El Gobierno se fijó dos semanas de plazo para frenar la fuga de dólares: ya hay nuevas medidas drásticas en preparación
En el directorio del Banco Central son enfáticos: "Si nada cambia, hay que tomar decisiones drásticas de acá a dos semanas", dicen. Se refieren a la posibilidad concreta de reducir a la mitad -o, directamente, eliminar- el cupo mensual de u$s200 que los argentinos pueden comprar en los bancos al tipo de cambio oficial más el impuesto PAIS.
Si continúa la tendencia de las primeras dos semanas de agosto, esas compras minoristas se llevarán unos u$s1.000 millones este mes. Un monto récord. Supone más de cinco millones de personas que compran el denominado "dólar ahorro", que cerró la semana en $100,50.
La posibilidad de cortar la compra de dólares "oficiales" es respaldada por Miguel Pesce y la mayoría del Directorio de la entidad.
En cambio, es rechazada por Martín Guzmán. La evaluación del ministro de Economía es que una mutilación del cupo de u$s200 tendrá perjuicios notorios. La más evidente tiene que ver con el lógico salto del dólar "blue". Guzmán teme, además, que con esa medida restrictiva se evaporará la expectativa positiva generada tras el arreglo con los acreedores por la deuda.
Guzmán y Pesce ya han tenido, en el seno del gabinete económico, diferencias de opiniones sobre las medidas que deberían tomarse. Pero hasta ahora nunca sobre un punto tan decisivo como qué hacer frente a la pérdida de las Reservas del Banco Central.
Hasta el último martes (último dato disponible), el BCRA registró una pérdida de u$s507 millones por la creciente demanda de divisas. En lo que va del año, la sangría ya roza los u$s1.000 millones. Para tener una idea de la gravedad del escenario: en estos primeros ocho meses y medio, el superávit comercial ascendió a unos u$s10.000 millones. El Banco Central, en lugar de atesorar esas divisas, es un espectador de la fuga.
Para el Banco Central, esta dinámica luce insostenible. "Algo hay que hacer", insisten. "O achicamos, o cortamos la canilla del dólar ahorro. O trabamos más importaciones. Lo que sería contraproducente si queremos que la actividad económica vuelva a expandirse", apunta la fuente a iProfesional.
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Devaluación no, ¿dólar linked sí?
Las próximas dos semanas serán claves. En el último encuentro del gabinete económico, Guzmán insistió en que el escenario mejorará después del lunes 24. Ese día debería refrendarse el preacuerdo con los acreedores, con quienes se continúan negociando la letra final de las condiciones de los nuevos bonos que surjan del nuevo canje de la deuda.
"Nosotros no vamos a devaluar. Que se lo saquen de la cabeza. No habrá un salto del tipo de cambio ni una aceleración de las mini devaluaciones diarias. No vamos a acelerar la inflación en un momento donde el país necesita recuperar la actividad perdida por la pandemia", aseveran desde el Central.
"No vamos a ser responsables de un mayor aumento de la pobreza", dicen.
En paralelo, en Reconquista 266 estudian distintas alternativas con el mismo objetivo: quitar presión sobre las Reservas.
Una idea que avanza refiere a la posibilidad de que los bancos ofrezcan "depósitos dollar linked". Esto es: que los ahorristas hagan plazos fijos en pesos pero con la certeza de que no van a perder contra la evolución del tipo de cambio.
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De esa manera, creen los funcionarios, podrían darle una alternativa a los millones de ahorristas que, mes tras mes, utilizan su cupo de u$s200 por temor a una devaluación. "Una persona que compra de a u$s200 mensuales, al final de año puede hacer poco y nada con esos 2.400 dólares. Y al país le significa un esfuerzo notable", dice la fuente oficial a iProfesional.
La idea es que los nuevos depósitos "dollar linked" les sirva a los ahorristas como una suerte de seguro contra una eventual devaluación, preservando su dinero en moneda dura.
"Uno a uno" para los autos importados
La otra medida que está bajo estudio se vincula con el sector automotor.
Habría una imposición a las automotrices para que sólo puedan importar vehículos por el mismo valor de lo que exporten. Un esquema donde por cada dólar importado debe ser compensado por un dólar de exportación.
Este tipo de condición ya fue ensayada en su momento por Guillermo Moreno durante el gobierno de Cristina Kirchner. La diferencia notable, ahora con las automotrices, sería que a estas empresas no se les permitiría exportar otra cosa que no sean automóviles o productos fabricados en sus plantas argentinas.
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"No puede ser que Ratazzi nos pida dólares a nosotros pero cuando vende a Brasil, allá acepta que le paguen en reales. Si Fiat o las demás terminales van a querer importar vehículos tendrán que salir a exportar. Un dólar por un dólar", cuentan a iProfesional en estricto off the record.
La otra vía explorada remite al swap de monedas rubricada entre la Argentina y China. El BCRA acaba de confirmar ese canje, por lo que se aseguró el equivalente a u$s18.500 millones. Esto significa que cuatro de cada diez dólares que quedan en el Central se explican por este acuerdo con China.
En el BCRA están guardados los yuanes aportados por China, por lo que su conversión a dólares debería contar con un acuerdo de Beijing.
De todos modos, en el propio Gobierno admiten que una decisión de ese tipo sería muy polémica ya que se terminaría replicando una fórmula utilizado por la administración Macri: tomar deuda para abastecer la ola dolarizadora.
El problema de base radica en la gran cantidad de argentinos que mes tras mes compra dólares en la ventanilla del BCRA. Para muchos de ellos se trata de ganar con la brecha entre la cotización del oficial ($100,50 con el impuesto PAIS) para venderlo en el mercado paralelo, a 123 pesos promedio.
El BCRA intentó quitarle fuerza a esta ola el mes pasado, cuando bloqueó miles de cuentas a los denominados "coleros digitales". Los bancos bloquearon operaciones sospechadas de formar parte de una red para comprar dólares en el mercado oficial. Y luego retirarlos de los bancos en efectivo para luego venderlos en el mercado "paralelo".
Pero lo cierto es que en julio hubo cuatro millones de ahorristas que usaron el cupo de hasta u$s200 que permite mensualmente el Banco Central. En total se llevaron entre u$s700 y u$s750 millones, lo que da una idea de la fiebre dolarizadora de los argentinos.
Se trata de un récord en la cantidad de ahorristas que compraron dólares en la "ventanilla" del Banco Central. Se trata de una cantidad que viene creciendo mes tras mes. Y que está provocando una constante sangría de reservas, que el Banco Central está urgido por cortar.