Caputo apuesta a que sobren dólares: busca sumar u$s30 mil millones entre el FMI, Tesoro de EEUU y otros organismos
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"Hay que aguantar, esto también pasará". La frase, pronunciada por un alto funcionario mileísta, refleja el momento delicado que atraviesa el gobierno, con el mercado cambiario convertido en un tembladeral que llevó al Banco Central a perder más de u$s2.000 millones en apenas 18 días.
Aplicada a la economía, la frase se análoga a otra que utilizan los libertarios para la acción política. "Todo marcha, según el plan". La cuestión es que desde que comenzó el año la impresión es que el plan tiene fallas, y que el corazón del proyecto, la economía -exitosa para bajar la inflación-, también empieza a mostrar signos de fatiga, atraso cambiario mediante.
Por eso el acuerdo con el FMI pasó a ser un capítulo clave en el tira y afloje con los mercados, mientras bancos de inversión y empresarios de primera línea comienzan a convencerse de que los generosos u$s20.000 millones del organismo no alcanzarán, por ejemplo, para salir del cepo cambiario.
El ministro de Economía, Luis Caputo, se terminó de convencer de eso cuando vio cómo las reservas caían en picada este año, hasta acercarse a los u$s24.000 millones, mientras las netas agrandaban su signo negativo hasta rondar los -u$s8.000 millones.
La debilidad en el frente de reservas fue uno de los temas de mayor controversia entre Caputo y el FMI, porque los técnicos del Fondo Monetario objetan la estrategia utilizada por la Argentina en materia cambiaria. Por ejemplo, consideran un despilfarro haber permitido que los exportadores liquiden unos u$s1.200 millones mensuales a través del contado con liqui, en lugar de llevarlos al Banco Central.
También consideran que se está dejando atrasar demasiado la cotización del dólar, al haber reducido a la mitad el crawling peg (1%). Pero la principal crítica está vinculada con la millonada destinada por el Banco Central a tratar de mantener la brecha cambiaria por debajo del 20%. Costó muchos dólares para terminar ahora en un nivel de brecha superior al 25%.
En el Gobierno parecen aceptar que la plata del Fondo Monetario no alcanza para avanzar en una flexibilización de fondo de las restricciones cambiarios.
Negociaciones con el Banco Mundial, el BID y el Banco de Desarrollo CAF para buscar reservas
Por eso, la semana pasada se avanzó en negociación con el Banco Mundial, el BID y el Banco de Desarrollo CAF, para gestionar líneas de préstamos que podrían alcanzar los u$s6.000 millones. Se liberarían pocas semanas después de que el directorio del FMI apruebe el acuerdo, según los cálculos de Caputo.
A estos refuerzos, el gobierno quiere sumarle una línea inédita de respaldo del gobierno de Donald Trump. El secretario de Comercio de Estados Unidos, Scott Bessent, quien la semana próxima se reunirá con Milei y Caputo en Buenos Aires.
Se especula con que Estados Unidos podría liberar fondos por unos u$s5.000 millones para auxiliar a la Argentina en esta delicada coyuntura. Existiría la decisión política de Donald Trump de brindar un respaldo sin fisuras a su amigo "Javier Milei", sobre todo porque la Argentina es la única de las tres principales economías sudamericanas alineadas con el republicano. Brasil y México están en otra sintonía.
A estos respaldos, Caputo le podría sumar un respaldo adicional a través de una línea REPO que ya tiene abierta con bancos internacionales, similar a la que obtuvo el año pasado. Por esa vía podría llegar otros u$s4.000 millones.
Así, entre FMI, organismos multilaterales, Estados Unidos y bancos podría liberar unos u$s35.000 millones para que la Argentina afronte la ebullición en su mercado cambiario.
Caputo cree que con semejante respaldo, sumado a la liquidación de divisas esperada para el trimestre abril-junio, cualquier duda que tenga el mercado financiero sobre los pagos de la deuda quedará superada, más allá incluso de lo que ocurra con la errática política de Trump en materia arancelaria, que está provocando un terremoto financiero.
La visita del secretario del Tesoro de los Estados Unidos a Buenos Aires el lunes próximo podría incluir un refuerzo de financiamiento para la Argentina a través de una línea de crédito especial.
Esa asistencia adicional por parte del Tesoro norteamericano formaría parte de un paquete amplio para sumar dólares a las arcas del Banco Central.
Se estima que operaría como un agregado al primer desembolso que envíe el Fondo Monetario Internacional (FMI) -estimado en unos u$s10.000 millones-, una vez que el directorio apruebe el nuevo programa.
El Gobierno aspira a llegar a los u$s50.000 millones de reservas brutas, el doble de lo que tiene ahora.
Swap con China y financiamiento de Estados Unidos
Para ese objetivo se renovó el swap con China por unos u$s5.000 millones, a pesar de las advertencias en contrario lanzadas por el enviado especial de Trump para América del Sur, Mauricio Clave-Carone, un funcionario cercano a Sergio Massa que mantiene una larga enemistad con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
La línea de financiamiento desde el Tesoro de los Estados Unidos estará en la agenda con Bessent este lunes, cuando se espera que se reúna con Milei y Caputo.
En cuanto al FMI, ya se conoce que el programa tendrá una duración de diez años, en los cuales habrá un esquema de revisión trimestral de metas fiscales, monetarias y de acumulación de reservas.
También que habrá 4 años y medio de plazo de gracia sin que sean exigibles pagos que correspondan a este nuevo EFF y que la extensión llega a 10 años al tomar en cuenta el esquema de devolución de todos los fondos.
Además del apoyo financiero desde el Fondo Monetario habrá otra porción de otros organismos internacionales como el Banco Mundial, el BID y la CAF que ensancharían esa cuenta. El monto que llegará desde esa fuente podría alcanzar los u$s6.000 millones.
El Departamento del Tesoro dijo que el viaje de Bessent busca manifestar el "pleno apoyo" de los Estados Unidos al programa de reformas económicas que lleva adelante la administración de Milei.
En un comunicado oficial, el Tesoro dijo que "gracias al liderazgo decidido del presidente Javier Milei, la relación entre los Estados Unidos y la Argentina es más fuerte que nunca". "Espero con entusiasmo nuestras conversaciones positivas sobre la economía argentina y sobre las formas en que nuestras naciones pueden profundizar aún más su vital relación económica", dijo Bessent.
El funcionario también recordó el respaldo que Trump brindó al mandatario argentino, destacando su rol en revertir la crisis macroeconómica.
Dijo que el gobierno argentino ha optado por "la acción antes que las palabras" para aplicar sus políticas, en línea con el enfoque defendido por Milei desde que asumió en diciembre.
Entre los ejes que se abordarán durante las conversaciones con funcionarios y empresarios se encuentran los mecanismos para consolidar la estabilidad fiscal, estimular la inversión extranjera y reforzar la cooperación financiera entre ambos países.
Si se siguiera el mismo camino seguido por México en 1995 -cuando recibió una fuerte ayuda de Estados Unidos-, la Argentina podría garantizar el dinero que preste la administración Trump con exportaciones de petróleo, aunque eso generaría nuevas controversias con la oposición, que ya asestó varios golpes políticos a Milei esta semana.
A qué se destinarían los fondos del FMI
El posible respaldo financiero desde Washington se sumaría al nuevo programa que el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé aprobar este viernes.
El acuerdo con el organismo, bajo la modalidad Extended Fund Facility (EFF), contempla un total de u$s20.000 millones, con un primer desembolso más abultado de lo habitual -tal vez hasta u$s10.000 millones-.
Parte de esos fondos se destinarían a la recompra de Letras Intransferibles, lo que permitiría al BCRA mejorar la calidad de sus activos y aumentar su tenencia de dólares.
En Washington fuentes diplomáticas especulan con que Trump quiere a la Argentina como un gran ejemplo para el resto de Latinoamérica, como lo fue Chile en épocas pasadas.
Para la Argentina, una señal de ese calibre por parte de Estados Unidos representaría un espaldarazo geopolítico y financiero decisivo. Se produciría cuando el Gobierno busca consolidar el equilibrio macroeconómico y sostener la expectativa de cambio que transmitió al electorado.
Jaime Reusche, de la calificadora de riesgo Moody's, consideró que el acuerdo de 20.000 millones de dólares con el FMI "es un ancla importante que ayudará a Argentina a prepararse para la siguiente fase de su ajuste, que implica la eliminación del cepo y los controles de capital".
La agencia considera que ayudará a estabilizar los niveles de reservas internacionales, "que han disminuido en los últimos meses, lo que indica un tipo de cambio real que no ha encontrado un equilibrio sostenible".
Sin embargo, advierte Reusche, el panorama a largo plazo se ha "ensombrecido" dado que los flujos de inversión real previstos en el sector extractivo argentino, "claves para estabilizar las finanzas externas tras la eliminación de los controles de capital y de divisas, son ahora más inciertos debido a la caída de los precios de los hidrocarburos como resultado de la guerra arancelaria".
Para Martín Redrado, director de la Fundación Capital y expresidente del Banco Central, será clave conocer la "letra chica" del acuerdo con el Fondo Monetario.
Sostuvo que la Argentina necesita "clarificar su política cambiaria, que es la principal incertidumbre que se ha planteado a partir de también propias declaraciones del equipo económico".
Y sobre el volumen del desembolso, fue optimista: "Quizás el monto inicial sea mayor del que estaba previsto, de u$s8.000 millones, y eso puede sorprender positivamente al mercado".