Dólar plazo fijo, bonos o Fondo Común de Inversión: ¿en qué conviene invertir con Milei como presidente?
En el trasfondo del cambio de gobierno, se vislumbran reconfiguraciones significativas en la manera de proyectar inversiones y abordar el financiamiento. Este cambio, alimentado por ajustes en las expectativas, refleja la confianza generada en los mercados por las medidas de un gobierno de orientación liberal y una economía con mayores niveles de apertura, sugiriendo un horizonte diferente para los inversores.
Hasta el momento, las inversiones y diversas variables han exhibido un comportamiento que muestro en el siguiente cuadro, se detallan los activos más relevantes, evidenciando que en el último mes, los fondos de inversión ajustados por CER y vinculados al dólar han registrado los mayores incrementos en términos de pesos.
Crece la inversión en Fondos Comunes de Inversión
No obstante, es importante señalar que este tipo de Fondos Comunes de Inversión (FCI) están diseñados para mantenerse a lo largo de varios meses, ya que pueden experimentar fluctuaciones debido a movimientos en el mercado y políticas económicas. En caso de un horizonte de inversión más breve, existe el riesgo de pérdida de capital o de no alcanzar las ganancias esperadas, por lo que se recomienda considerar cuidadosamente el periodo de inversión.
Se plantea la interrogante de si, en este nuevo escenario, es posible proyectar a mediano plazo sin depender exclusivamente de atesorar dólares o de inversiones exentas de riesgo argentino. En los últimos años, la dinámica económica argentina ha llevado a una estrategia de corto plazo, marcada por la volatilidad en las regulaciones, tasas fluctuantes y la necesidad de refugiarse en activos en moneda extranjera, dada la incertidumbre asociada con reperfilamientos e imposiciones que han afectado las inversiones y han ahuyentado a muchos del mercado de capitales.
En este nuevo capítulo, ¿se buscará una perspectiva más clara y predecible en Argentina, caracterizada por políticas económicas sostenibles y la continuación de un camino trazado?
Otro aspecto crucial a considerar para la proyección empresarial es el financiamiento. Con la previsible finalización de los créditos subsidiados para empresas e individuos, se avizora una ventana de oportunidad para el mercado de capitales y el financiamiento productivo. La contracción del crédito bancario podría impulsar la emisión de deuda de oferta pública, incluyendo obligaciones negociables y fideicomisos financieros. Sin embargo, es imperativo que las empresas estén debidamente preparadas para incursionar en este mercado y satisfacer sus necesidades de liquidez.
Eventual devaluación: ¿cómo impactarán las medidas económicas de Milei?
En el periodo posterior a la asunción de Milei, se especula sobre la posibilidad de un aumento en el valor del dólar oficial. Este escenario, en el rango de 650/750, con la posibilidad de subidas adicionales en los meses subsiguientes, podría tener implicancias para el sector exportador, incrementando la liquidación de divisas y aportando más dólares a las arcas del estado agregando la posible deuda con algunos organismos y países del exterior. No obstante, las medidas macroeconómicas que buscan reducir el déficit, ya sea mediante la disminución de gastos o esterilizando instrumentos financieros, podrían influir en variables como el riesgo país. El tema de la reducción de impuestos probablemente no se provoque en el corto plazo, ya que la recaudación viene creciendo por debajo de la inflación y esto hasta que no se acomode, ese ajuste seguro será más adelante y de manera gradual.
Ante estas perspectivas, se plantea la necesidad de construir una cartera de inversiones robusta y diversificada que amortigüe la volatilidad esperada. Se sugiere considerar bonos soberanos AL o GD, bonos ajustados por CER y vinculados al dólar oficial, y acciones de sectores energéticos o de consumo masivo. Además, se destaca la utilidad de obligaciones negociables atadas al dólar o en dólares, CEDEARs y Fondos de inversión de rescate inmediato para diversificar riesgos. Y también considerar tener dólares, una pequeña parte para tener más liquidez.
¿Dólar o plazo fijo?
En la anterior cartera no se incluye el plazo fijo, por esta lógica que se ve en este cuadro:
En la mayoría de los meses, el plazo fijo ha superado al dólar (tomando como referencia el dólar MEP, que se puede adquirir sin limitaciones). Sin embargo, es crucial considerar cómo se comporta el plazo fijo frente a un aumento del dólar.
En este escenario, el dólar puede aumentar a una tasa mucho mayor que la ofrecida por el plazo fijo, superándolo en términos de rendimiento total. En otras palabras, al salir del plazo fijo en momentos de incremento del dólar, el resultado puede ser tener menos dólares en comparación con otras estrategias de inversión.
Ante este nuevo panorama político, el tradicional plazo fijo pierde relevancia, dando paso a opciones más líquidas, como fondos de inversión de rescate inmediato o cuentas remuneradas en billeteras virtuales. Este cambio de enfoque se justifica por la tendencia a la dolarización y la incertidumbre económica, donde la liquidez se convierte en un activo valioso. Es fundamental adaptar la estrategia de inversión a la volatilidad del mercado y a los movimientos del dólar para maximizar los rendimientos y preservar el valor de la inversión.
En conclusión, en medio de estos cambios económicos, la prudencia financiera se vuelve fundamental. Las empresas deben estar bien asesoradas para no solo preservar su capital sino también para enfrentar la inevitable inestabilidad que impactará en ventas y costos en los próximos meses. Adaptarse a estas dinámicas será crucial para asegurar la estabilidad financiera en un contexto de cambios y ajustes continuos.