Milei busca contener a Macri y al PRO, pero estallan nuevas internas en su propio espacio
:quality(85)/https://assets.iprofesional.com/assets/jpg/2024/07/580262.jpg)
El gobierno de Javier Milei empezó a tener gestos concretos para distender la relación con el PRO de Mauricio Macri, entre los que se destaca la devolución de recursos coparticipables a la Ciudad de Buenos Aires que había reclamado el ex presidente, pero en paralelo se activaron varios focos de incendio dentro de La Libertad Avanza que amenazan a distintas áreas la gestión.
La alianza tácita entre de los libertarios con el PRO es central para que Milei pueda hacer algo más de fuerza en el Congreso, donde sus bloques de diputados y senadores son minoritarios y en algunos casos carecen de experiencia. La relación se tensó en los últimos meses, con señales claras de Macri que corrió a la ministra Patricia Bullrich de los lugares clave del partido y bajó la línea de colaborar con el Gobierno pero empezar a marcar diferencias.
Con la intención de contener a su principal aliado, el Gobierno acordó con el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, a través del ministro de Economía, Luis "Todo" Caputo, empezar a cumplir el 1 de agosto con el fallo de la Corte Suprema a favor de la Ciudad, bastión del PRO, y también le volvió a ceder a un hombre del macrismo el cargo en la Subsecretaría de Deportes del cual habían echado a Julio Garro, otra figura de ese espacio. Un gesto.
Los gestos parecieron empezar a dar resultados en las últimas horas. Macri respaldó públicamente y con vehemencia a Milei en medio de una polémica con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en el marco de las elecciones que se realizarán en ese país. Sin embargo, mientras el Gobierno se esperanza con recomponer ese vínculo, en sus propias filas estallan las internas.
Por un lado se volvió más evidente la tensión entre la hermana y secretaria presidencial, Karina Milei, y Victoria Villarruel por el "comentario desafortunado" de la vicepresidenta sobre Francia, según lo calificó el Gobierno. Por el otro, el bloque de diputados libertarios arde por la visita que organizó un grupo a Alfredo Astiz y otros represores de la dictadura en la cárcel de Ezeiza. A ello se le suma un conato de rebeldía en el Senado y tensión en la Cancillería de Diana Mondino.
Los esfuerzos de Javier Milei para recomponer el vínculo con Mauricio Macri
Estas peleas que empiezan a minar a La Libertad Avanza amenazan con afectar tanto el funcionamiento de los bloques del oficialismo en el Congreso como la recién lograda paz dentro del equipo de ministros tras la traumática salida de Nicolás Posse de la Jefatura de Gabinete y descompensar el vínculo con el PRO que Milei busca reconstruir de manera notoria.
El bloque de diputados del PRO que encabeza Cristian Ritondo, el principal alfil de Macri en el Congreso, marcó la cancha en los últimos días con proyectos de ley propios y una sutil pulseada por la "autoría intelectual" de muchas de las medidas que viene anunciando la gestión de Milei. Fue una forma de empezar a diferenciarse pero también de presionar por los fondos que la Ciudad le reclama a la Nación.
Según deslizaron a iProfesional fuentes del bloque esperaban una respuesta del Gobierno a ese planteo para decidir si aflojaban un poco la presión que metieron en las últimas semanas en el Congreso, con temas como la reforma electoral. Esa respuesta finalmente llegó con el compromiso de Caputo de empezar a cumplir el fallo de la Corte que en 2022 ordenó al Ejecutivo nacional girar el 2,95% de la masa de recursos coparticipables que le recortó la gestión de Alberto Fernández.
El reclamo de ese cumplimiento lo hizo público Macri sin que su primo, que es el interesado oficial en el tema por ser el jefe de Gobierno de la Ciudad, dijera nada. Esto marca la importancia del acuerdo que se ocupó de anunciar el alcalde porteño para la relación política entre Milei y el ex presidente.
Para cuidar y recomponer ese vínculo hubo otro gesto previo de Milei, quien tras haber avalado -a su particular manera, con un retuit en redes sociales- la eyección de Julio Garro, un dirigente de peso en el PRO, de la Subsecretaría de Deportes, definió que su reemplazante fuera Diógenes de Urquiza, otro hombre del partido y de Macri.
Luego de estas señales de amistad que le hizo el Gobierno, Macri devolvió la gentileza al apoyar no solo la denuncia de la Argentina contra Venezuela en la Corte Penal Internacional por presuntas violaciones a los derechos humanos sino que defendió al Presidente de las críticas de Maduro: "Le quitó todas las libertades individuales a los venezolanos (…) ahora tiene el descaro de acusar al Presidente Javier Milei de querer atentar contra la recuperación democrática en Venezuela".
Estallan las internas en el Gobierno
Sin embargo, mientras el mandatario trata de reencauzar la alianza con el PRO su partido presenta numerosos conflictos que empañan esos esfuerzos. El más fuerte se da entre su hermana y su vicepresidenta. La tensión no es nueva, pero se agravó con la decisión de Karina Milei de desautorizar oficialmente una opinión de Villarruel sobre Francia, a propósito de ese mismo "cantito" de la Selección.
Luego de que la vicepresidenta calificara en un tuit como país colonialista a Francia por las críticas de figuras futbolísticas de ese país, Karina Milei fue personalmente a la Embajada de Francia para pedir disculpas y aclarar que la vice no habló en nombre del Gobierno. La visita tuvo una motivación lógica: despejar el aire antes de que Milei se encuentre a fin de mes con su par francés, Emmanuel Macron.
A eso se le sumó que el vocero presidencial, Manuel Adorni, despegó un poco más a Villarruel al calificar sus dichos como "desafortunados". En el entorno de la vicepresidenta se cuidaron de "dar el tema por terminado", según pudo averiguar iProfesional, pero los movimientos de Karina -que también influye sobre el vocero- dejaron un clima espeso.
En rigor, la tensión de Villarruel no es con Milei -como quedó claro en el desfile militar del 9 de Julio- sino con su hermana, que fue quien la corrió de la mesa de decisión sobre las políticas de seguridad que el Presidente le había prometido antes de asumir y que, según reprochan cada tanto y por lo bajo, le clausura todo margen de acción cada vez que puede incluso en negociaciones internas del Senado. Algo parecido ocurre en la relación de la Casa Rosada con Macri.
Pero además, la visita de Karina Milei a la embajada de Francia no contó con ninguna participación ni consulta a Mondino, que es quien se encarga de las relaciones internacionales. La ministra quedó una vez más descolocada. El desaire no pareció casual: la secretaria general de Presidencia ya le colocó a Úrsula Basset como virtual interventora de la Cancillería. En el medio, el nombre de Mondino había sonado como un posible futuro cambio en el Gabinete.
¿Cómo es la disputa que vuelve a calentar al bloque de diputados libertario?
Por si esas fricciones no fueran poco, en medio del receso invernal del Congreso el bloque de diputados de La Libertad Avanzar vive horas muy calientes. Según confirmaron fuentes del espacio a iProfesional hay varios diputados muy molestos por la visita que organizó Beltrán Benedit a la cárcel de Ezeiza para reunirse con Alfredo Astiz, Raúl Guglielminetti y Carlos Suárez Mason, entre otros represores de la dictadura.
De la actividad participaron los diputados Lourdes Arrieta, Alida Ferreyra, Guillermo Montenegro y María Fernanda Araujo. También asistió Rocío Bonacci, pero según dejó trascender ella no se sumó a la reunión en el penal por estar en desacuerdo y porque aparentemente el organizador recién les avisó a quiénes iban a ir a visitar cuando estaban en camino.
En las últimas horas hubo pases de factura que alcanzaron también al jefe del bloque, Gabriel Bornoroni, y al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. Algunos diputados incluso empezaron a despegarse en público como Carlos D’Alessandro, quien en una entrevista televisiva dijo: "De ninguna manera voy a respetar que se vaya a visitar a genocidas".
El malestar dentro del bloque creció luego de que Unión por la Patria aprovechara para reclamar la creación de una comisión que revise la conducta de los diputados libertarios que fueron a Ezeiza, mientras que los jefes de los bloques dialoguistas como la UCR y Hacemos le hicieron llegar al oficialismo que cuando el tema se discuta en el recinto -como seguramente ocurrirá- ellos también estarán en la vereda de enfrente.
La pelea es tan fuerte que el bloque MID, armado por Oscar Zago luego de que Menem, Bornoroni y otros diputados lo desplazaran de la jefatura de La Libertad Avanza -con el aval de Karina Milei- abrió sus puertas por si algún otro legislador quiere saltar a sus filas, en donde se reservan su lealtad exclusivamente para el Presidente.
¿Cuál es el otro conflicto que le espera a Javier Milei en el Senado?
Del otro lado del Congreso, en el Senado, también hay nubarrones sobre la unidad de La Libertad Avanza. El formoseño Francisco Paoltroni adelantó días atrás que no está dispuesto a votar a favor del nombramiento de Ariel Lijo en la Corte Suprema, propuesto por Milei. La postulación empezará a debatirse el mes próximo y en la Cámara alta ya hay negociaciones.
La figura de Lijo es muy cuestionada por el manejo que históricamente ha tenido de las causas judiciales que afectan a los gobiernos de turno. Si bien los numerosos vínculos de este juez federal con la política perfilan cierto apoyo a su designación, igualmente hay resistencias en el PRO y la UCR.
Sin embargo, el rechazo de Paoltroni promete hacer ruido. El senador acusa a Lijo de haber beneficiado años atrás a su rival provincial, el gobernador de Formosa, Gildo Insfránen, en la "causa Ciccone". No obstante, su postura es un gesto de rebeldía en las filas oficialistas dado que Milei apoyó la nominación del juez personalmente. Se sabe que, además, a Villarruel tampoco le simpatiza esa propuesta.
Así, los cortocircuitos internos en La Libertad Avanza se multiplican y amenazas hasta con volver insuficiente el apoyo del PRO y de Mauricio Macri que Javier Milei se esmera por recuperar para no encontrarse con un nuevo obstáculo en el Congreso, donde ya padece la falta de una mayoría propia y las condiciones que le plantean otros espacios.