Qué es la púrpura senil, cuáles son sus causas y cómo se trata
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La púrpura senil, también conocida como púrpura de Bateman, es una condición de la piel que suele afectar a personas mayores cuya piel ha sufrido cierto deterioro por el paso del tiempo. La principal característica de la púrpura senil es la aparición de manchas de color púrpura, precisamente, o rosado en la piel que está expuesta. En general las manchas características de la púrpura senil aparecen en las manos y brazos y suelen tener formas indefinidas, sus bordes suelen ser irregulares. No se relacionan con problemas en la circulación.
Qué causa la púrpura senil
Tal como su nombre lo indica, la principal causa de la púrpura senil es el envejecimiento de la piel, que obviamente llega de la mano del envejecimiento de la persona. Con el tiempo, a medida que el cuerpo envejece, la piel se afina y se torna más delicada. Más allá de la púrpura senil o de otras condiciones, la piel se vuelve más delicada, se pone más sensible, se lastima más fácilmente, entre otras situaciones.
Por eso es importante tener en cuenta que la exposición a rayos ultravioletas debilita los tejidos conectivos que rodean a los vasos sanguíneos y los mantienen en su lugar, algo que se constituye como una de las causas del deterioro de la piel y de la aparición de la púrpura senil.
Las causas
La púrpura senil se manifiesta más frecuentemente en los adultos mayores. Sin embargo, el envejecimiento natural no es la única causa de este tipo de daño en la piel, es decir, de la púrpura senil. El proceso de envejecimiento de la piel puede acelerarse si la persona se expone demasiado tiempo a los rayos ultravioletas, es decir, a la luz solar, sobre todo sin protección.
Tal como se mencionó, hay otras causas que pueden desencadenar o acelerar el proceso de envejecimiento de la piel, que a su vez puede acelerar o predisponer a la aparición de la púrpura senil. ¿Qué otras causas pueden posicionarse como causa del envejecimiento y de la púrpura senil? Las personas que toman ciertas drogas con regularidad, como esteroides, son más propensas a padecer este tipo de púrpura.
A su vez, existen algunas enfermedades que pueden causar la púrpura senil, como el lupus, la artritis reumatoidea o el síndrome de Sjogren. Todas las condiciones mencionadas son patologías autoinmunes en las que el sistema inmunitario ataca al propio cuerpo y ocasiona ciertos daños, en algunos casos más severos que otros. Del mismo modo, algunos tipos de cáncer -como la leucemia y algunos tipos de linfoma- puede ser causa directa de púrpura senil.
Si bien ese tipo de enfermedad de la piel, la púrpura senil, no tiene consecuencias en el organismo, sí puede ser un indicio de otra patología subyacente. La púrpura senil puede ser señal de la pérdida de colágeno en la piel y en los huesos.
¿Qué síntomas tiene la púrpura senil?
Los principales síntomas de una enfermedad como la púrpura senil suelen aparecer en los sectores más expuestos de la piel, como los brazos y manos. Esta característica de la púrpura senil es similar a lo que sucede con otros tipos de púrpura, que en muchos casos aparecen en las zonas más expuestas del cuerpo -brazos, manos, piernas y pies-. De todos modos, es importante tener en cuenta que, a diferencia de la púrpura senil, también hay otros tipos de púrpura que se manifiestan con la aparición de manchas de color rosado intenso, o violáceo, en el resto del cuerpo.
¿Hay factores de riesgo para padecer púrpura senil?
Como muchas enfermedades, trastornos o condiciones, sí hay factores de riesgo. Más precisamente, no son factores de riesgo de padecer púrpura senil, sino que son elementos o características de las personas que predisponen a la aparición de esta afección, de las manchas en la piel.
Entonces, es importante mencionar que aquellos adultos mayores que tengan una tendencia a sufrir hemorragias más frecuentes suelen experimentar los síntomas de la púrpura senil más regularmente.
Los hematomas que se producen por la púrpura senil suelen durar entre 1 y 3 semanas antes de que lleguen a reabsorberse por completo. Sin embargo, cabe destacar que cuando las manchas de la púrpura senil se reabsorben queda la piel decolorada en la zona. Esa reacción puede durar algún tiempo más, luego de que las manchas de la púrpura senil se hayan reabsorbido.
Si bien la aparición de las manchas violáceas o rosadas características de la púrpura senil son el síntoma más común de este tipo de púrpura, también hay otros síntomas. Dentro de los síntomas de la púrpura senil pueden aparecer la debilitación de la piel y la pérdida de su elasticidad, ambos síntomas que, a su vez, pueden desencadenar otros trastornos en la piel u otras lesiones.
El diagnóstico de esta enfermedad, de la púrpura senil, se puede hacer, en general, en base a una examinación visual por parte de un médico especialista. De todos modos, en ciertos casos los profesionales de la medicina pueden requerir apoyo de algunos estudios complementarios, con el objetivo de asegurarse de que la púrpura senil no está causada por una enfermedad más seria.
¿Tiene tratamiento la púrpura senil?
Con respecto al tratamiento, los hematomas que produce la púrpura senil suelen desaparecer sin requerir ayuda adicional. Tal como se mencionó, las manchas de la púrpura senil van y vienen, aparecen y desaparecen, por lo que no suele ser necesario un tratamiento específico. En algunos pacientes con púrpura senil, si la piel es muy fina, pueden producirse cortes o lesiones externas, pero pueden tratarse como cualquier otra lesión en la piel.
Sin embargo, cuando a un paciente se le diagnostica la púrpura senil, es importante que siga algunas pautas de cuidado:
- Es clave que los pacientes con púrpura senil cuiden su piel, al igual que sucede con cualquier persona que padece una condición de la piel.
- El uso de remeras o camisas de manga larga es recomendable en pacientes con púrpura senil, con el objetivo de proteger la piel de la exposición al sol. Para proteger la piel, sobre todo para quienes tienen púrpura senil, es esencial el uso de protectores solares.
- Asimismo, las personas que padecen púrpura senil deben cuidarse de golpearse y, por ende, de que se produzcan hematomas o lesiones en su piel. Si bien ninguna de estas acciones podrá remediar el daño que ya ha sido causado por la exposición excesiva al sol, sí pueden prevenir que el daño siga avanzando.
Cómo elegir un protector solar
En el mercado hay muchos protectores solares disponibles. Algunos de ellos son mejores que otros, pero lo más importante para una persona que tiene púrpura senil es encontrar el producto ideal para su tipo de piel y sus características.
Un punto clave para encontrar un protector solar ideal es saber lo bien que protege la piel contra los rayos ultravioletas (UV).
¿Qué tipo de protector solar es el mejor?
Al comprar un protector solar, hay que fijarse en tres cosas importantes. Para hacerlo, es necesario chequear la etiqueta que el protector solar:
- tenga un FPS (factor de protección solar) de 30 o superior
- proteja tanto contra los rayos UVA como contra los rayos UVB (un protector solar de "amplio espectro")
- sea resistente al agua (que proteja a los niños mientras estén dentro del agua durante 40-80 minutos)
Distintos tipos de protectores solares
Los protectores solares pueden ser de varios tipos diferentes: cremas, geles, en spray. Las cremas resultan ideales para las áreas de piel seca, mientras que los geles van bien en las áreas con pelo (como el cuero cabelludo). Con los protectores en spray el problema es que es difícil saber si se ha aplicado una cantidad suficiente.
Qué más tener en cuenta para elegir un protector solar
Para aquellas personas que tienen piel sensible, más aún para quienes tienen púrpura senil, es esencial buscar productos cuyo ingrediente activo sea el dióxido de titanio.
Los adolescentes o preadolescentes que quieran usar un protector auto-bronceador deberían adquirir uno que también tenga protección UV (muchos no la tienen o tienen una cantidad muy reducida de este tipo de protección).
Algunos productos de cosmética contienen protector solar, pero no suelen ofrecer suficiente protección contra el sol. Asegúrese de que su hijo en edad adolescente se ponga protector solar antes de maquillarse.
Los bebés menores de 6 meses no se deben exponer al sol. Cuando salgan al exterior, vista a su bebé con ropa ligera que le cubra brazos y piernas; y no se olvide ponerle una gorra provista de visera. Si es imposible evitar el sol, puede usar una pequeña cantidad de protector solar en las partes del cuerpo del bebé que se expongan al sol, como las manos y la cara.
Cómo, cuándo y dónde usar protector solar
Para que el protector solar pueda desempeñar bien su función, se debe usar correctamente. Es necesario asegurarse de algunos puntos centrales:
- Aplica el protector solar cada vez que la piel se vaya a exponer al sol. Para obtener los mejores resultados, se debe aplicar el protector unos 15 a 30 minutos antes de que el niño se exponga al sol.
- Es importante no olvidarse de las orejas, las manos, los pies, los hombros y detrás del cuello. Levantar las tiras de los trajes de baño y aplicar el protector solar debajo (por si las tiras se desplazaran con el movimiento, sobre todo si la persona se mete al agua). Si bien los labios no tienen que ver con la púrpura senil, sí es clave cuidar la piel de esa zona del rostro. Es esencial considerar que también la piel se deteriora y requiere protección solar.
- Es importante ser generoso con las cantidades cuando se aplica el protector solar: los dermatólogos recomiendan aplicar una onza, que es una cantidad suficiente como para llenar un vaso de shot o un medidor típico de medicamento, al cubrir las áreas de piel que se vayan a exponer al sol.
- Se debe aplicar el protector solar con frecuencia, aproximadamente cada 2 horas, más aún en pacientes que tienen púrpura senil, cuya piel es más sensible que en otros casos. Cuando la piel se moja o suda en exceso, es necesario retocar el protector solar. Si bien algunos son resistentes al agua, igual es importante retocarlo.
- Aplique un protector solar resistente al agua si su hijo va a estar nadando o en contacto con el agua. El agua refleja e intensifica los rayos del sol; por lo tanto, los niños necesitan una protección duradera. Los protectores solares resistentes al agua pueden durar hasta 80 minutos dentro del agua, y algunos también son resistentes al sudor. Pero, aunque en la etiqueta del protector solar ponga que es resistente al agua, asegúrese de volver a aplicar el protector cuando la persona salga del agua.
- No se debe tratar de hacer durar los frascos de protector solar. Cuando los protectores solares se vencen ya no sirven, dado que pierden sus cualidades de protección. Por otro lado, también es importante tener en cuenta el tiempo que llevan abiertos. La mayoría de los protectores solares tienen 12 meses de duración desde el momento en que se abrió el frasco o la botella. Luego, tienen un efecto similar a cuando se vencen, por la exposición al aire, entre otros elementos. En consecuencia, este dato también es importante al momento de saber cuándo y cómo usar el protector solar.
¿Quién necesita usar protector solar?
Todos las personas necesitan protegerse del sol, aunque es cierto que hay poblaciones más sensibles, como los niños, los adultos mayores, las personas que padecen púrpura senil u otras condiciones de la piel.
La Academia Americana de Dermatología (AAD, por sus siglas en inglés) recomienda que todas las personas, puntualmente los niños, independientemente del tono de piel que tengan, se pongan protector solar con un FPS de 30 o superior. Aunque las personas de piel oscura tienen más melanina protectora y se broncean con más facilidad, en vez de quemarse, el bronceado es un indicador de lesión en la piel por efecto del sol. Los niños de piel oscura también se pueden hacer quemaduras solares dolorosas.