Caputo reafirma que la inflación será de 1 dígito en abril y que mantendrá el superávit fiscal cueste lo que cueste
El ministro de Economía, Luis Caputo, no solo se convirtió en el principal defensor de las ideas de Javier Milei, sino que le viene explicando a propios y extraños que nunca vio a una persona con tanta convicción sobre lo que se debe hacer en la Argentina como el presidente de la Nación.
Se lo nota entusiasmado al jefe del Palacio de Hacienda, quien trató de transmitir ese optimismo a unos 400 banqueros, inversores y analistas financieras que se reunieron para escucharlo en Washington, en paralelo a la reunión de primavera del FMI.
Utilizó los mismos argumentos que ya venía hilvanando ante banqueros en la Argentina. Dijo que el superávit fiscal no tiene retorno y que esa política será la "gran ordenadora" de la política económica.
"Ortodoxia fiscal", fue el término que utilizó el jefe de Economía para transmitir que la inflación está bajando a tal punto que ya se podría ubicar en un dígito cuando se conozca el dato de abril.
La lógica coincide con los lineamientos de la reforma fiscal enviada al Congreso, que proponer restablecer el impuesto a las Ganancias para quienes ganan más de $1,8 millones, en un intento por seducir a los gobernadores de que esta vez brinden su respaldo.
Caputo defendió además ante los hombres de negocios una estrategia sobre la que el propio FMI tiene reparos: mantener las tasas de interés real en niveles negativos para que ayude en la lucha contra la inflación. El Fondo suele recomendar tasas y dólar altos, como receta para cualquier política de estabilización.
"Si no optábamos por tipos de interés reales negativos muy altos y severos, ya estaríamos en hiperinflación", dijo el ministro.
Inflación un dígito y superávit fiscal, pase lo que pase
Demostrando su lugar de centralidad en el gobierno de Milei, Caputo prometió: "No vamos a abandonar estas políticas, pase lo que pase. Y créanme, no he visto a nadie en mi vida con un nivel de convicción como el que tiene este presidente", enfatizó. "Este presidente nunca dará marcha atrás", abundó.
Ante inversores y analistas de fondos y bancos de inversión, Caputo aceptó hablar del cepo cambiario, y dijo que la intención es levantarlo. Pero dejó en la audiencia la idea de que tomará más tiempo de lo previsto hacerlo.
Además de participar en la asamblea del FMI, Caputo se reunirá con funcionarios del Departamento del Tesoro, del Fondo, del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y participará de la agenda del G20, que este año preside Brasil. Estará acompañado en la capital norteamericana por el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, quien tendrá una agenda propia con la Casa Blanca.
El ministro espera traerse de Washington la confirmación de que el Fondo aprobará un desembolso previsto para mayo próximo y que, si bien faltan muchas condiciones por cumplirse, estaría dispuesto a evaluar un posible desembolso definitivo para que la Argentina levante las restricciones cambiarias. Se habla de u$s15.000 millones.
Si bien el fuerte ajuste fiscal y las correcciones que implementó el gobierno de Milei han recibido un amplio respaldo en Estados Unidos, la Casa Blanca, el Tesoro, el Fondo y los inversores han planteado también una lista de inquietudes en un segundo plano, entre las que aparecen el impacto del ajuste en los sectores más vulnerables de la población y el tejido social, la calidad y la sustentabilidad del recorte fiscal, y cuál es el apoyo político real que puede sumar la Casa Rosada para lograr las reformas en el Congreso.
En el FMI destacan que el Gobierno pudo registrar un superávit fiscal por primera vez en más de una década. Pero consideran que esto llevará algún tiempo y requerirá una implementación firme de las políticas.
Metas con el FMI, cumplidas
El Fondo prevé que la economía argentina caerá 2,8% este año y una inflación del 150% anual para diciembre.
Las metas de déficit fiscal, de financiamiento monetario y de reservas comprometidas con el FMI están cumplidas, por lo que se estima que la revisión será superada sin problemas. Pero el Gobierno a mediano plazo busca que el FMI desembolse más dinero para poder salir del cepo con más margen de maniobra. El organismo por ahora no parece demasiado predispuesto: "Es prematuro", hablar de eso, dijo la vocera Julie Kozack.
Si bien ni el Fondo ni el Gobierno confirmaron oficialmente un encuentro, se estima que Caputo se reunirá estos días con la reelecta Kristalina Georgieva, o con Gita Gopinath, la número dos del organismo, para seguir las conversaciones. Gopinath estuvo en Buenos Aires semanas atrás y está muy al tanto del caso argentino.
Las reuniones de banqueros en Estados Unidos se produjeron el mismo día en que la revista Time eligió a Milei como una de las figuras influyentes del 2023.
Tal vez por eso, los hombres de negocios destacan que si bien esta fue una administración que asumió con un apoyo legislativo bastante débil comparado a otras, fue una sorpresa positiva encontrar que el apoyo popular seguía siendo significativo. En el orden del 50% según la mayoría de las encuestadoras.
Por eso, en el mundo de los negocios esperan que el Gobierno pueda anotarse una victoria legislativa en mayo. Es el mes en que el presidente ofreció firmar un pacto de gobernabilidad.
Caputo y Posse visitarán este jueves el Tesoro, donde se entrevistarán con Jay Shambaugh, la mano derecha de Janet Yellen, que estuvo en Buenos Aires en diciembre y sigue de cerca el caso argentino. El rol del Tesoro es fundamental para cualquier negociación o nuevo programa con el Fondo, ya que Estados Unidos es el principal accionista del organismo y su voto tiene más peso que cualquier otro país en el directorio ejecutivo.
Los funcionarios argentinos saben que deben mantener la buena sintonía con la administración de Biden, más allá del ruido que genera cada tanto Milei, cuando le da su apoyo explícito a Donald Trump, a quien muchos imaginan de nuevo en la Casa Blanca desde el año próximo.