora de la educación y la salud en la Argentina.
Así y todo, las personas evalúan que quienes "más ganan" con la actual situación económica son las empresas extranjeras y la oposición política. Quienes "pierden" por el contrario, son los trabajadores y los jubilados.