Mercado inmobiliario: cómo la Inteligencia Artificial ayuda a comprar o vender una propiedad
El mercado inmobiliario, al igual que el resto de las industrias, no puede escapar a la transformación impulsada por el inevitable arribo de la inteligencia artificial (IA). Con el propósito de enriquecer la experiencia del usuario, a su tiempo los protagonistas del sector han comenzado a integrar la automatización en sus procesos para dar paso a una nueva era en cómo se presentan las propiedades y también poder ofrecer respuestas cada vez más personalizadas a las consultas de sus clientes.
"Desde la búsqueda de propiedades hasta la gestión de contratos, claramente hay una transformación que, a través de la IA, está redefiniendo cómo se realiza cada etapa de una transacción inmobiliaria", comenta Eduardo Laens, CEO de Varegos y docente del Programa Ejecutivo de Inteligencia Artificial de la Universidad de Palermo.
Se observan, sin dudas, avances y cambios notorios en todo lo que gira en torno al real estate, con un impacto cada vez más evidente. Hasta hace un tiempo, en el lenguaje habitual se hablaba de publicar propiedades en las plataformas para su compra, venta o alquiler, "ahora hablamos de sistemas inteligentes que analizan datos, personalizan experiencias y simplifican procesos para compradores, inquilinos y profesionales", remarca el fundador y director de Click Aparts, Ezequiel Wierzba.
Y aunque para algunos es prematuro calificar estos cambios de "revolucionarios", es real que la inteligencia artificial transita por "una gama más amplia de procesos, y esto es una excelente noticia", distingue Fabián Achával, CEO de la inmobiliaria de nombre homónimo.
Así facilita la inteligencia artificial la compra y venta de propiedades
A través de la interpretación de la información necesaria, la inteligencia artificial "es capaz de analizar las preferencias específicas de cada persona y ofrecer recomendaciones altamente personalizadas que se ajustan a sus necesidades, desde su ubicación y presupuesto, hasta accesos, distribución interna, estilos, etc.", especifica Laens. Tal como si existiera un asesor inmobiliario operando todo el día.
También genera búsquedas más intuitivas, por ejemplo, mediante imágenes como referencia (buscar "una cocina como esta") o realizando consultas en lenguaje natural, como "busco un departamento cerca de una escuela con buenas calificaciones"; lo que aparte de decantar en un ahorro de tiempo, incrementa sustancialmente "las posibilidades de encontrar la propiedad ideal de forma rápida y eficiente, algo que no solo beneficia al usuario, sino a las inmobiliarias", aclara Laens.
En el ámbito legal, permite examinar contratos, comparándolos contra la legislación vigente, identificando cláusulas clave y posibles riesgos, lo que agiliza y asegura las transacciones. En la misma línea, estas herramientas pueden potenciar la búsqueda cruzada entre inmobiliarios, situación que se da cuando utilizan la oferta de colegas para suplir demanda propia, acelerando el cierre de operaciones.
Los chatbots más avanzados responden preguntas con gran inmediatez, también suele pasar que "arrojan datos de lugares que tal vez no hayan sido parte de la búsqueda, pero por el estilo de vida del cliente, esto permite arrojarlo como sugerencia", comenta Wierzba. Un ejemplo práctico de esta tecnología es la plataforma Zillow, muy empleada en Estados Unidos. Utilizaron IA para generar una herramienta llamada "Zestimate", que estima el valor de una propiedad basándose en datos históricos, precios de inmuebles cercanos y las tendencias más recientes del mercado.
Los límites de la IA en el sector inmobiliario
Más allá de los avances tecnológicos, aún se evidencian puntos flacos. "Si hay algo contra lo que la IA no puede competir es contra la interacción emocional", destaca Laens. Pues no pude replicar la empatía y comprensión que un agente humano aporta en momentos decisivos de una transacción inmobiliaria. "La capacidad de percibir y responder a las emociones humanas sigue siendo una limitación significativa para las máquinas en este contexto".
Términos como "hogar acogedor" o "vista espectacular" contienen matices que los algoritmos actuales no siempre captan con precisión, lo que limita la efectividad de las búsquedas complejas. Y, no menos importante, "la ausencia de datos completos y fiables limita el rendimiento de estos sistemas. La IA depende de la calidad y cantidad de información disponible; por lo tanto, datos incompletos o sesgados llevan a resultados inexactos o poco útiles", completa.
Hoy los algoritmos "son muy buenos analizando datos claros y objetivos, pero hay datos que están más asociados a la experiencia humana, que no se pueden descifrar mediante estas herramientas (por ahora)", defiende Wierzba.
En concreto, una de las inmobiliarias que ya utiliza principalmente la IA es Narvaez. "El principal reclamo de los clientes en general es que no les responden a las consultas o, si les responden, lo hacen con mucha demora", pormenoriza su gerente de Emprendimiento, Alan Flexer.
Pero hay otro beneficio para el interesado: a través de la inteligencia artificial "podemos revisar en nuestra base de datos la información disponible y chequear qué tipo de propiedades son acordes a lo que el cliente está escribiendo o preguntando. Evitamos el típico problema de un call center en el cual el cliente debe explicar qué busca cinco veces", precisa.
Y explica que lo más sencillo es si la persona ingresa a través de la página web "porque sabemos por cuál anuncio preguntó". Pero, si no, puede tener una conversación y se la dirige a través del nombre de la calle, por ejemplo, si es un emprendimiento, si es una oficina o si es algo que vio en una cierta zona.
Su uso, asimismo, sigue presentando otros desafíos que tienen que ver con la naturaleza del mercado respecto al tema de valuaciones. Si bien uno puede ver lo publicado, "esto puede diferir del precio efectivo de cierre y, por ende, toda la información que está disponible y visible no resulta verídica; entonces puede construir valores que realmente no se asemejan". Es decir, si el mercado tiene mal puestos los valores porque la gente quiere publicar caro, "no hay inteligencia artificial que lo pueda remediar".
Una industria redefinida antes de 2030
Según un reporte de IDG, para 2035, aproximadamente el 75% de las visitas a inmuebles se realizarán mediante estas tecnologías. Sin embargo, "están equivocados", asevera el CEO de Varegos: "Antes de 2030 tendremos AGI (la evolución de los actuales modelos de IA); hoy ya se cuenta con la tecnología para realizarlo, pero, como todo cambio, depende de los tiempos de adopción por parte de la población, más que de los desafíos técnicos".
Según los expertos, están dadas las condiciones tecnológicas para digitalizar totalmente la operación inmobiliaria: desde la publicación, búsqueda, atención comercial y procesos administrativos. El avance continuo de estas tecnologías, nos hace pensar en un futuro en el que las transacciones inmobiliarias estarán casi totalmente automatizadas.
Y si bien según Achával "el sector está dando los primeros pasos para integrar la IA en la función de producción del sector, pero queda mucho recorrido por delante"; no muy lejos podríamos "estar buscando propiedades desde casa, con gafas de VR que nos muestran recorridos hiperrealistas, asesorados por asistentes virtuales personalizados", concluye el fundador y director de Click Aparts.