¿Fracasa el techo salarial de Massa?: los sindicatos rechazan paritarias con tope del 60%
El lanzamiento de la ampliación del Programa Precios Justos, encabezado por el ministro de Economía Sergio Massa, le sirvió a la conducción de la Confederación General del Trabajo (CGT) para sentar bases sobre la discusión salarial del 2023. Uno de los titulares de la central obrera, Héctor Daer, fue claro: Respaldarán las medidas antiinflacionarias, pero "no vamos a resignar la libertad de las paritarias", remarcó.
Traduciendo: Si los precios se alinean en el 60 por ciento, acompañarán las intenciones del Gobierno. Caso contrario, cada sindicato discutirá lo que crea conveniente.
En su discurso, ante funcionarios, sindicalistas y empresarios, Daer ratificó el apoyo de la central obrera a la iniciativa de Massa, al tiempo que reivindicó la vigencia plena de las negociaciones colectivas sin techo ni topes.
Manifestó: "Representamos a un sector que está convencido de que tenemos que ir en contra de la inflación y por eso acompañamos esta iniciativa".
Pero, inmediatamente subrayó: "También la acompañamos desde una lógica de interés propio, de reivindicar la libertad de paritarias que tenemos y que no vamos a resignar nunca" y agregó: "Vamos ir con la responsabilidad necesaria para que todas estas medidas tengan el doble éxito".
"Aumentar el poder adquisitivo y bajar la inflación"
El también titular del sindicato de la Sanidad aprovechó el auditorio de funcionarios y empresarios para ratificar que el objetivo del movimiento obrero es "aumentar el poder adquisitivo del salario y aplanar en una pendiente definitiva este proceso inflacionario".
Daer estuvo acompañado por el otro cotitular de la central Acuña, y dirigentes del consejo directivo como Rodolfo Daer (Alimentación), Luis Hlebowicz (Pasteleros), Cristian Jerónimo (Empleados Vidrio) y José Minaberrigaray (Empleados Textiles), estos dos últimos referenciados en el moyanismo, un dato no menor, teniendo en cuenta que Pablo Moyano, otro de los cotitulares de la CGT no suele participar de estos actos, dejando en claro que (por ahora) la central se dobla pero no se rompe.
Consultado por iProfesional, Minaberrigaray destacó que el encuentro "fue positivo porque estaban representados el Estado, los empresarios y las organizaciones gremiales en búsqueda de parar con esta inflación; ahora, cada uno debe hacerse cargo y cumplir su rol". Añadió que "es imprescindible generar políticas para mejorar el poder adquisitivo del salario, porque con un costo de vida cercano al 100 por ciento es muy difícil corregir la pérdida del salario solamente con paritarias".
Otros voceros gremiales señalaron: "Ni los sindicatos ni los trabajadores somos culpables de la inflación. Acá las medidas se deben dar desde el Gobierno y los empresarios que, por diferentes motivos, son los formadores de precios" y planteó: "Si el Gobierno no controla y las empresas remarcan y remarca, qué podemos hacer desde los gremios".
La postura de la CGT, el Moyanismo y las dos CTA
Debajo del escenario, el clima entre empresarios, funcionarios y sindicalistas fue distendido y poco se habló de negociaciones salariales, pero parece un hecho que las pretensiones del Palacio de Hacienda de poner un techo del 60 por ciento a las paritarias ya fue.
La propia ministra de Trabajo Raquel "Kelly" Olmos salió a aclarar que las intenciones del Gobierno van en línea con el presupuesto y que "los salarios le tienen que ganar a la inflación".
Tanto en público como en privado, los dirigentes cegetistas sostienen que acompañarán las medidas del Ejecutivo, pero que cada gremio negocia las paritarias como les conviene, no solo teniendo en cuenta el proceso inflacionario, sino la pérdida del poder adquisitivo que se arrastra de tiempos macristas sumados a la pandemia.
Desde otros espacios como el Frente Sindical para el Modelo Nacional (moyanismo), el secretario Adjunto de los Mecánicos (SMATA) Mario "Paco" Manrique, avisó que "para que haya un techo del 60 por ciento en las paritarias el Gobierno y los empresarios tienen que garantizar que no haya aumento de precios".
Ni hablar de las dos CTA. Hugo Yasky (de los Trabajadores) y Hugo "Cachorro" Godoy (Autónoma) rechazaron de plano porcentajes y coincidieron en criticar las ganancias obtenidas en los últimos años por las grandes compañías.
A la puja distributiva se le suma un dato no menor: Año electoral donde la conflictividad de los movimientos sociales se potenciará, al tiempo que el Ejecutivo pretende encuadrar las paritarias bajo el arbitraje de la cartera laboral, donde "Kelly" Olmos y su equipo deberán operar a destajo.
Se disparó la conflictividad laboral
Enero comenzó con buenas noticias que se fueron desdibujando. Comercio (más de 1.200.000 trabajadores y trabajadoras) logró un acuerdo hasta marzo, los estatales nacionales también cerraron un aumento del 97 por ciento y los municipales porteños (SUTECBA) que lidera el histórico Amadeo Genta firmaron por el 60 por ciento anual con cláusula de revisión en julio.
De esta forma, el jefe de Gobierno de la Ciudad Horacio Rodríguez Larreta se convirtió en un aliado a las políticas salariales de Massa.
Pero, a pesar del verano, empezaron a correr los conflictos. Al Sindicato de la Televisión (SATSAID) que encabeza Horacio Arreceygor le dictaron la conciliación obligatoria tras una serie de medidas de fuerza que afectaron los canales abiertos y las productoras.
Las patronales habían elevado una propuesta y después la retiraron. En tanto, la Asociación Bancaria (AB) que lidera Sergio Palazzo dispuso el estado de alerta y movilización ante la falta de una oferta salarial de las cámaras.
En tanto, la Asociación de Empleados de Despachantes de Aduana (AEDA) anunció para el miércoles un paro por 24 horas que se suma al estado de alerta y quite de colaboración que viene aplicando en una actividad que, en materia de exportaciones, genera alrededor de 23.000.000 de dólares diarios en las terminales del puerto porteño, ingreso de divisas que se vería afectado por la medida de fuerza en las terminales Río de La Plata y APM Terminals del puerto porteño.
A esto hay que agregarle conflictos puntuales, como el del sindicato de Neumático (SUTNA) en Bridgestone o el Sindicato del Seguro, cuyo titular Jorge Sola señaló que siguen las protestas en el Swiss Medical y Escudo Seguros por fraude laboral y reclamos salariales. Además, crece el reclamo de distintas organizaciones gremiales contra el impuesto a las Ganancias, demanda que en marzo podría disparar acciones como movilizaciones de distintas Federaciones como las marítimas y portuarias.
Massa y el control de las organizaciones gremiales
En la presentación de esta nueva etapa de "Precios Justos", Massa destacó que "el primer desafío que recorrimos como hace seis meses fue desacelerar lo que algunos describían como el camino hacia una hiperinflación" y destacó: "No vale la pena buscar culpas, ni culpables, sino enfrentar los problemas y resolverlos con todos los sectores".
Expresó que "la inflación es el peor veneno que tiene una economía, porque es pérdida de valor del salario y de la moneda" y expresó que con la ampliación de este plan hay casi 50.000 productos que hasta el 30 de junio aumentarán el 3,2 por ciento mensual solamente y que hay 2.000 productos que mantendrán su precio fijo, "para que el trabajador pueda elegir al comprar", afirmó.
En cuanto a la polémica que se desató por la intervención de organizaciones en el control de precios -más concretamente del Sindicato de Choferes de Camiones de los Moyano-, el ministro indicó: "Para aquellos a los que no les gustan las verificaciones físicas de los sindicatos o los inspectores, instrumentamos un sistema online de verificación".