Milei mantendrá su alineamiento con EE.UU., pero hay temas que lo pondrán en apuros, gane quien gane
Las elecciones en Estados Unidos no cambiarán la política del presidente Javier Milei de mantener un alineamiento irrestricto con ese país a pesar de su conocida simpatía por el republicano Donald Trump, pero en el plano global aparecen temas que podrían ponerlo en aprietos ya sea con él o con Kamala Harris en la Casa Blanca, como la relación con China y el vínculo con Israel.
Después de haberle dicho personalmente a Trump a principios de año que esperaba verlo como nuevamente presidente de Estados Unidos durante un breve saludo que intercambiaron en un evento partidario, Milei tomó algo más de distancia a medida que avanzaba el proceso electoral en la potencia norteamericana.
Ahora, frente a un escenario que las encuestas describen como de extrema paridad entre la vicepresidenta y el ex presidente de Estados Unidos, en la Casa Rosada aseguran que Milei "no va a cambiar su relación" y seguirá estrechando el vínculo con ese país "gane quien gane", según señalaron a iProfesional fuentes de Casa Rosada.
En esa misma línea, el vocero presidencial, Manuel Adorni, aclaró este martes que "los resultados siempre se reconocen" y que así lo hará el Presidente, algo que obedece a la tensión que genera la tendencia incendiaria que Trump ya mostró cuando perdió con Joe Biden en 2020 y amagó con desconocer la derrota.
Ese perfil rupturista extremo que cultivó el referente republicano es lo que más lo emparenta con Milei. Algo de eso asoma detrás de la ilusión del Gobierno de que la ayuda financiera del FMI será más fácil de destrabar con él que con Harris, aunque esto es relativo y, además, los chispazos tanto con uno como con otro podría surgir de otro lado.
Javier Milei y el alineamiento con EE.UU.: ¿cuál será el primer efecto de la elección en el Gobierno?
La consecuencia más inmediata que tendrá la elección presidencial de Estados Unidos para la política argentina será la definición del nuevo embajador en Washington, luego de que Gerardo Werthein dejara vacante ese lugar para asumir como nuevo canciller. Como adelantó iProfesional, el Gobierno espera el resultado para decidir quién irá a ese lugar.
Milei confía ciegamente en el conocimiento que tiene Werthein de la política norteamericana (fue quien lo acompañó en sus últimas visitas) y le encomendó la tarea de elegir o, en su defecto, evaluar al futuro embajador. Mientras tanto, se hará cargo de seguir los detalles de los comicios y mantener informado al Presidente sobre el escenario que se abrirá en Estados Unidos.
El Presidente y el ministro de Economía, Luis Caputo, confían en que un triunfo de Trump les allanará el camino para lograr un nuevo acuerdo con el FMI y fondos frescos para levantar el cepo. Recuerdan que el republicano ya hizo algo así por Mauricio Macri. Sin embargo, los especialistas, entre ellos el ex embajador ante Estados Unidos Jorge Argüello, lo relativizan.
Argüello reparó en que "el presidente Milei no lo conoce a Trump" y que solo "estuvieron una sola vez en un cruce en un pasillo", al tiempo que lo comparó con la situación de Macri, que "tuvo mucha más relación personal y de negocios" con el republicano, con quien ya se conocía "desde hacía años".
A esto se le suman otros factores. Uno es que aquella decisión del FMI que el gobierno de Trump empujó para ayudar a Macri y que fue muy cuestionada en su momento dentro del organismo. Nada asegura que pueda repetirse solo porque el magnate regrese al cargo. Otro es que el giro de Milei frente a China lo distancia del candidato republicano.
¿El giro de Milei con China puede ponerlo en aprietos si gana Donald Trump?
Bajo el gobierno demócrata de Joe Biden, la rivalidad comercial, monetaria y política de Estados Unidos con China se manejó con bastante diplomacia y una mezcla de negociación y presión. Trump, en cambio, adelantó durante la campaña que será más confrontativo si llega a la Casa Blanca. Los aranceles a productos chinos son su herramienta principal, mientras que la tensión militar con entre Pekín y Taiwán agita otros fantasmas.
Este es un factor que podría meter ruido en la relación del gobierno de Milei con Estados Unidos si gana Trump. Hace pocos días el Presidente aseguró que "China es un socio comercial muy interesante" porque "no exigen nada, lo único que piden es que no los molesten".
Forzado por la necesidad del Banco Central de seguir contando con el "swap" de monedas con China para sostener el nivel de reservas -más allá de las importantes inversiones chinas en el país- Milei dio un giro notable en su discurso sobre el gigante asiático que, en el contexto actual, lo distancia de Trump.
Mientras que las fuertes críticas de Trump hacia las políticas de género, la interrupción legal del embarazo como un tema de salud pública y el desconocimiento del "cambio climático" funcionan como prueba de la afinidad de Milei con el republicano, el tema de China -a donde además viajará próximamente- lo distancia.
El delicado equilibrio que necesita hacer Argentina entre Estados Unidos y China emerge así como uno de los temas que podrían desentonar con la decisión de mantener el alineamiento irrestricto con la potencia norteamericana, si Trump llega a la Casa Blanca.
¿Qué temas pueden meter ruido en la relación con EE.UU. con Kamala Harris?
Otro punto que hace ruido es la mirada sobre la guerra entre Rusia y Ucrania. Apegado a lo más tradicional de la política estadounidense, Milei mostró en varias oportunidades su rechazo hacia el gobierno de Vladimir Putin y su apoyo simbólico a Volodímir Zlensky. En cambio, Trump está a favor de reducir la colaboración económica y militar con Ucrania.
El republicano ha criticado que Estados Unidos destine fondos a Ucrania, lo que inquieta a la Unión Europera y también a buena parte del establishment norteamericano, donde hace años anidan sospechas sobre la relación entre Trump y Putin.
En este tema, el gobierno de Milei parece estar más cerca de Harris, que prometió mantener la ayuda a los ucranianos, a pesar de que la visión "progresista" de la demócrata a favor del aborto legal, la "reducción de la brecha de género" y las medidas para prevenir el cambio climático distancia a los libertarios de su figura.
Algo similar ocurre con China. Harris ha sugerido durante la campaña una estrategia menos confrontativa que la de Trump, por lo que un gobierno demócrata podría darle menos razones a Milei para estar nervioso en ese aspecto. Sin embargo, la "agenda progresista" que defiende la actual vicepresidenta de Estados Unidos podría ser el punto más incómodo para el alineamiento irrestricto que quiere cuidar el libertario, al que se suma otro: la mirada sobre Israel.
Israel y la guerra en Medio Oriente, otro tema bajo la lupa de Milei
Se sabe que Milei tiene una predilección personal y espiritual por Israel, que es el otro país con el cual quiere estar siempre alineado. Este aspecto de su mirada sobre el mundo también acerca al gobierno libertario con los Estados Unidos, aunque eso puede variar según quien gane las elecciones de este martes.
Durante su mandato anterior Trump decidió trasladar la embajada de Estados Unidos en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, un movimiento con implicancias políticas y religiosas muy sensibles para Medio Oriente. La idea de imitarlo se barajó hace algunos meses dentro de La Libertad Avanza.
La guerra en Gaza y la grave tensión entre Israel e Irán obligó a los dos candidatos presidenciales de Estados Unidos a emitir opinión. Trump no sugirió ningún cambio en este tópico a diferencia de Harris, que mostró reparos por la gran cantidad de víctimas civiles que habría provocado el contraataque de Israel tras la brutal incursión de Hamas en su territorio.
Aunque que no implica de ninguna forma un alejamiento de Israel, esa postura de la candidata demócrata hizo algo de ruido en su campaña y sin dudas está en las antípodas de lo que piensa Milei sobre el tema de Medio Oriente. Si Harris llegara a la Casa Blanca y mostrara algún nuevo matiz en el apoyo a Israel para la gestión libertaria sería difícil mantener en ese aspecto el alineamiento con Estados Unidos.
En ese contexto, las elecciones en Estados Unidos serán clave para Javier Milei no porque puedan modificar su política internacional de alineamiento total con la potencia norteamericana, sino porque el resultado le dará un primer pantallazo sobre cuáles podrían ser los elementos de discordia en esa relación bilateral que para él es indiscutible.