• 5/11/2024

Las prioridades de la agenda de Francos: reinstaurar Ganancias y que se apruebe el RIGI

El flamante jefe de Gabinete y exministro del Interior debutó con mensajes a la oposición, prometiendo más diálogo. Hará concesiones por temas urgentes
29/05/2024 - 11:00hs
Las prioridades de la agenda de Francos: reinstaurar Ganancias y que se apruebe el RIGI

Guillermo Francos debutó en su cargo de jefe de gabinete dando muestras de lo que se espera de él: la cuota de pragmatismo político en un gobierno teñido de ideología libertaria. Ya en sus primeras declaraciones envió guiños a la oposición y, luego, con su visita al Senado, dejó en claro que interpretó las prioridades de Javier Milei.

Ocurre que hoy, para el gobierno, nada es más importante que aprobar la Ley Bases y el paquete fiscal. El propio Presidente dejó en evidencia lo grave que resulta su dificultad para conseguir el apoyo parlamentario, cuando atribuyó a la demora de la ley Bases la volatilidad del dólar paralelo de la semana pasada.

De hecho, ese riesgo de que la Ley Bases terminara siendo no ya "licuada" por retoques al texto que salió de Diputados, sino directamente rechazada por el Senado, fue lo que aceleró los tiempos políticos y llevó a la salida de Nicolás Posse del gabinete.

Al decir del politólogo Andrés Malamud: "En la oposición olieron sangre, se dieron cuenta de lo débil que está el gobierno". Una alusión a la posición política de Milei se ha debilitado por los reveses en el Congreso, que lo llevaron a que celebrara el 25 de Mayo sin haber podido firmar el pacto federal y sin una sola ley aprobada.

Por eso, Francos dedicó su primer día a enviar mensajes de continuidad y fortaleza política: una reunión informal del gabinete en el café Pertutti frente a plaza de Mayo -como para mostrar normalidad y ahuyentar los temores de una crisis política-, declaraciones que enfatizaron la búsqueda de consensos y la reunión con los senadores de la oposición.

"Hay acuerdos aparentemente suficientes como para aprobar el dictamen", dijo el flamante jefe de gabinete al salir del Congreso.

Con una reunión informal en el café  Pertutti, el gabinete intentó ahuyentar versiones de crisis política
Con una reunión informal en el café Pertutti, el gabinete intentó ahuyentar versiones de crisis política

Claro que esa cintura negociadora que se le atribuye a Francos implica que el gobierno tiene que conseguir resultados a la brevedad. Y el nuevo jefe de gabinete tiene en claro que, para ello, tendrá que definir cuáles temas resultan prioritarios para la gestión de Milei y cuáles son sacrificables o pueden quedar para una segunda etapa.

Prioridad en la agenda de Francos: la reinstauración de Ganancias

En el tope de la lista de Francos figura el tema fiscal. Sin la aprobación de nuevas fuentes de ingreso, resultará muy difícil que el gobierno pueda sostener el superávit de las cuentas estatales, algo que en la visión de Milei es lo único que permitirá reducir la inflación, sanear al Banco Central y recuperar inversiones.

Hasta ahora, el superávit se logró, sobre todo, por el efecto de licuación inflacionaria sobre el gasto público -en febrero, por caso, el rubro de gasto jubilatorio sufrió una caída real de 38%- pero ya está asumido que ese efecto no será duradero, tanto por imposibilidad política como por cambios en la economía -la nueva fórmula indexatoria hará que las jubilaciones empiecen a evolucionar por encima de la inflación-.

Ya con menos margen para recortar gasto, el gobierno se ve obligado a incrementar su ingreso impositivo si quiere mantener su promesa de terminar el año con superávit en las cuentas. Pero esa mejora en la recaudación es algo que, en un contexto recesivo, resulta difícil de obtener de los impuestos ligados a la actividad comercial, como el IVA, que representa un 37% de la recaudación total y sigue registrando una caída en términos reales.

Para compensar el efecto recesivo, el gobierno queda en una situación cada vez más dependiente de los dos impuestos que Milei prometió eliminar: el impuesto PAIS y las retenciones a la exportación -que afectan, sobre todo, al sector agropecuario-.

Pero si algo quedó en evidencia tras la publicación de los últimos números fiscales es que esa promesa del presidente está condicionada a que se apruebe el nuevo paquete fiscal. Ocurre que los impuestos que Milei quiere derogar aportan hoy un 10% de la recaudación total, y la tendencia es que esa cifra se incremente: el impuesto PAIS, porque ahora se aplica también al bono Bopreal, y las retenciones, por la suba en el volumen de la exportación de soja.

En definitiva, la aprobación del paquete fiscal resulta imprescindible para Milei. Y, sobre todo, el aporte del impuesto a los ingresos -como se rebautizó a Ganancias para la cuarta categoría-. Tal como fue diseñado, este tributo, que alcanzará a unos 800.000 asalariados, aportará a la caja de la AFIP medio punto del PBI. Y lo mejor -como en su momento comprobó la propia Cristina Kirchner- es un impuesto que no decae en momentos recesivos: más bien, al contrario, tiende a crecer porque sigue nominalmente a la inflación.

Concesiones a cambio de votos

La estrategia de Francos es clara: aceptar el pedido de los gobernadores patagónicos para que se haga una excepción con su caso, y se establezca el mínimo no imponible, aproximadamente un 20% por encima que el del resto del país.

La argumentación de los gobernadores es que en esa región del país, las dificultades logísticas hacen que el costo de vida sea más alto y, por consiguiente, un ingreso de $2 millones no necesariamente hace que un trabajador se transforme en una persona de ingresos altos.

La aprobación de Ganancias es la prioridad absoluta de Francos, por la necesidad de fondos que garanticen el superávit fiscal
La aprobación de Ganancias es la prioridad absoluta de Francos, por la necesidad de fondos que garanticen el superávit fiscal

Es una concesión que a Francos no le resulta demasiado onerosa: después de todo, con una población total inferior a tres millones, la fuerza laboral patagónica es de aproximadamente un 6% del total nacional, lo cual no supone para las arcas fiscales un sacrificio relevante.

De esa forma, Francos aspira a darles a los gobernadores -especialmente, los peronistas-, una oferta difícil de rechazar: salvar el "costo político" de reinstaurar el Impuesto a las Ganancias y, al mismo tiempo, recuperar una de las principales fuentes de financiación coparticipable, que quedó sin efecto con la reforma legislativa del año pasado.

También está dispuesto a hacer concesiones en otros ítems del paquete fiscal, como por ejemplo que se impida la adhesión al blanqueo de capitales a quienes ya hayan sido beneficiarios en los últimos 10 años -es decir, abarca a quienes entraron al blanqueo de Mauricio Macri-.

En otros capítulos de la Ley Bases, como el de la reforma laboral, ya hubo una fuerte licuación respecto del proyecto original, y no se descartan retoques adicionales.

Recalentando el zoom para llegar a un acuerdo por el RIGI

Francos, que ha sido el funcionario más directamente involucrado en el diálogo con los gobernadores opositores, debe en estos días asegurarse de que aquellos que habían prometido apoyo en el Congreso no cambien de opinión a último momento.

Es por eso que se intensificaron los zoom en las últimas horas. Hay situaciones, como la de Río Negro, en donde se plantearon pedidos específicos vinculados al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI): que se promuevan obras para que haya exportaciones energéticas que salgan desde la costa rionegrina, y que la provincia aloje nuevas plantas procesadoras de gas natural licuado.

El RIGI es el otro gran tema que Milei ha puesto como prioridad de su agenda. Pero Francos ya ha dado muestras de flexibilidad, al afirmar que aceptará las sugerencias para modificar el proyecto original que aprobó Diputados.

Sobre todo, Francos hizo mención a los pedidos de cámaras empresariales pyme, que temen quedar fuera del entramado de provisión a los nuevos proyectos de inversión. Es por eso que el gobierno estaría dispuesto a aceptar los retoques a algunos de los artículos más cuestionados, como el que habilita la importación de material usado por parte de los inversores con concesiones de explotación de recursos naturales.

Atento al "síndrome de Misiones"

Francos tampoco puede dejar de lado uno de los temas que están metiendo "ruido" en la relación entre la Casa Rosada y las provincias: el "síndrome de Misiones". La postura oficial ha sido la de mantener la prescindencia ante la crisis por reclamos salariales de policías y docentes, con el argumento de que se trata de un ámbito exclusivamente provincial.

La prescindencia del gobierno nacional ante las protestas en Misiones provocaron malestar entre los gobernadores
La prescindencia de la Casa Rosada ante las protestas en Misiones provocaron malestar entre los gobernadores, que ahora esperan un gesto de Francos

Fue una actitud que cayó mal entre los gobernadores, especialmente por parte de aquellos que están en situación presupuestaria delicada, y que temen poder sufrir el "efecto contagio" de las protestas salariales.

Después de todo, Misiones no representa el caso más grave en el ranking de las finanzas provinciales: aparece en el tercio de las que reciben menores transferencias per capita desde la Nación. Su dependencia de la coparticipación automática de impuestos es de un 45% sobre el total de ingresos, mientras que lo que recibió por transferencias discrecionales fue de 10%, según la estimación realizada por la Fundación Mediterránea.

Son cifras que contrastan con casos como La Rioja, Formosa, Jujuy y Santiago del Estero, donde la asistencia nacional explica más del 75% de los ingresos totales provinciales.

Y, llamativamente, Misiones está entre los distritos con menor dependencia del empleo público, tiene solo 49 trabajadores provinciales y solo 55 empleados públicos -sumando provinciales y nacionales- cada 1.000 habitantes. Eso la convierte en la cuarta provincia del país con menor incidencia del sector estatal en el mercado de trabajo.

Esa situación obliga a Francos a seguir mucho más de cerca la situación de Misiones y evitar que la crisis provincial se transforme en nacional. Algunos gobernadores, preventivamente, están otorgando aumentos de entre 15% y 20% a sus empleados, pero cuentan con la ayuda de Francos para un refuerzo de sus ingresos por coparticipación.