Bienes Personales: por qué más bancos ahora recomiendan no repatriar activos financieros
El operador de un gran banco de inversión internacional confesó sin filtro: "Estamos operando para que los argentinos con bienes en el exterior no repatríen activos financieros para pagar menos Impuesto a los Bienes Personales. Será otra trampa, como el blanqueo de 2017".
El Gobierno lo sabe y, por eso, es cada vez más firme la posibilidad de que admita como opción de inversión de los fondos repatriados la de ponerlos en fideicomisos para la construcción.
Varios profesionales consultados por este medio admitieron, no obstante, que a pesar de las advertencias sobre los peligros de la medida, muchos contribuyentes con altos patrimonios están pensando seriamente en repatriar en cualquier caso. Esto es así porque el ahorro impositivo es muy importante para ellos.
Raúl Sanguinetti, del estudio JP O’Farrell, calculó que por cada millón de dólares en el exterior gravado a la alícuota máxima y tomado en un análisis marginal, o sea, después de los cálculos de mínimo no imponible y escalas para bienes del país, el ahorro será de u$s5.000.
Los profesionales con clientes que analizan repatriar son Pablo Coccorullo, de KPMG; Daniel Lejtman, de Lisicki, Litvin & Asoc; Sergio Pantoja, vicepresidente de la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas (Facpce), y Marcelo D. Rodríguez, de MR Consultores.
Para Fernanda Laiún, de Laiún, Fernández Sabella & Smudt, esa posibilidad está en suspenso; y para Santiago Sáenz Valiente, del Estudio SSV, es altamente peligroso.
La inversión en inmuebles suma atractivo
Coccorullo dijo que "repatriar fondos tiene una aceptación inicial muy alta por parte los contribuyentes con tenencia de bienes en el exterior, porque no solo consiguen una reducción de alícuota en el Impuesto sobre los Bienes Personales, sino que también evitan el pago a cuenta adicional".
Sin embargo, "para que la alternativa sea muy exitosa sería importante que se trabaje sobre los siguientes puntos", afirmó y detalló:
- Admitir la inversión en inmuebles y en construcciones o mejoras sobre éstos.
- Aclarar la forma y plazos para la reducción de alícuota o si, eventualmente, se devolverá el impuesto diferencial.
- Las opciones de inversión en fideicomisos de diferentes clases, que ayudaría al éxito de la repatriación, no está reglamentada.
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- Como muchos patrimonios importantes locales poseen también compañías operativas en Argentina, debería permitirse que la repatriación tenga como destino el aporte de capital a esas sociedades.
- Un clima de confianza en Argentina permitiría que más individuos repatríen, ya que luego del blanqueo muchos invirtieron en bonos, acciones y ADRs locales, entre otros, cuyas cotizaciones cayeron 50% o más en dólares.
- Permitir que las transferencias se pudieran hacer durante el año y no con plazo en marzo.
- Dar como válidas las repatriaciones realizadas en los primeros meses del año, antes de la implantación del régimen.
- Por último, si se considerase como repatriación a los fondos transferidos con destino a cancelación de impuestos locales, sin dudas incrementaría la cantidad de interesados, comentó Coccorullo.
La posibilidad de volver a mover el dinero condiciona
Pantoja comentó que tiene clientes que buscan repatriar, pero alertó que faltan definir claramente aspectos tales como la periodicidad de las repatriaciones, y si luego de la repatriación se podrán realizar nuevas transferencias al exterior.
También hizo hincapié en que las normas, al referirse al beneficio de la disminución de alícuota hacen referencia al término "devolución", por lo que podrían plantearse distintas interpretaciones en relación al momento en que corresponde hacer uso del beneficio. Lo resumió como sigue:
-Pagar el impuesto aplicando las alícuotas incrementadas, para luego, una vez que se verifique la condición de mantener los fondos depositados en las condiciones antes mencionadas, se pueda solicitar la devolución. "Esta es una situación que no nos parece lógica", adelantó Pantoja.
-Aplicar el beneficio al momento del vencimiento general en junio para la presentación de la declaración jurada y el pago, quedando sujeto a condición solo el mantenimiento del depósito.
Temor a que no devuelvan los fondos en enero de 2021
Lejtman apuntó que "la mayoría de los que tienen bienes sustanciales en el exterior está analizando seriamente la posibilidad de repatriar fondos. El fin es que la tasa del impuesto se equipare con la que aplica para los bienes en el país, ya que es muy importante el ahorro que se logra".
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Sobre todo, porque para Lejtman, el hecho de tener que repatriar sólo el 5% del patrimonio en el exterior, es "una medida muy acertada y para nada exagerada".
Pero aceptó que "el mayor escepticismo de quienes no optarían por esta medida, viene por el lado de la inseguridad que le genera traer esos fondos al país".
Lejtman consideró positivo, de todos modos, que ya no se exija "dejar los fondos inmovilizados en cuentas bancarias, sino que se ha ampliado el abanico de opciones de inversión, e incluso se habla que pueda haber más novedades al respecto".
"La clave estará dada por la seguridad que logre dar el Gobierno de que dichos fondos no serán cambiados por títulos públicos, acorralados, reperfilados, ni ninguna de estas novedosas palabras que desvelan a muchos", remarcó Lejtman.
Y añadió: "El problema es que en la Argentina son muchos los que se han quemado con leche".
En tal sentido, Sáenz Valiente vio la botella medio vacía y dijo que "no hay confianza y por ese motivo gran parte de los contribuyentes, aun cuando los cálculos puedan ser convenientes, deciden no traer dinero a la Argentina".
Para Sáenz Valiente, echa leña al fuego de esa desconfianza la existencia de la Comunicación A 6105 del Banco Central, que en 2016 dispuso que los fondos del encaje bancario en moneda extranjera podría ser canjeado por el Gobierno y reemplazados por bonos de la deuda pública.
"Antes, los dólares sólo se prestaban al sector privado para actividades vinculadas a la exportación, ya que justamente podían cancelar sus deudas en la misma moneda", indicó Sáenz Valiente.
El total del sistema financiero dispone de u$s27.000 millones en depósitos, por lo que sobre la base del encaje actual, el Tesoro podría colocar títulos de la deuda pública por unos u$s4.000 millones a los bancos, precisó Sáenz Valiente. Y aseguró que podría haber temor ante un eventual retiro masivo de esos depósitos.
Por ese motivo, abogó por que aparezcan opciones no financieras para la inversión de los fondos repatriados, como los inmuebles.
Inversión en fondos comunes, ¿en dólares?
Laiún comentó que "las posibilidades de repatriación efectiva están en suspenso debido a la falta de precisiones por parte del Gobierno y la AFIP.
Hasta hoy, las opciones legales son traer los dólares y venderlos al tipo de cambio oficial, invertir en fondos del BICE que no están creados o en fondos comunes de inversión. Todo debe hacerse antes del 31 de marzo, recordó.
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"Vender los dólares al tipo de cambio oficial no es una opción razonable, los fondos del BICE dudosamente se creen antes del 31 de marzo y faltan aclaraciones acerca de los fondos comunes de inversión", dijo Laiún.
También precisó que no se sabe si los fondos comunes de inversión pueden estar nominados en dólares, y si será posible ingresar los dólares y comprar partes del fondo sin pasar por el mercado de cambios oficial.
"Excepto que se posibilite la repatriación invirtiendo los dólares repatriados en fondos comunes de inversión en dólares, hay pocas probabilidades de que entren dólares al país por repatriación", aseveró.
Añadió que "hoy reina un clima de desconfianza extrema, agravada por la imposición del pago a cuenta sobre bienes en el exterior que, sin dejar de ser razonable, marca una tendencia antes de reglamentar efectivamente la repatriación".
Por su parte, Rodríguez explicó que se permite que el pago del impuesto adicional se deduzca del Impuesto a las Ganancias, y consideró que esto conspira con el deseo de los contribuyentes de repatriar.
También opinó que juegan en contra dificultades de cuantificación para quienes tengan participación en sociedades del exterior.
Sin embargo, contó que tiene clientes que están pensando en repatriar porque el incremento de alícuotas máximo de 2018 a 2019 es de 10 veces si esa opción no se ejerce. Además, se evita el anticipo especial.
Cuentas claras: cuánto se ahorra en concreto con la repatriación
Sanguinetti calculó cuánto ahorra de impuestos con la repatriación un contribuyente por cada u$s1 millón en una cuenta de inversión en el exterior, incluyendo los anticipos y el pago a cuenta especial para los bienes que están afuera.
Para el análisis marginal de los pagos efectuados en 2019, convirtió a dólares al tipo de cambio Banco Nación y, a partir del 2020, utilizó el dólar bolsa o contado con liquidación, al tiempo que estimó el tipo de cambio para el resto del año. Tomó una renta de la cuenta de inversión en el exterior supuesta de 7,5% anual.
Sanguinetti concluyó que el ahorro efectivo es de u$s5.000 por cada millón, y que repatriando 5%, la tasa en dólares del impuesto es de 0,95%, mientras que la tasa en dólares sin repatriar será 1,45%.
"En este contexto es clave considerar si los fondos repatriados van a poder ser devueltos a los contribuyentes en enero de 2021", advirtió Sanguinetti.
Así, los contribuyentes que están tentados de repatriar esperarán hasta el último minuto, esperanzados en tener la opción de invertir en inmuebles. Es que si bien la posibilidad se ve atractiva desde el punto de vista económico, también tiene muchos riesgos.