El kirchnerismo avanza con la reforma de la Corte: el plan de la oposición para ponerle un freno en Diputados
Con el número justo, el kirchnerismo avanzó en el Senado con el proyecto para reformar la Corte Suprema de Justicia a pesar del rechazo cerrado de la alianza opositora Juntos por el Cambio, que ya empezó a hacer cálculos sobre la Cámara de Diputados y confía en frenar allí la polémica iniciativa por la falta de apoyos al oficialismo en este tema.
Sin la presencia de Cristina Kirchner, el bloque oficialista abrió la sesión con 37 senadores, el quórum justo. Lo logró gracias a los extrapartidarios Alberto Weretilneck, Clara Vega y Magdalena Solari. En el recinto, Anabel Fernández Sagasti, mano derecha de la vicepresidenta, contaba a los presentes de a uno porque la ausencia del misionero Maurice Closs por cuestiones de salud los había dejado al límite. El proyecto se aprobó raspando, con 36 votos a favor y 33 en contra.
La bancada de Juntos por el Cambio recién entró al hemiciclo cuando hubo quórum. El debate empezó con una particularidad que delató el apuro del kirchnerismo en tratar la polémica ampliación de la Corte Suprema de 5 a 15 miembros: el proyecto final tras la modificación que tuvieron que conceder para tener los votos todavía no estaba a la vista. Los cambios se hicieron antes de la votación, sobre la redacción original que proponía 25 jueces.
El cambio fue clave porque el oficialista Adolfo Rodríguez Saá se negaba a votar ese proyecto original acordado por Cristina Kirchner, el presidente Alberto Fernández y los gobernadores. Si bien el kirchnerismo consiguió finalmente su apoyo, dejó al descubierto la desprolijidad para aprobar un proyecto que, finalmente, podría quedar estancado en la Cámara de Diputados.
Con ese objetivo empezó a moverse el principal espacio opositor. Atentos a la dificultad que tuvo el oficialismo en el Senado, donde suele estar más holgado, los diputados de Juntos por el Cambio ya puntean la cantidad de voluntades en contra de la reforma de la Corte y aseguran que tienen las suficientes para impedir la sanción de la ley.
Reforma de la Corte: ¿cuál es el plan opositor para frenar al kirchnerismo en Diputados?
En el interbloque de diputados Juntos por el Cambio ya empezaron a contar apoyos y rechazos a la iniciativa del kirchnerismo. Fuentes de la bancada señalaron a iProfesional que tienen unos 130 votos y aclaran: "No es una barbaridad, pero para frenar el proyecto se necesitan 129, o sea que sobra uno nomás".
En esa cuenta incluyen a buena parte del Interbloque Federal que integran Graciela Camaño, Alejandro "Topo" Rodríguez y Florencio Randazzo entre otros; a los 4 liberales que lideran José Luis Espert y Javier Milei y a los 3 cordobeses que reponden al gobernador Juan Schiaretti: su esposa, la senadora Alejandra Vigo, no acompañó al oficialismo en el Senado.
Si el Frente de Todos cuenta en Diputados con los aliados misioneros y rionegrinos que lo apoyaron en el Senado y suma a los 4 de la Izquierda podría llegar a 125 y hay quienes evalúan en la oposición que podrían acercarse a los 127.
El oficialismo quedaría así en Diputados a dos de los 129 necesarios para el quórum, pero ese número sería inalcanzable si el arco opositor reúne 130.
No obstante, la clave de todo el asunto estaría llegado el caso en la cantidad de presencias para una eventual sesión. El polo opositor presta atención a este detalle. Y es que, para aprobar el proyecto, se necesita de una mayoría simple, es decir, la mitad más uno de los presentes.
En ese sentido, si el Frente de Todos decidiera avanzar en la Cámara baja con el proyecto podría apostar -más que al apoyo de diputados aliados- a las ausencias del otro lado para crecer en número y aprobar, en una eventual sesión la ley.
Ante ese escenario, Juntos por el Cambio y el resto de la oposición necesitarían sí o sí reunir 129 o 130 diputados que se nieguen a dar quórum para que el Frente de Todos no logre abrir el debate. "Si tienen quórum, pueden tener mayoría para aprobar el proyecto", razonó una fuente consultada por este medio. El escenario está todavía abierto.
El número justo: las dificultades del kirchnerismo
El escenario que maneja la oposición para la Cámara de Diputados tiene mucho que ver con las dificultades que encaró el oficialismo en el Senado, donde a lo largo del debate hubo expectativa por la posibilidad de perder el quórum y ver caer el proyecto de reforma de la Corte por la indefinición de una senadora propia: María Eugenia Catalfamo.
La joven senadora responde al gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, quien está enfrentado con su hermano senador Adolfo. Un drama político-familiar sin posibilidades de reconciliación, según comentan quienes conocen las internas de la famosa dinastía puntana.
El gobernador fue uno de los impulsores del proyecto original que proponía llevar la Corte a 25 miembros, el cual fue finalmente modificado por el bloque oficialista debido a la presión del senador, que se negaba a votarlo. Esto hizo que Catalfamo retirara su apoyo a la iniciativa.
"Respondo a un modelo provincial liderado por el gobernador Alberto Rodríguez Saá, que es peronista, no es kirchnerista", advirtió durante su discurso Catalfamo, al tiempo que recordó: "Vinieron a este Senado siete gobernadores a proponer un proyecto federal, con paridad de género (...) Con 25 miembros se representaba a todas las provincias".
"La verdad es que no estoy dispuesta a deslegitimar la palabra de los gobernadores que vinieron", advirtió Catalfamo pero no definió su voto. Hasta último momento Juntos por el Cambio especuló con que se abstuviera porque de esa manera contaría como "ausente" en el tablero, lo que hubiese permitido a la oposición levantarse y dejar la sesión sin quórum.
El Frente de Todos, para resguardarse, no autorizó las abstenciones, de modo tal que Catalfamo tuvo que votar en contra, junto a la oposición. Así, el oficialismo blindó la aprobación del proyecto por tener más senadores.
¿De qué trata el proyecto para ampliar la Corte?
La iniciativa original proponía llevar la integración de la Corte Suprema de los 5 miembros actuales (4, debido a la vacante todavía no cubierta que dejó Elena Highton de Nolasco al jubilarse) a 25, con la idea de que estuvieran representadas todas las provincias.
Tras las modificaciones que decidió hacerle el Frente de Todos la integración que contempla el proyecto es de 15 jueces, en representación ya no de cada provincia sino de regiones: la región Centro; la región Sur; la región Norte; Ciudad de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires.
No obstante, según confirmaron a iProfesional fuentes parlamentarias, en el marco de la negociación para poder juntar los votos, el oficialismo dejaría librado a la reglamentación del Ejecutivo (siempre y cuando el proyecto se convierta en ley) el reparto de los lugares para cada región.
Los miembros actuales del máximo tribunal permanecerían en sus cargos y solo se designarían a los 11 nuevos jueces, a propuesta del Poder Ejecutivo y con acuerdo final del Senado por mayoría de dos tercios, como establece la Constitución Nacional.
Los argumentos del Frente de Todos para defender el proyecto fueron evolucionando de los cuestionamientos a su funcionamiento a fuertes críticas hacia los jueces actuales como hizo Juliana Di Tullio al sentenciar: "Sí, quiero que se termine esta Corte porque responde solo al poder económico y a un solo partido político".
En Juntos por el Cambio, en tanto, reconocieron que hay "desprestigio enorme del Poder Judicial" pero también advirtieron que la ampliación de la Corte no es una solución a "los problemas de la gente". En este sentido, Martín Lousteau resumió: "El ciudadano de a pie no accede a la Corte Suprema de Justicia. Esta reforma no le mejora la vida a ninguno".
Las frases más importantes del debate sobre la Corte
El presidente del interbloque Juntos por el Cambio, Alfredo Cornejo, reconoció el "desprestigio" del Poder Judicial en la sociedad pero sostuvo que "manipular el debate" al afirmar que por esa razón se debe ampliar la Corte "no es un argumento de peso" si se pretende "profundidad en el debate" sobre la Justicia.
El jefe del bloque de la UCR, Luis Naidenoff, criticó criticó la decisión del oficialismo de avanzar con el debate sobre la Corte y al mismo tiempo llamar al diálogo con la oposición desde el Gobierno: "La gente no cree en el diálogo por estas cosas, ¿pueden hablar de dialogo con este tipo de tratamiento?".
"Si quieren ser serios, este proyecto de ley debe volver a comisión, porque saben que en Diputados este proyecto no pasa", advirtió el senador de Juntos por el Cambio.
Por su parte, el neuquino Oscar Parrilli, estrecho colaborador de Cristina Kirchner, criticó fuertemente a los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda. "Hay denuncias por irregulariades en la obra social (de la Justicia), una denuncia por enriquecimiento ilícito contra Rosatti", afirmó.
"Estos miembros de la Corte, si siguen en el lugar donde están, no tengan dudas de que los van a extorsionar a ustedes también", agregó Parrilli al tiempo que criticó varios fallos polémicos del máximo tribunal, como el que restituyó una ley ya derogada para regular al Consejo de la Magistratura.
El oficialista Martín Doñate fue más técnico en sus críticas, al remarcar que la Corte no tiene mujeres y está integrada por "solo cuatro hombres" que se ven "imposibilitados de atender en lo práctico las miles y miles de causas que tienen pendientes".