Un aliado inesperado: el Gobierno encontró en Ezeiza a un actor clave para paliar la fuga de dólares
En medio del coronavirus y frente a la incesante caída de las Reservas del Banco Central, hay un "aliado" que juega a favor de la autoridad monetaria: el cierre de los aeropuertos internacionales. El turismo de argentinos al exterior luce como uno de los déficit de divisas recurrente: los argentinos gastan afuera más dólares de lo que dejan los extranjeros cuando pasean por la Argentina.
Se trata de un déficit estructural, que se produce tanto si el país tiene un tipo de cambio competitivo como si luce atrasado.
El año pasado, por caso, y ya con un tipo de cambio que lucía competitivo, el déficit por viajes, pasajes y otros pagos con tarjeta en el exterior alcanzó la friolera de u$s5.681 millones.
Esto significa, ni más ni menos, que uno de cada tres dólares del superávit comercial del año pasado se fueron por los gastos de los turistas argentinos que pasean por el extranjero.
En años con atraso cambiario, como pudo ser el 2017, la salida de divisas en concepto por turismo trepó al doble que el año pasado. Fueron u$s10.661 millones.
El Gobierno se fijó dos semanas de plazo para frenar la fuga de dólares: ya hay nuevas medidas drásticas en preparación
El hecho de que los aeropuertos permanezcan cerrados por culpa del coronavirus juega -acaso sin quererlo- a favor del cuidado de las Reservas, que de por sí vienen cayendo ante la aceleración de la dolarización de los ahorristas.
El ministro de Transporte, Mario Meoni, ya advirtió que es casi imposible que el 1° de septiembre se reanuden las operaciones del aerotransporte como estaba previsto. "Hasta tanto las autoridades sanitarias no tengan un panorama más claro respecto de la situación en general, los vuelos van a seguir estando restringidos. Esperamos que el transporte aéreo vuelva en los próximos 60 días", apuntó el ministro días pasados.
Esta estrategia diferencia a la Argentina de otros países, incluso de la región: Canadá, Estados Unidos (donde nunca se dejó de volar), México, Brasil, Ecuador, Chile, Perú y Uruguay están operando casi con normalidad.
Ezeiza, con operaciones mínimas
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Mientras tanto, en Ezeiza las operaciones son mínimas. Con la única excepción de algunos vuelos de repatriaciones, el resto permanece bloqueado hasta nuevo aviso.
Esta demora, por lo mencionado anteriormente, está jugando a favor de las Reservas del Banco Central. Está claro que sobre los u$s800 a u$s1.000 millones que los ahorristas argentinos le están sacando al BCRA utilizando el cupo de u$s200 mensuales del dólar "ahorro", habría que añadirle al menos u$s500 millones por mes que se llevarían los gastos por el turismo en el extranjero, si es que continúa la tendencia "conservadora" del añopasado.
Durante el último verano, y ya con el impuesto PAIS del 30% sobre los gastos realizados con las tarjetas, los argentinos dejaron con déficit al Banco Central. La única diferencia es que en el verano, el dólar con el impuesto alcanzaba a unos $80-$85 (prácticamente el mismo valor que por entonces tenía el "blue") contra los $100 que tiene ahora, por debajo de los $133 del "paralelo".
El último Hot Sale dejó una pequeña muestra de lo que podría suceder apenas se vuelvan a abrir los aeropuertos, con ventas récord tanto de pasajes por la Argentina como hacia el extranjero.
El Gobierno, por lo visto, se ha tomado algunas semanas adicionales antes de pensar en una nueva estrategia para evitar una fuga adicional de Reservas, que determinan una nueva (y tan temida) devaluación.