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Diagnóstico oficial con el dólar: preocupación, arenga y la esperanza de que el alivio llegará la semana que viene

Fuentes del Banco Central y Hacienda creen que el mercado debería estabilizarse. El equipo económico está golpeado por la crisis y crece la incertidumbre
28/03/2019 - 06:16hs
Diagnóstico oficial con el dólar: preocupación, arenga y la esperanza de que el alivio llegará la semana que viene
Otro verdadero "miércoles negro" para los mercados mundiales desnudó que, para la Argentina, la "frazada es muy corta". Si bien el peso fue la segunda moneda de la región más golpeada detrás del real brasileño (2,93% de devaluación versus 3,13% de los cariocas), el esquema de contención que imaginó Guido Sandleris y Nicolás Dujovne no funciona.
 
Y menos aún en momentos de crisis. La tasa de interés que paga el Banco Central a las entidades se elevó a 67,75% y el mercado ni se enteró. El dólar subió por octava jornada consecutiva y acumula más de 16% en el año (superando a la galopante inflación). 
 
En el Gobierno, principalmente en el Banco Central y Hacienda, siguen expectantes de los dólares del campo: algo así como la salvación divina en medio de un escenario de zozobra. "La semana próxima debería aparecer la oferta de la cosecha. Hoy (por el miércoles) fue un mal día. Turquía puso controles de capitales y Brasil depreció más que nosotros. Y a nosotros todo nos rebota", reseñó a iProfesional una altísima fuente del Banco Central.
 
Según detalló, "lo único bueno" fue que este movimiento de sell off (venta masiva de posiciones) "espantó a un par de tenedores extranjeros que se tenían que ir" en bonos locales. Ya no habría muchos más con intenciones de irse. Y con respecto a los inversores locales, acotan fuentes oficiales, "no están dolarizando, sencillamente porque no tienen más para dolarizar o en todo caso les quedará muy poco". 
 
"Hay que aguantar y ya se estabilizará el dólar", decían anoche en el Central, casi como arenga y parafraseando el voluntarista comentario de Mauricio Macri desde Córdoba la mañana del miércoles. 
 
En el círculo íntimo de Sandleris, sin embargo, no están tan seguros de este desenlace en forma inmediata. De hecho, hay margen para la decepción. Si bien ven "pocos pesos en la calle, un buen nivel de tipo de cambio y la cosecha en los puertos", algo que "debiera tranquilizarse el mercado cambiario", no sol triunfalista ni mucho menos. "Pero si algún otro extranjero tira la toalla vamos a seguir con algo de volatilidad", se cubría la alta fuente del Central. 
 
Lo cierto es que las cabezas del equipo económico, o sea Dujovne y Sandleris, están "desgastados" por los resultados poco favorables en materia cambiaria e inflación. Cuentan allegados al ministro de Hacienda que lo notan "cabizbajo" y preocupado por el escenario electoral que ya impacta a los mercados. El riesgo país acercándose a los 800 puntos básicos coloca al Gobierno (y a sus bonos) en terreno muy peligroso. Más aún pensando que el país, quizá el año que viene, debería volver a emitir deuda. 
 
Ayer, los bonos en dólares retrocedieron entre 1 y 2 dólares en todos los tramos de la curva, siendo los papeles con legislación local los más castigados. Del tramo pesos y como era de esperarse en un día donde sólo aparecieron vendedores, la deuda ajustable por CER quedó rindiendo inflación más 10-12% dependiendo del bono. Por su parte las Lecaps siguieron ofrecidas y las tasas del tramo largo terminaron en niveles del 50%.
 
"Está muy desgastado Nicolás y el semblante del equipo sabe que la parada está complicada. La idea de Marcos Peña de polarizar todo contra Cristina, que ella es el abismo, asusta al mercado y genera más presiones ya que las chances de que vuelva no son cero", decía un economista privado que tiene llegada al despacho de Dujovne. 
 
La sensación en el mercado es que el Gobierno se ató de manos en la pulseada contra el dólar. Haber firmado con el FMI que no se puede intervenir a lo sumo que el billete supere la banda superior de la zona de no intervención (actualmente en casi $51) fue "suicida", según creen muchos en la City. "Quién los mandó a aceptar eso. Todos sabíamos que hacer eso, en la Argentina, es jugar a la ruleta rusa con un revolver cargado", describió un consultor privado. 
 
No por nada Ricardo Arriazu, que habla frente a los micrófonos como si fuera off the record, dijo en Córdoba en una conferencia del IAEF (los ejecutivos de finanzas) que ese esquema de no intervención fue ideado por "talibanes flotadores que no entienden nada" en referencia a los burócratas del Fondo. 
 
"El esquema es una locura que pone en peligro a toda la economía. A medida que pasa el tiempo, la tasa de interés no es el instrumento adecuado para equilibrar los vaivenes del dólar; el instrumento es intervenir y romperle la cabeza al especulador. Hay plata para hacerlo, pero no lo hacen porque el Fondo no deja", disparó Arriazu, algo que tiene el consenso de varios economistas en el mercado. 
 
Porque conocen de las limitaciones del caso, en el Gobierno no tienen margen (ahora) para modificar el statu quo. Lo único que le queda al Central es intentar que la suba de tasas que le paga a los bancos se traslade a lo que reciben los ahorristas. La tasa Badlar que impacta en los depósitos mayoristas (superiores a 1 millón de pesos) está en 44% mientras que Sandleris les convalida 67% a los bancos. 
 
"La idea es avanzar en ese sentido", dicen en Reconquista 266 con respecto a que tiene que asegurar una retribución mejor al que se arriesga a estar en pesos. Saben que si la crisis se agudiza, lo que peligra no es solo un salto del dólar, sino el traspaso de los depósitos en pesos al dólar.
 
Una situación extremadamente complicada. No quieren que la dinámica de la crisis los vuelva a exponer con la "frazada corta". Pero ahora, se encomiendan a los dólares de la soja. 
 
 
 
 
 
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