Este economista le pone "fichas" al "Plan Guzmán" y explica por qué puede resultar exitoso para frenar la escalada del dólar
En la Argentina de las crisis cambiarias permanentes -se cumplen dos años y medio de la primera devaluación, a partir de los $18-, los planes de estabilización no tienen resultados a pesar de que sean diagramados para el corto plazo.
No lo logró Federico Sturzenegger ni Toto Caputo, con estrategias diferentes y aun contando con el apoyo explícito del Fondo Monetario.
El plan de estabilización más contundente lo lanzó, a finales de 2018, Guido Sandleris desde el Banco Central junto a Nicolás Dujovne en Economía. Consistió, básicamente, en reducir a cero la emisión monetaria. Con la maquinita de pesos apagada, suponían Sandleris-Dujovne, no habría dinero disponible para alimentar la dolarización y, de esa manera, se contendría la turbulencia cambiaria.
La idea fracasó y Mauricio Macri se despidió de la Casa Rosada con un dólar a $60.
Meses después, y en medio de la pandemia, la corrida cambiaria se relanzó. Con otro plan, ahora Martín Guzmán -como antes los economistas referentes del gobierno anterior- también intenta estabilizar el mercado del dólar. ¿Lo logrará?
En su último reporte, el economista Emmanuel Álvarez Agis le da chances. El ex viceministro de Economía escribe:
"A diferencia del Plan Sandleris-Dujovne, el esquema de control de cambios y la capacidad de intervención del BCRA sobre el mercado de dólar financiero deberían ayudar a frenar la volatilidad cambiaria. El programa fiscal, a su vez, no debería basarse en un ajuste del gasto con la economía todavía cayendo sino en analizar las necesidades en función del desempeño de la actividad. Por último, y tal vez más importante, la política monetaria no hace foco en una reducción de la base monetaria con el costo de aumentar los pasivos remunerados y su correlato en un mayor costo cuasi-fiscal tal como sucedió durante 2018-9, sino en orientar el exceso de liquidez desde el BCRA hacia el Tesoro".
Para el ex viceministro, Sandleris erró en su diagnóstico. "El programa con el FMI se basó en creer que se podía estabilizar la economía dejando flotar libremente el tipo de cambio", escribió.
Sin embargo, Álvarez Agis guarda reparos respecto del Plan Guzmán. Habla de una cuestión de tiempos. Lo pone así:
"El tiempo es uno de los principales enemigos del gobierno. Si bien la misión del FMI llegará durante noviembre, las posibilidades de demora en el cierre del nuevo programa constituyen un problema a la hora de llevar certezas sobre el programa financiero 2021. El plan plurianual y un programa económico de mediano plazo necesariamente tienen que ser avalados por el FMI, dado que el país necesita que se refinancien los vencimientos con el Organismo".
En el buen camino
Álvarez Agis pondera las últimas iniciativas del ministro de Economía, aunque pone dudas sobre el timming y los resultados finales.
"El Plan Guzmán tiene como condición sine qua non estabilizar las reservas. Las restricciones a la demanda de divisas están al límite y si se aumenta la presión sobre las importaciones sólo puede ser momentánea, de lo contrario, conspira contra la recuperación de la actividad. Nuevamente, la salida se encuentra por el lado de la oferta de dólares, no de la demanda. El éxito del plan dista de estar garantizado pero, por primera vez desde la asunción del nuevo gobierno, la dirección comienza a ser la correcta y, más importante aún, la dirección parece ser una sola".
Más adelante completa: "El mayor riesgo que enfrenta el Plan Guzmán es la situación en el mercado cambiario y la tendencia de las reservas internacionales (...) La incógnita es si alcanzará con reducir la brecha y dar señales de prudencia fiscal y monetaria para que aparezca oferta de dólares dado el nivel de restricciones cambiarias actual".