La estabilidad de Néstor, el cepo de Cristina, el fracaso de Mauricio y el desastre de Alberto
En los 20 años desde que el kirchenerismo llegó al poder de la mano de Néstor Kirchner, el 25 de mayo de 2003, se pueden destacar tres etapas donde surge claramente que, los cuatro años de Kirchner, fueron los mejores de estas últimas dos décadas.
Por otro lado, las estadísticas muestran que el gobierno de Alberto Fernández es el peor de estos 20 años y el que peor herencia le deja a su sucesor, en particular, por los desequilibrios macroeconómicos, la alta inflación, una pobreza en ascenso y una deuda pública mayor a la que recibió junto a un Estado fundido y un BCRA quebrado.
Desde el punto de vista del poder de compra del peso, se analiza de esta manera. En el último día del período de Néstor Kirchner, el 9 de diciembre de 2007, el dólar oficial valía 3 pesos y no había mercado paralelo del dólar. Por lo tanto con 100 pesos se podían comprar 33 dólares.
En cambio hoy con $100 se pueden comprar 42 centavos de dólar en el mercado oficial y solo 20 centavos de dólar en el mercado paralelo.
La inflación, otro marcador de la peor etapa
La inflación promedio anual en estos últimos 20 años fue 12% con Néstor Kirchner, del 25 y 30% con CFK en su primer y segundo mandato respectivamente, y 40% anual con Mauricio Macri.
El mandato de Néstor Kirchner puede ser considerado uno de los períodos más largos de baja inflación en la Argentina junto con el Plan de Convertilidad de Carlos Menen, entre abril de 1991 y diciembre del 2001, con una inflación acumulada del 50 por ciento.
En ese período hubo un esquema de tipo de cambio fijo de uno a uno del peso con el dólar. Para que se entienda: el valor del dólar se mantuvo durante casi 10 años en el mismo valor y no había un único mercado libre de cambios.
Pese a todo esto, el BCRA terminó casi sin reservas internacionales a fines del 2001 y es fue una de las causas del fin del Plan de Convertilidad junto al aumento de la tasa de inflación y la tasa de desocupación y los niveles de pobreza e indigencia que llegaron a récords históricos.
El otro período de estabilidad de precios, cambiaría monetaria y fiscal fue el de Néstor Kirchner que comenzó el 25 de mayo de 2003 con un dólar de $3 y finalizó el 9 de diciembre con el mismo valor del dólar. Este fue el único período de la historia argentina donde un gobierno, durante todo el perído, tuvo superávit fiscal, superávit comercial y un BCRA con patrimonio positivo.
Estos resultados le sirven al kirchnerismo para demostrar que el gobierno de Néstor Kirchner fue en términos macroeconómicos, junto al de Carlos Menem, unos de los mejores de la historia argentina desde 1983, y además, le permitió por primera vez a un gobierno, cancelar la deuda con el FMI por unos 10.000 millones de dólares.
Alberto Fernández, con más inflación que Cristina y Macri
El dato más impactante en estos 20 años es que en sus tres años y medio de, mandato la dupla Alberto Fernández y Cristina Ferandez de Kirchner acumula más inflación que lo que tuvieron Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri en sus respectivos mandatos presidenciales. Desde que llegó a la Casa Rosada en diciembre de 2019 hasta diciembre de 2022, acumula una inflación del 340 por ciento.
Este número supera al 295% del período 2015 al 2019 de Mauricio Macri; al 180 % del segundo mandato de CFK, al 130% de su primer mandato y al 66 % que acumuló Nestor Kirchner. Pero si se mantuviera la inflación mensual en niveles cercanos al 8,4% de abril, la inflación acumulada llegaría al 600 por ciento.
De confirmarse una inflación similar a la del año pasado, el período presidencial de Alberto Fernández sería el de la mayor inflación acumulada en la Argentina luego del periodo de Raul Alfonsín entre 1983 y 1989, en el que hubo una hiperinflación. En este caso se trató de un periodo de seis años de mandato, por lo tanto lo de Fernández es más grave.
¿Con qué períodos resulta comparable esta inflación? Si tomamos el valor promedio anual en los gobiernos democráticos, la inflación en este período sólo solo sería superada por el 400% del mandato de Raul Alfonsin con una hiperinflación y el 275% promedio anual del gobierno de María Estela Martinez de Perón donde se produjo el "Rodrigazo".
Ambos fueron períodos de fuertes devaluaciones y con desequilibrios macroeconómicos evidentes como se observa en la actualidad.
¿Por qué Néstor Kirchner tuvo menos inflación?
Más que preguntarnos cuáles son las causas de una tasa de inflación tan alta, la pregunta que uno podría hacerse es por qué, entre 1991 y el 2001, y entre 2003 y 2007, la inflación fue tan baja en la Argentina. La respuesta es fácil: fueron años de una macroeconomía equilibrada y sin problemas politicos.
En este aspecto, tanto en la convertibilidad de Menem como con la estabilidad de Kirchner, hay que señalar: el mantenimiento de un esquema de tipo de cambio fijo único y libre junto a una macroeconomía equilibrada, un sistema de precios libres, un mercado de comercio exterior libre sin intervenciones y un BCRA con patrimonio neto positivo.
En gran parte de estos últimos 20 años, excepto el período de Néstor Kirchner, se pudo lograr mantener un esquema de tipo de cambio fijo y el equilibrio macroeconómico. Por lo tanto, eso obligó a salir del esquema de tipo de cambio fijo, a recurrir a controles del tipo de cambio como el cepo cambiario, impuesto al comienzo del segundo mandato de CFK a fines de 2011 junto a los controles de precios y restricciones a las importaciones, o el fracasado sistema de metas de inflación de Mauricio Macri.
Este gobierno, mas allá de insertar a la Argentina nuevamente en el mundo, debe ser considerado como uno de los grandes fracasos de la política económica de la Argentina.
No solo por los resultados que generó el intento de querer bajar la inflación en forma gradual con un esquema híbrido de tipo de cambio fijo único y libre con metas de inflación algo muy lejano a los programas de ortodoxia cambiaria monetaria y fiscal y por tomar una deuda con el FMI por unos 45.000 millones de dólares que superaba en un 300 % el monto que podía recibir la Argentina de acuerdo a las condiciones de préstamos del FMI.
El modelo planteaba bajar la tasa de inflación anual del 50% en el 2016 para llegar al 5% anual de inflación anual en el 2020. Pero luego de reducirse al 25% en el 2016, la inflación trepó al 50% anual en el 2019 unas 10 veces más que la inflación prometida por Mauricio Macri para el 2020.
En el mandato de Macri, el mercado cambiario se unificó y el valor del dólar pasó de $9,50 a $60 con un tipo de cambio único y libre de cambios, pero los desequilibrios macroeconómicos y la mega emisión del Lebacs del BCRA provocaron el fracaso de esas políticas que a su vez generaron un nuevo endecudamieto con el FMI por unos 45.000 millones de dólares, para evitar un nuevo default de la deuda pública en pesos y en dólares.
Inflación actual, a velocidad crucero
En la actualidad, la inflación viaja a una velocidad crucero superior a tres dígitos y en términos anualizados llega al 120% dejando en claro que el régimen de alta nominalidad, en el que entró Argentina en desde marzo 2022 será difícil de reducir a lo largo de este año electoral.
El problema actual es que por la sequía, el Tesoro muestra un déficit fiscal primario en aumento, con un incremento de la emisión monetaria del BCRA. Finaciar eso junto a la heterodoxia de un cepo cambiario que se amplia día a día, y un tipo de cambio oficial que aumenta menos que la inflación mensual, lo que implica un importante retraso cambiario y una brecha con el dólar paralelo que supera el 100 por ciento.
Además, y con mira a las próximas elecciones presidenciales, tanto desde el gobierno como una gran parte de economistas de la oposición, no está claro cuáles son las causas de la suba de la inflación, qué pasó de valores del 50% anual entre 2018 y 2019, a valores superiores al 100% desde el año pasado.