Ciencia al servicio de la mujer: mano a mano con el médico que revoluciona la recuperación de la cirugía mamaria

La cirugía mamaria viene experimentado una transformación radical en los últimos años gracias a innovadores protocolos desarrollados por especialistas como el cirujano argentino Juan Manuel Seren (MN 107.174). Este médico argentino, con más de 20 años de experiencia, revolucionó el campo de la cirugía estética y reconstructiva con su técnica SBS (Seren Breast Surgery), basada en el protocolo ERABAS (Enhanced Recovery After Breast Augmentation Surgery), que permite a las pacientes retomar su vida normal en tiempo récord.

Graduado con honores en la Fundación Barceló - Universidad de Ciencias Médicas de Buenos Aires y especializado en cirugía plástica en la Pontificia Universidad Católica Argentina con un promedio de 10, Seren comenzó su carrera como cirujano general antes de enfocarse en la cirugía plástica. Su innovador enfoque fue inspirado por el concepto de Fast Track Surgery, desarrollado por el médico danés Henrik Kehlet en 1997, adaptando estos principios a la cirugía mamaria.

En julio de 2024, la prestigiosa revista internacional Aesthetic Plastic Surgery publicó un estudio retrospectivo, que involucró a 2.906 pacientes, dirigido por Seren y su equipo. Los resultados demostraron que el 95,32% de las pacientes lograron una recuperación funcional completa en las primeras 24 horas posteriores a la cirugía, un logro sin precedentes que llama la atención de especialistas de todo el mundo.

En esta entrevista, Seren revela los detalles de su protocolo y desmiente algunos de los mitos más comunes sobre la cirugía mamaria.

-¿Cómo el protocolo ERABAS está cambiando la vida de las pacientes que se someten a cirugía mamaria?

El protocolo ERABAS representa un cambio de paradigma en la cirugía mamaria. Lo más significativo es que hoy podemos afirmar con respaldo científico que la rápida recuperación es ciencia y no ficción. Nuestro estudio retrospectivo de más de 10 años, que involucró a más de 2900 pacientes, demostró que el 95,32% de las pacientes logra una recuperación funcional en las primeras 24 horas posteriores a la cirugía. Esto significa que pueden reincorporarse a sus actividades cotidianas de manera rápida y segura, con mínimo dolor y molestias postoperatorias.

-¿Cuál fue el mayor desafío al desarrollar este protocolo?

Demostrar la veracidad, es decir, validar científicamente el método. Esto se logró mediante un exhaustivo estudio estadístico en   dos modelos de regresión logística binaria, tomando como variables respuestas al tiempo de recuperación (var. dicotómica: ≤24h; >24h) en un caso y al dolor posquirúrgico en otro. Los resultados fueron claros: nueve de cada diez de nuestras pacientes experimentan una recuperación excelente en las primeras 24 horas.

-¿En qué consiste exactamente el protocolo ERABAS?

El protocolo combina anestesia intravenosa, con monitoreo intraoperatorio de hipnosis,  analgesia  multimodal, hemostasia proactiva y un riguroso control del trauma y intraoperatorio, eliminando el uso de drenajes y vendajes. Incorpora diez principios clave: anestesia intravenosa total con fármacos de corta duración; manejo multimodal del dolor y las náuseas; control de la temperatura corporal durante la cirugía; hemostasia proactiva mediante identificación y coagulación de vasos sanguíneos; mínimo trauma quirúrgico; incisiones pequeñas y tiempo quirúrgico reducido; no uso de opioides en el postoperatorio; eliminación de drenajes y vendajes compresivos; movilización inmediata de los brazos; y rápido retorno a la vida normal.

-¿Cómo es el proceso de recuperación para una paciente que se somete a este procedimiento?

Con este protocolo, no hay drenajes, no hay prendas compresivas, y hay movilidad inmediata luego de la cirugía. Incluso, se puede conducir un vehículo entre las primeras 24 a 48 horas. La paciente, al regresar luego de la cirugía, puede ducharse, retirar el top postoperatorio y utilizar corpiños normales, con plena movilidad de brazos. Es decir, el posoperatorio es mínimo y prácticamente no hay convalecencia. La única restricción postoperatoria inmediata son las actividades físicas que generen taquicardia.

-Además del protocolo ERABAS, desarrolló una nueva técnica quirúrgica. ¿En qué consiste?

Hemos descrito a nivel mundial una nueva secuencia de disección subpectoral para la realización del bolsillo del implante mamario,  que permite realizar cirugías de aumento mamario sin sangrado intraoperatorio. Esto, sin dudas, acelera y mejora la recuperación de la paciente. Esta nueva secuencia es fundamental para la recuperación rápida en la etapa intraoperatoria. Al hacer un bolsillo exangüe, reducimos significativamente el trauma quirúrgico y tiempo de la cirugía, permitiendo que un aumento mamario se complete en menos de 40 minutos. Esto significa menos drogas anestésicas, y menor impacto anestésico en el paciente, menos  tiempo quirúrgico  y una más rápida recuperación.

En cuanto a la hemostasia prospectiva, esta secuencia de disección nos permite identificar los vasos de la mama. Hemos identificado solo ocho vasos arteriales, de los cuales hay tres, que son las ramas terminales del quinto perforante, rama de la arteria mamaria interna. Coagulando estos tres vasos -AICAP, MICAP Y LICAP- logramos controlar fácilmente la hemostasia del bolsillo mediante nuestra secuencia de disección, la cual ha sido publicada en Aesthetic Plastic Surgery. Esta secuencia nos permite controlar y realizar cirugías mamarias con un riesgo de sangrado del 0,13 %. 

-¿Qué pacientes son las candidatas ideales para una recuperación ultra rápida?

Tras realizar un análisis estadístico, pudimos identificar a las pacientes ideales para una cirugía mamaria con recuperación acelerada. Aquellas pacientes sometidas a un aumento mamario con un bolsillo subfascial, que tengan menos de 35 años, que reciban implantes mamarios menores a 350 cm cúbicos y que no fumen tienen un 98,9% de recuperación en las primeras 12 horas. Esto significa que una mujer joven y sana, con implantes de tamaño pequeño, que sigue el protocolo ERABAS, con un bolsillo subfascial, puede retomar sus actividades la misma tarde de la intervención.

-Existen muchos mitos sobre los implantes mamarios. ¿Podría aclararnos algunos?

Uno de los principales es que "me opero y la cirugía mamaria es para toda la vida". Pero, lamentablemente, la cirugía de prótesis mamarias representa una etapa en la vida de la mujer, no un resultado definitivo. Es más preciso considerar la cirugía mamaria como una fotografía instantánea, en lugar de una película completa. Los cambios de peso, hormonales, la menopausia, la lactancia y el embarazo, así como los cambios en la dieta alimentaria, alterarán la forma y el aspecto de las mamas a lo largo del tiempo. Además, no existen implantes mamarios diseñados para durar toda la vida, a pesar de la creencia común.

-¿Entonces es cierto que los implantes deben cambiarse cada 10 años?

No, no es así. Al igual que la idea de que duran toda la vida, esta noción es incorrecta. Basándonos en las técnicas quirúrgicas modernas y en los avances tecnológicos en implantes mamarios, el recambio de prótesis se determina por las necesidades individuales de la paciente y el estado del implante.

-¿Qué otras dudas frecuentes escucha en el consultorio?

Recién hablábamos de los mitos y hay varios que persisten. Por ejemplo, que las prótesis pueden explotar en un avión, lo cual es falso; los implantes están diseñados para soportar cambios de presión. También está la idea errónea de que la cirugía mamaria es solo para mujeres que quieren aumentar su tamaño, cuando existen diversos procedimientos: aumento, reducción, reconstrucción post-mastectomía y procedimientos para que las personas transgénero realicen la transición a su género autoafirmado con la cirugía de feminización o masculinización torácica.

-¿Qué verdades importantes deberían conocer las pacientes?

Es importante saber que los implantes mamarios evolucionaron significativamente; los nuevos materiales son más livianos y funcionales. También es clave operarse en un centro con alta complejidad, aunque el prequirúrgico sea óptimo, pueden surgir complicaciones y contar con un equipo especializado es clave para garantizar seguridad. Y, por supuesto, que la recuperación puede ser rápida y con mínimo dolor, algo que hemos demostrado científicamente con nuestro protocolo.

-¿Cómo ve el futuro de la cirugía mamaria?

Estará marcado por una evolución constante hacia procedimientos menos invasivos, más seguros y con recuperaciones cada vez más rápidas. La tendencia es clara: minimizar el trauma quirúrgico, personalizar los tratamientos según las características individuales de cada paciente y seguir investigando para ofrecer resultados más naturales y duraderos. Nuestro compromiso con la investigación científica nos permite seguir avanzando en esta dirección, priorizando siempre la seguridad y el bienestar de las pacientes.