Plazos fijos con olor a elecciones: grandes inversores se quedan en pesos y los chicos van al dólar
Impulsados principalmente por los inversores institucionales, los depósitos a plazo fijo en pesos tuvieron un repunte en julio, con un alza de 4,15%. Los pequeños ahorristas, en cambio, se volcaron de lleno a la compra de dólares, lo que se tradujo en un aumento de más de 1.200 millones de dólares en las colocaciones en moneda extranjera.
Según la última información disponible del Banco Central, al 30 de julio, el stock de plazos fijos privados en pesos se ubicaba en $1.247.194 millones, un alza de $49.659 millones respecto al nivel en que comenzó el mes. Los depósitos de más de un millón, en tanto, explicaron casi el 60% de este aumento.
"Hay mucho plazo fijo de compañías de seguro y Fondos Comunes de Inversión y algo por los minoristas que llegan por la web", explica el jefe de la mesa de dinero de un banco local. ‘Los minoristas que llegan por la web’, como los define, son quienes ahora pueden hacer colocaciones online sin ser clientes del banco, algo que desde mayo autorizó el BCRA para reavivar la competencia entre entidades y generar así una suba en los rendimientos.
Consultados al respecto, en el organismo monetario aún no tienen el detalle de cómo evolucionaron los plazos fijos online en el mes de julio, después de cerrar junio con más de 50.600 operaciones, y casi $10.500 millones canalizados a través de Debin, la herramienta por la que se realizan estos depósitos.
Si bien el rendimiento de los plazos fijos se mantuvo prácticamente estable respecto al mes anterior, en los últimos días hubo cierto repunte, motorizado principalmente por el Banco Nación. En un intento por quitarle atractivo al dólar y así contribuir a la pax cambiaria, el gigante estatal aplicó una suba de 1,5 puntos porcentuales y llevó la tasa al 52% anual.
Para los plazos fijos tradicionales, promedió el 47,4% anual en julio, con una marcada diferencia entre los pequeños ahorristas y los grandes inversores. Para los primeros, el rendimiento promedio que pagaron los bancos fue de 44,9% mientras que para las colocaciones de más de $100.000, promedió el 48,5% anual.
Tasas atractivas, necesarias pero no suficientes
"Con la mejora del colchón de tasa real positiva contra la inflación esperada, la dinámica de los plazos fijos mejoró", destaca Federico Furiase, director de Estudio Eco Go, quien también menciona a la estabilidad del tipo de cambio como un factor clave para explicar esa recuperación.
Que los bancos ofrezcan una tasa positiva en términos reales es primordial, según la cúpula del Central, para que se consolide el ahorro en pesos. Así lo veía en su momento Federico Sturzenegger y lo mismo piensa hoy Guido Sandleris, quien además quiere que el tipo de interés siga en niveles elevadísimos para quitarle atractivo al dólar por un lado, y para poder absorber más pesos del mercado, por otro.
Para el economista Miguel Arrigoni, en cambio, el planteo de que la tasa de interés tiene que ser positiva respecto de la inflación para promover el ahorro no funciona en este mercado. "Esa teoría es sencillamente nula en Argentina y no existe en ningún otro país del mundo", dispara el CEO de First Corporate Finance Advisors.
Para él, la clave es que sea positiva para el ahorrista en términos de poder adquisitivo de bienes durables, algo que -sostiene-, se da en países como Estados Unidos, Alemania, Brasil, Uruguay o Chile. "La tasa le tiene que ganar al dólar, al valor de un auto, de un departamento, de un grano, etcétera. Tiene que devengar más que otro activo, pero no respecto de la inflación, menos en Argentina, donde tiene una raíz que nadie sabe entender todavía", asegura Arrigoni.
El CEO de First Corporate Finance Advisors, de hecho, no ve un crecimiento de los depósitos sino un mero aumento del stock por los intereses generados. "Si se deflacta la tasa, en los últimos 3 años el sistema prácticamente no creció nada", comenta.
En julio, en concreto, la suba del 4,15% que registró el stock es prácticamente lo que generaron los intereses pagados por los bancos (el rendimiento mensual ronda el 4%).
Sin embargo, muestra una recuperación frente al mes previo, cuando el stock apenas había crecido 2,5%, lo que indica que hubo más gente que no renovó su plazo fijo que los que sí lo hicieron. En rigor, gran parte de los que no renovaron fueron empresas, que desarmaron sus colocaciones para hacer frente al pago de aguinaldo de sus empleados.
Otro factor que influyó fue que gran parte de los plazos fijos atados a UVA que iban venciendo se pasaron a colocaciones tradicionales. Una buena parte de estos depósitos atados a la inflación, que tienen un plazo mínimo de 90 días, fueron realizados en el primer trimestre, cuando las tasas en pesos estaban en niveles mucho más bajos que los actuales.
En rigor, el mes pasado el stock de aquellos atados a UVA se redujo $3.298 millones y acumuló una caída de casi $13.000 millones en los últimos tres meses.
El repunte de julio, una buena señal
"Es importante que se estén recolocando los capitales que estaban más los intereses porque habla de un sistema financiero que al menos por un mes está logrando regenerarse a sí mismo", destaca Martín Kalos, director de EPyCA Consultores.
Para el economista, que la tasa de interés de las colocaciones haya estado en aumento, más la implementación del plazo fijo online "son incentivos lógicos a que la gente mantenga sus ahorros en el banco mientras no vea una perspectiva de devaluación inminente y abrupta". Justamente que en julio la expectativa de devaluación no haya sido muy elevada fue clave, según Kalos, para que se reactiven los depósitos en pesos.
El cálculo que hace Furiase es que con un interés aproximado del 4% mensual y una inflación esperada en torno al 2,2% para los próximos meses, una suba de 1,75 pesos en el tipo de cambio consume toda la tasa efectiva que hubiera ganado un inversor con un plazo fijo. "Es la cuenta que genera ruido para un inversor que tiene que decidir entre ese instrumento y la divisa", explica.
Sin hacer esa cuenta, y apelando básicamente a su memoria emotiva, los pequeños ahorristas muchas veces prefieren el refugio en el dólar antes que una atractiva tasa en pesos, más aún en la previa a las elecciones.
Esa tendencia se reflejó en los depósitos en moneda extranjera del sector privado, que al 30 de julio acumularon un aumento mensual de u$s1.215 millones, un alza de casi un 4% en el stock. La suba es casi cuatro veces mayor al monto que venían creciendo mes a mes.
El aguinaldo fue al dólar
"A medida que la gente iba cobrando el aguinaldo, una gran parte fue a compra de dólares, no sólo a caja de ahorro sino también a plazos fijos en esa moneda", comentan con cierto asombro en la mesa de dinero de un banco extranjero, ya que el rendimiento que ofrecen ronda el 1,3% anual, o sea poco más de 0,1% por mes.
"Lo bueno es que en estas elecciones no se generó ese temor infundado a un corralito y que dejen divisas a plazo fijo muestra eso", agregan.
Según los datos del BCRA, de los u$s32.234 millones que suma el stock de depósitos del sector privado, hay u$s24.098 millones en cajas de ahorro y u$s4.217 millones de esos son colocaciones por montos de más de un millón. En plazo fijo hay otros u$s7.382 millones y sólo u$s1.745 millones son de depósitos que superan el millón.
Más allá del impulso de los minoristas con el cobro de aguinaldo, un dato a destacar es que prácticamente un 40% del aumento de los depósitos en billetes verdes fue impulsado por las cajas de ahorro de depósitos de más de un millón. En rigor, ese tipo de colocaciones registró un aumento de 570 millones de dólares, y el stock quedó más de 15% por encima de lo que había finalizado junio.
Esto se explica por el ingreso de dólares por parte de un puñado de empresas que en las últimas semanas captaron fondos del mercado, en su mayoría con la emisión de Obligaciones Negociables.
En los próximos meses, como destaca Furiase, la clave va a pasar por lo que ocurra en las PASO y en cómo evolucionen las encuestas previo a las elecciones de octubre. Está claro que el BCRA jugará todas sus fichas para contener el dólar, una medida de tinte más electoral que monetaria.
Estará en el perfil de cada inversor si prefiere por colocar sus pesos en un plazo fijo o refugiarse en el dólar. Y en esa pulseada el rol del organismo monetario será no sólo desincentivar la demanda de divisas conteniendo el tipo de cambio sino también buscando que los bancos ofrezcan tasas cada vez más atractivas por los depósitos.