Fondo inversor norteamericano pone en venta parte del capital de Prisma
:quality(85)/https://assets.iprofesional.com/assets/jpg/2023/05/554510.jpg)
"Hoy quiero compartir con ustedes una noticia emocionante sobre el futuro de nuestra compañía!", comienza una carta enviada por Martín Kaplan, el número uno de Prisma, para anunciar a sus 5.000 empleados de la procesadora de medios de pago el inicio de un proceso que podría derivar en el ingreso de un nuevo accionista a la compañía.
La misiva fue enviada por el ejecutivo a los empleados de la empresa propiedad del fondo inversor Advent International, y también haría mención de la contratación de un banco de inversión internacional "de primera línea" para analizar la posibilidad de realizar una oferta pública de acciones (IPO, por sus siglas en inglés), de la compañía en la Bolsa de Valores de Estados Unidos durante este 2025.
Parte de Prisma, a la venta
La entidad sería Morgan Stanley, con el que el fondo buscaría vender una parte importante del capital de Prisma en ese mercado de valores con el objetivo de recaudar dinero para crecer, ampliar sus operaciones o pagar deudas, aumentar su visibilidad y credibilidad, acceder a más fondos y comenzar un largo proceso de salida de su inversión, tal como lo marcan los preceptos de cualquier IPO.
En su nota, Kaplan también se habría tomado el tiempo para explicar que la posibilidad de cotizar en la principal bolsa de valores del mundo refleja el camino trazado por Prisma en cuanto a la solidez y potencial que posee a partir de todos los procesos de innovación, expansión y consolidación que vino encarando para convertirse en el principal actor de la industria financiera de medios de pagos.
Se trata de un sector que, según el estudio "Payments 2025 & Beyond", proyecta un aumento de más del 80% hasta el 2050, mientras que la cantidad de transacciones per cápita casi se triplicarán para 2030.
En el caso de Prisma, anualmente opera más de 17.000 millones de transacciones a través de los 250.000 comercios adheridos a Payway, por lo que se constituye como uno de los jugadores más relevantes dentro del sector.
Desinversión habitual
Pero más allá de estas palabras, lo cierto es que, después de casi seis años, Advent empieza a considerar que su inversión en la empresa argentina ya se encuentra madura como para empezar a desandar el camino.
Por ese motivo inicia el proceso de desinversión habitual y tradicional que encaran los fondos de inversión en las empresas que controlan luego de una serie de años en los cuales le agregan valor, las hacen crecer y las consolidan como líderes del mercado donde compiten.
El comunicado también parece querer aclarar la versión que la agencia de noticias Bloomberg lanzó este martes 25 de febrero sobre la posibilidad de que Prisma comience a cotizar en Estados Unidos con un IPO inicial que tendría una valuación cercana a los u$s5.000 millones.
De manera oficial, desde Prisma prefieron no hacer declaraciones ante la consulta de iProfesional. "No comments" fue la frase elegida por los voceros de la compañía.
Sin embargo, según la versión de Bloomberg, la compañía colocaría por lo menos el 30% de su capital en ese mercado bursátil.
De todos modos, las autoridades de Advent dejarían la puerta abierta a considerar una venta directa de parte del capital de esta empresa, en donde el fondo norteamericano desembarcó en el 2019 con la compra del 51% de sus acciones a un grupo de bancos por u$s1.420 millones.
Luego, en el 2022, amplió su presencia con la adquisición del resto de las acciones tras abonar otros u$s360 millones.
Cumplir con la ley
Si se tiene en cuenta la cifra estimada para lanzar la IPO por un cuarto del capital (u$s5.000 millones), para Advent el precio bursátil de Prisma rondaría los u$s16.000 millones, una cifra exageradamente alta para los u$s1.800 millones que le pagó a los 14 bancos que controlaban Prisma hasta hace seis años.
En ese momento, la operación se concretó por la obligación regulatoria que debían cumplir dichas entidades financieras de vender la empresa como parte de un plan del gobierno del expresidente Mauricio Macri para poner fin a la verticalización en el sector financiero.
La determinación se basó en un informe de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) sobre medios de pago electrónico y tarjetas de crédito en el que se acusaba a las entidades dueñas de Prisma de "abuso de posición dominante".
El cargo las obligó a desprenderse de la mayoría accionaria de la empresa, que concretaron al filo del plazo que se les había concedido para desinvertir a bancos como el Santander que mantenía 9,07% de participación; Galicia 7,39%; BBVA Francés 5,44%; Macro 4,47%; HSBC 3,33%; ICBC 3,3%; Patagonia 2,68%; Itaú 1,43% y Comafi, 1,344%, entre otros.
Nacida de una fusión
Se trató de un caso de defensa de la competencia histórico, ya que fue la primera vez que una investigación por presuntas prácticas anticompetitivas concluyó en una desinversión de esta magnitud.
El proceso se inició en agosto de 2016, cuando la CNDC presentó los resultados de su investigación en este mercado con recomendaciones tanto al BCRA como a la Secretaría de Comercio.
Luego, en septiembre del 2017, la Comisión aceptó el compromiso de desinversión de Prisma por parte de los 14 bancos dueños de la empresa, lo que abrió el camino para desarmar una posición dominante y aumentar de manera significativa la competencia en el mercado de tarjetas de crédito y medios electrónicos de pago.
Las entidades habían fundado Prisma en 2014 a través de la fusión de Visa Argentina y Banelco, y en la actualidad es considerada la empresa líder en medios de pago en Argentina y una de las más grandes de Latinoamérica, en donde ofrece servicios de procesamiento adquirente y emisor a clientes en 15 países de la región mediante 60 emisores que realizan alrededor de 12.500 millones de transacciones por año.
Utiliza las marcas Payway y Lapos, además de ser dueña de Banelco y Pagomiscuentas con las cuales controla el mercado de servicios de procesamiento emisor de tarjetas de crédito, débito y prepagas, en pago electrónico de servicios y el negocio de cajeros automáticos y de transferencias bancarias.
En el caso de Advent, nació en 1984 y es hoy una de las mayores y más experimentadas inversoras de capital privado a nivel mundial, con inversiones cercanas a los u$s61.000 millones en más de 390 compañías en 42 países; 15 oficinas en 12 ciudades de América del Norte, Europa, América Latina y Asia.
Su foco de negocios es invertir en cinco sectores, como los de servicios a empresas y servicios financieros; salud; industrial; comercio minorista, consumo y entretenimiento; y tecnología.