El dólar blue en baja y el ahorrista avanza: casi no hay brecha entre las dos cotizaciones
Con el precio real del dólar para el ahorrista en los bancos avanzando durante la jornada hacia los $153 y el denominado blue inmóvil en $154 para la venta, la brecha entre estas dos cotizaciones cayó este jueves por la tarde a un mínimo del 0,8%.
Por otra parte, el denominado dólar MEP ascendía 0,8% en la jornada, si bien cerró a $147,90; mientras que el llamado contado con liquidación finalizó la jornada a $150,65.
El precio promedio del dólar en los bancos que operan en la Ciudad de Buenos Aires operaba este mediodía en los $86,20 para la compra y $92,58 para la venta, un 0,15% por encima del cierre de ayer.
Con la suba registrada este mediodía, el tipo de cambio solidario -que contempla una presión impositiva del 65%- ascendía hasta los $152,76. Si bien después tuvo una lenta baja hasta $151,80.
Las posturas de venta en el segmento mayorista del dólar se ubicaban en torno a los $87,20 por unidad, diez centavos arriba del cierre del miércoles. .
En el sector informal, el tipo de cambio minorista se ubicaba en los $151 comprador y $154 vendedor, el nivel más bajo desde el 22 de diciembre pasado.
El dólar blue tocó el precio más bajo en un mes
Las distintas referencias cambiarias que se venden a los ahorristas minoristas, tanto en el segmento legal como en la Bolsa de Comercio y las cuevas, se ubican en un rango que va de los $150 a los $154.
En medio de los nubarrones que se presentan para el futuro cercano del país, el gran interrogante que se hacen los argentinos es hasta cuándo se mantendrá el dólar en este nivel.
Sobre todo, por la expectativa de que puede haber un abrupto ajuste en el mercado ante la incertidumbre y las distintas dudas que se generan con el año electoral en vista.
A lo que se le suma la falta de acuerdo con el Fondo Monetario, la inflación en aumento, la decaída actividad económica por la pandemia y el bajo nivel salarial, entre otras cuestiones claves.
La radiografía de hoy muestra que tanto el "dólar solidario", que es el minorista más impuestos, como los que se obtienen en los segmentos libres, que son los que se consiguen en la Bolsa de Comercio y en las cuevas de la City, se ubica a un precio piso de $150 desde octubre del año pasado a la fecha.
Por eso, ante la escasez de divisas en las reservas del Banco Central y la incertidumbre que conlleva el país en todo sentido, la pregunta obligada que se hace el mercado es hasta cuándo durará este "veranito" cambiario.
En este sentido, Gustavo Quintana, operador de PR Cambios, resume a iProfesional: "En el cortísimo plazo no se ven razones importantes para que abandone ese nivel ($150). Seguramente, a fines del primer bimestre del año, podremos ver si el reflujo de pesos y la caída estacional de la demanda de los billetes nacionales se revierten, como para impulsar un reacomodamiento de los precios".
Para profundizar este tema, Diego Piccardo, economista de la Fundación Libertad y Progreso, detalla a este medio que Argentina fue uno de los países que más sufrió la crisis desatada por la pandemia.
"Según el Foro de Davos, fuimos de los países que peor manejamos la crisis tanto en términos económicos como sanitarios. Esto deja una situación social muy delicada, con el salario real cayendo a pesar de tener congeladas las tarifas, de Precios Cuidados y sus variantes, prepagas congeladas, entre otras medidas", relata.
Por esta razón, sostiene Piccardo que el Gobierno "no quiere permitir un salto abrupto del tipo de cambio antes de las elecciones legislativas de octubre, que profundicen aún más el malestar en la gente. La pregunta es si logrará hacerlo y cómo lo hará".
Un verano tranquilo... ¿hasta cuándo?
En la actualidad, según los economistas, existen distintos fundamentos que explican por qué el dólar se mantiene en estos niveles.
Primero, continúa el cepo cambiario que establece un cupo de acceso a la compra de divisas de un máximo de u$s200 al mes, contados los gastos con tarjetas en productos y servicios del exterior.
"Por eso, el dólar está artificialmente bajo porque la demanda está restringida, con muchas personas imposibilitadas de comprar porque no tienen los ingresos suficientes para justificar estas operaciones, y porque el Banco Central ofrece dólares en el mercado", describe Piccardo a iProfesional.
Y completa: "No hay dudas de que las restricciones a la compra de divisas seguirán. En cambio, la incógnita pasa por si estas limitaciones se profundizarán aún más en el caso de que, para mantener calmo el tipo de cambio oficial, el BCRA tenga que ofrecer muchos más dólares de los que viene ofreciendo ahora".
Por lo tanto, también se debe ver un segundo punto clave, que es el nivel de reservas, de las cuales se calcula entre los analistas que el monto real disponible es muy bajo.
"La capacidad del Gobierno de evitar devaluar antes de las elecciones está supeditada al nivel de reservas netas del Banco Central, que hoy ronda los u$s5.000 millones", menciona Piccardo.
En este sentido, se estima que en diciembre y en casi todo enero, la autoridad monetaria pudo comprar unos u$s1.000 millones, debido al incremento de la demanda estacional de pesos en estos meses.
Una situación que se revertirá en febrero y marzo, "ya que no tendrá esa demanda de pesos a favor, dificultando el panorama para hacerse de reservas", alerta el economista.
El dato alentador que puede amortiguar la cantidad de dólares necesarios por el Gobierno, es la suba que se produjo en el último tiempo en los precios de las materias primas, ya que, según datos de la Fundación Libertad y Progreso, este año le estará dando un ingreso adicional a las arcas oficiales de alrededor de u$s5.500 millones.
"Esto le daría un gran alivio para comprar reservas al Banco Central, con el objetivo de recuperar poder de fuego para mantener a raya al tipo de cambio", dice Piccardo a iProfesional.
Por eso, afirma que en el 2021 el Central deberá ver cómo financiará el déficit fiscal del Tesoro, sin agregarle "más nafta al fuego". Es que en el 2020 ya le giró $2 billones, entre adelantos transitorios y transferencias de utilidades.
Además, este año, el Gobierno espera que el déficit fiscal primario pase de 6,5% del PBI al 4,5% del PBI, lo que significa que la asistencia monetaria "seguirá con gran vigor en 2021, lo que va a generar ruido en los dólares paralelos", detalla el experto.
"Todo tiene un costo. El afán del Gobierno por mantener planchado el dólar por motivos electorales implica que la brecha cambiaria seguirá siendo grande y, a medida que avance el año, y la demanda de dinero caiga y la emisión se acelere, se ampliará aún más", resume Piccardo.
Al respecto, Guido Lorenzo, economista jefe de la consultora LCG, coincide con este diagnóstico, y completa: "La primera mitad de año, si no hay tanta conflictividad política, puede ser que se atraviese de forma tranquila, principalmente por la cuestión estacional de que hasta mayo ingresa la liquidación de la cosecha gruesa".
Aunque este economista alerta que la situación puede cambiar abruptamente si se modifica el humor social, y "puede dar vuelta los papeles".
Sobre el precio que tiene hoy el dólar en el mercado para el público, Lorenzo considera que, en la situación actual, "no sé si seguirá en torno a los $150, pero se puede mantener con la misma brecha cambiaria que hora, mientras que el tipo de cambio oficial se va actualizando lentamente al ritmo de la inflación".
El desafío ocurrirá más cerca de las elecciones, debido a que los economistas sostienen que puede haber más demanda precautoria de divisas, hecho que puede alterar el panorama.
A lo que se le puede sumar el componente estacional, donde descienda la oferta.
"Tenemos unos primeros 5 meses del año más tranquilos, y se puede tener alguna dificultad luego, si el panorama no va bien", resume Lorenzo.
En definitiva, acota Piccardo, el Gobierno "tiene herramientas para llegar a octubre deslizando lentamente el tipo de cambio, pero sin saltos bruscos que atenten contra sus objetivos electorales".
Pero advierte: "Por más ´éxito´ que pueda llegar a tener, sería una ´victoria pírrica´, ya que sería a costa de la muy golpeada economía argentina, que pide a gritos reformas estructurales que le permita ordenar la macroeconomía. También reglas claras internas, para que el sector privado pueda desarrollarse y crear empleo genuino, con el fin de sacar a la mitad de la población que hoy se encuentra por debajo de la línea de pobreza".-