Jennifer Lawrence rompió el silencio tras el robo de sus fotos íntimas: "Es un crimen sexual, una violación"
Jennifer Lawrence fue una de las víctimas de los hackers que más quedó expuesta cuando se difundieron en varias entregas fotos íntimas de famosas. Fueron muchas las celebrities que sufrieron ese asalto a la intimidad, pero lo de Jennifer fue un exceso: circularon todo tipo de imágenes muy privadas.
Y mientras la mayoría de las celebrities afectadas eligieron el silencio - a excepción de Kaley Cuoco, quien decidió reírse del asunto-, la actriz de Los juegos del hambre decidió hablar. "Tenía tanto miedo. No sabía como iba a afectar a mi carrera", confesó en la nota de tapa de Vanity Fair.
"El tiempo cura. Ya no lloro más por ello. Ya no puedo estar enojada. No puedo dejar que mi felicidad dependa de que encuentren a esa gente, porque pueden no hacerlo. Necesito encontrar mi propia paz".
El número de noviembre de la edición estadounidense de Vanity Fair la tiene como protagonista en una exclusiva mundial que se completa con una espectacular producción de fotos de Patrick Demarchelier. Contó que cuando comenzaron a circular las fotografías se planteó emitir un comunicado. "Cada palabra que intentaba escribir me hacía llorar o enfadarme. Empecé escribiendo una disculpa, pero no tengo nada por lo que pedir perdón. Estaba en una gran relación de cuatro años. Era a distancia y o tu novio va a ver porno o va a mirarte", explicó en su defensa.
"Sólo porque sea una figura pública, sólo por ser una actriz, eso no significa que haya pedido nada de esto. No significa que venga con el trabajo. Es mi cuerpo y debería ser mi elección [mostrarlo] y el hecho de que no lo sea es totalmente asqueroso. No puedo creer que vivamos en esta clase de mundo", cuestionó la actriz.
"No es un escándalo. Es un crimen sexual. Es una violación sexual. Es asqueroso", sentenció. Además, arremetió contra quienes vieron las fotografías: "Estás perpetuando una agresión sexual. Deberías encogerte por la vergüenza. Incluso la gente que conozco y quiero me dice: 'Sí, vi las fotografías'. No quiero ponerme furiosa, pero al mismo tiempo pienso: 'No te di permiso para ver mi cuerpo desnudo'", lanzó.
Luego, contó que la peor parte fue contarle a su padre lo que había pasado: "No me importa cuánto dinero he ganado con Los juegos del hambre. Te lo juro, a cualquiera que le de la opción de esa clase de dinero o hacer una llamada y contarle a tu padre que algo así te pasó, no lo vale". Para rematar, apeló a su clásico humor: "Afortunadamente estaba jugando al golf y estaba de buen humor".