El atractivo precio del café brasilero en supermercados argentinos: cuánto está
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El café Cruzeiro, un clásico que se mete entre las compras de los argentinos que suelen viajar a Brasil o Chile, llegó oficialmente a los supermercados de nuestro país, despertando tanto entusiasmo como polémica por su precio. Se trata de una marca de café instantáneo, especialmente en su versión liofilizada, que ahora puede encontrarse en cadenas como Jumbo, Vea y Disco. La sorpresa llegó cuando los consumidores compararon los valores locales con los de los países vecinos, donde este café suele ser mucho más accesible.
Sin ir más lejos, fue un usuario de tiktok (@Santiagogaray801) el que descubrió la marcada diferencia de precios pero por sobre todo, como estos excedían por encima de la calidad que es prácticamente igual al de las grandes marcas vendidas en Argentina desde larga trayectoria, tales como Nescafé Gold, un referente Premium de la industria, adquirido por los usuarios consumidores de esta clase de productos.
Cuál es el origen del café Cruzeiro y dónde puede comprarse
El café Cruzeiro es una marca brasileña con una fuerte presencia en países de la región y una reputación bien ganada entre quienes buscan un café instantáneo de sabor intenso. Durante años, los argentinos que viajaban a Brasil lo compraban en grandes cantidades debido a su buena relación entre precio y calidad. También era común que los viajeros a Chile lo trajeran de regreso, dado que en aquel país solía conseguirse más barato que en Argentina.
La llegada oficial de esta marca a nuestros supermercados, se da en un contexto en el que el Gobierno flexibilizó las importaciones de productos de la canasta básica para frenar la inflación y fomentar la competencia en el mercado. Sin embargo, a pesar de que el café Cruzeiro ya se puede comprar sin necesidad de viajar, su precio en Argentina no resulta tan competitivo en comparación con otros países.
¿Cuánto vale el café Cruzeiro en comparación con las marcas Argentinas?
El café Cruzeiro en su versión liofilizada de 170 gramos se vende en supermercados argentinos a un precio de entre $9.900 a $14.600. En comparación, en Chile este mismo producto cuesta aproximadamente $9.500 en pesos argentinos.
Uno de los factores que explican esta diferencia es la carga impositiva en Argentina, que encarece la importación de productos en relación con naciones vecinas. También influye la estructura de costos de los supermercados y distribuidores locales, que deben contemplar márgenes de ganancia y gastos operativos más altos.
Ante esto, en el caso de querer adquirirlo a un precio más bajo, es importante destacar la búsqueda de precios entre góndolas y cadenas de supermercados, debido a que no cuentan con el mismo precio en todos lados. Un claro ejemplo es la estructura de valores en el supermercado Jumbo.
La opción más barata es el café instantáneo suave Cruzeiro, en lata por 100 gramos. Cuesta $5.150. Otra opción es el café instantáneo clásico Cruzeiro, en frasco por 100 gramos, a $5.600.
Para quienes prefieren el café instantáneo liofilizado Cruzeiro, en frasco de vidrio por 170 gramos, el precio es de $14.600. Su versión pequeña cuesta $9.350 (100 gramos).
En el caso de cápsulas Cruzeiro, el precio de la caja por 10 unidades arranca en $7.700. Mientras que el café molido pleno Cruzeiro, bolsa por 250 gramos, está a $9.800.
Para quienes buscan la mejor relación precio-calidad, la opción de comprarlo en Chile sigue siendo más conveniente, aprovechando el boom de las compras en el país vecino y haciendo un combo 2x1 combinando compras y vacaciones. Sin embargo, aquellos que priorizan la comodidad de adquirirlo en el país pueden encontrarlo en góndolas nacionales sin mayores complicaciones.
La competencia en el mercado de café importado: ¿Cómo afecta esto a la industria nacional?
La incorporación de Cruzeiro al mercado argentino también podría generar cambios en la competencia dentro del segmento de cafés instantáneos. Marcas como Nescafé, Arlistán y La Virginia dominan actualmente este rubro, pero la llegada de una opción importada podría modificar las preferencias de los consumidores y obligarlos a mejorar la calidad o los precios que generan controversia. En el caso de Nescafé, hay consumidores que todavía no pueden creer cómo es que 100 gr de café pueden llegar a valer $21.500.
De esta manera y sin una pronta reestructuración de precios, las marcas internacionales llegan para quedarse y ganar terreno en un mercado donde además de ofrecer buena calidad, también se debe considerar el precio.