La fórmula de Arcor para financiar operaciones y mantener inversiones
El primer año de gobierno libertario no parece haber favorecido, por lo menos hasta ahora, los negocios de la mayor fabricante de golosinas de América Latina. Se trata de Arcor, una de las mayores multinacionales nacidas en la Argentina y con sede en la localidad cordobesa de Arroyito que, en los primeros nueve meses de este 2024, arroja pérdidas superiores a los $25.000 millones.
Conjuntamente con sus subsidiarias, asociadas y negocios conjuntos, constituyen un grupo multinacional, que produce una amplia gama de alimentos de consumo masivo (golosinas, chocolates, galletas, alimentos, etc.) e industriales (papel virgen y reciclado, cartón corrugado, impresión de films flexibles, jarabe de maíz, ingredientes industriales y endulzantes de origen vegetal, etc.), en Argentina, Brasil, Chile, México, Perú y Angola, y comercializa los mismos en una gran cantidad de países del mundo.
La sociedad es controlada por Grupo Arcor S.A., que posee el 99,686534% y 99,679719% de participación en el capital y en los votos, respectivamente.
Es propiedad de la familia Pagani y es considerada la principal empresa de alimentos de la Argentina; el mayor exportador de golosinas de la Argentina, Chile y Perú y la empresa más importante de la región en capacidad productiva, ventas y desarrollo marcario.
Posee 49 plantas industriales en el mundo; más de 20.000 empleados; es el primer productor mundial de caramelos duros y es también una de las empresas de soluciones de packaging más importantes del Cono Sur, con plantas industriales en Argentina, Chile y Perú.
Arcor: inversiones y datos que reflejan la economía argentina
En el 2023 generó ventas por $1.915.229 millones, obtuvo un resultado operativo de $108.172 millones y encaró inversiones por $42.779 millones.
Ahora, su pérdida en estos primeros nueve meses se compara con una rentabilidad de $107.204 millones que obtuvo en igual período del 2023, mientras que su resultado operativo llegó a los $156.549 millones contra los $216.550 del año pasado.
Esta cifra es importante para la multinacional, ya que muestra su verdadera situación financiera y económica actual, y la diferencia entre sus ingresos y egresos, que se calcula restando los gastos y costos de la realización de las ventas.
De igual modo, sus ventas consolidadas ascendieron a los $2.841.918 que, en comparación con el mismo período del año anterior, disminuyeron un 5,7% debido especialmente a una baja en su nivel de ventas en el mercado doméstico, principal escenario para el desarrollo de sus negocios.
De acuerdo a un reporte enviado por Arcor a la Comisión Nacional de Valores (CNV), las razones de estas caídas se vinculan con la performance de la economía argentina que, según la compañía, "desde fines del año anterior, produjo una aceleración de los niveles de inflación y cambio en los precios relativos de la economía, que afectaron el poder adquisitivo de la población, ocasionando una caída de los volúmenes de venta de los productos de consumo masivo e insumos industriales".
Inflación superior a la devaluación y su impacto en Arcor
Ocurre que, para Arcor, el mercado local es su principal fuente de ingresos si se tiene en cuenta que representa el 67,45% de las ventas consolidadas del grupo, mientras que las ventas en el extranjero, que incluyen las exportaciones, significan el 32,55% restante.
En el informe, el directorio de la alimenticia destaca que "el resultado final del periodo se ha visto incrementado de manera significativa a nivel de los resultados financieros, debido principalmente a que la inflación en Argentina fue muy superior a la devaluación del peso argentino con respecto al dólar, produciendo un resultado positivo relevante por la apreciación en términos reales de la moneda".
Como consecuencia de este contexto, al cierre del período, la compañía obtuvo una ganancia neta de $284.242 millones, mientras que en el caso de los resultados integrales, destaca que corresponden más que nada a la diferencia de conversión de las tenencias accionarias en subsidiarias del exterior y no tiene impacto en la generación de flujos de efectivo.
Es decir, alcanzaron una pérdida de $25.293 producto de la conversión a pesos de las distintas monedas locales de las operaciones en el exterior, lo cual abre muchas incógnitas con respecto al futuro de esas actividades para Arcor.
Escenario global incierto y riesgos a corto plazo
De hecho, en su reporte, el holding hace mención del contexto global que se espera para el 2025 a partir de la actualización de perspectivas de la economía mundial publicada por el FMI durante octubre de 2024, que estima alcanzar un crecimiento del 3,2% para fin de año.
De igual forma, Arcor considera "relevante" destacar que la actividad económica mundial aún se encuentra por debajo del promedio histórico anterior a la pandemia debido a factores de corto plazo, como los costos de endeudamiento todavía elevados y a los efectos de más largo plazo que provocó la pandemia de COVID-19, la invasión rusa a Ucrania, el débil crecimiento de la productividad y la profundización del conflicto en medio oriente.
"En la mayoría de las economías, la prioridad sigue siendo lograr una desinflación sostenida mientras se garantiza la estabilidad financiera", señala Arcor en su informe enviado a la CNV.
También advierte que, aunque la inflación ha disminuido en muchos países, la inflación subyacente aún se mantiene elevada y recuerda en este sentido, que el FMI plantea en su informe que el recrudecimiento de las tensiones comerciales entre las principales economías podría empeorar aún más los riesgos a corto plazo para la inflación, al aumentar el costo de los bienes importados a lo largo de la cadena de suministro.
Según las proyecciones del informe, Estados Unidos experimentará un crecimiento del 2,8% en 2024 y 2,2% en 2025, mientras que para China pronostica un crecimiento del 4,8% en 2024 y del 4,5% para el mismo año.
En el caso de Argentina, principal país donde Arcor desarrolla sus negocios, prevé una contracción de la economía del 3,5% para fines de este 2024.
Proyecciones para el resto del año: contracción del PBI y descenso de la inflación
En relación con los países de América Latina, la empresa recuerda un documento de la CEPAL en octubre pasado en el cual se espera un crecimiento del PBI del 1,8% para la región para este año "manteniendo la dinámica de bajo crecimiento y desaceleración en la generación de empleo". En el mismo trabajo, para las principales economías de la región, Brasil y México, se prevé un crecimiento de su PBI del 2,3% y 1,9%, respectivamente.
En el ámbito económico local, el grupo cordobés tiene en cuenta los datos del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) publicado por el Banco Central a principios de septiembre pasado.
Si bien el estudio estima continuar con el descenso de la inflación observado durante el año, para Arcor dicho índice continuará siendo elevado durante el resto del año, alcanzando un 123,6% acumulado para fines de diciembre próximo.
Además, se proyecta una contracción del 3,8% del PBI para 2024, lo cual obliga a los ejecutivos del holding a continuar con la estrategia que viene aplicando en los últimos años de focalizarse en sus principales negocios como son los de Packaging; Agronegocios y, en especial, Alimentos de Consumo Masivo (Golosinas, Chocolates, Helados, Galletas, Alimentos y Productos Funcionales).
"Seguiremos profundizando nuestra visión digital para potenciar los ingresos de los negocios y propiciar el desarrollo de las capacidades que los apalancan, tanto en tecnología como en talento digital y en las nuevas formas de organizarnos", agrega el documento.
Adicionalmente, y a partir de la actual coyuntura, anticipa que continuará profundizando la liquidez y una adecuada estructura de financiamiento "con el objetivo de asegurar el cumplimiento de nuestras obligaciones, como también la adecuada gestión del capital de trabajo y la contención del incremento de los gastos fijos, a efectos de poder generar los fondos requeridos para llevar a cabo las operaciones y proyectos de inversión previstos".