El decálogo de un buen jefe: cómo es el identikit de un líder querible que es valorado por sus empleados
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Ser un buen jefe no siempre resulta sencillo. Se debe lidiar con un grupo de trabajo conformado por personas distintas entre sí, tratando de lograr destacar lo mejor de cada uno y del equipo.
En este contexto, ser apreciado por los empleados no es tarea fácil. Por ello, una investigación realizada por el Centro de Estudios Financieros (CEF) de España (que incluye opiniones de otros 44 países, incluyendo Argentina) reveló diez claves para conocer cuáles son los aspectos más valorados por los subalternos en sus supervisores.
El estudio se denominó "Los 10 comportamientos de los jefes que más agradan a sus colaboradores" y se realizó a través de una encuesta a 2.550 personas.
"Los resultados del estudio dibujan un retrato robot del jefe ideal como un superior al que no le resulta difícil otorgar su confianza en sus subordinados, es dialogante, los trata con respeto y mantiene siempre una actitud positiva y con voluntad de resolver problemas", sostuvo Ángel Fernández Muñoz, psicólogo y profesor del Máster en Dirección de Recursos Humanos del CEF, quien dirigió la investigación citada por la publicación especializada VoyxMas.
Además, saber delegar y contribuir al desarrollo profesional de sus colaboradores son otras de las virtudes más apreciadas.
El Top 10Según el estudio, los diez aspectos más valorados son:
1. Manifestar confianza en sus colaboradores (48%)
2. Dialogar de forma abierta (43%)
3. Transmitir instrucciones con respeto (42%)
4. Intentar solucionar los problemas (39%)
5. Tratar a sus ayudantes como si fueran importantes para la empresa (36%)
6. Exigir razonablemente (36%)
7. Permitir desarrollar las capacidades de sus empleados (35%)
8. Saber delegar (34%)
9. Escuchar y contar con las ideas que aportan sus colaboradores (33%)
10. Reconocer lo bueno y corregir lo malo (32%)
Lo que queda en el tinteroPor otra parte, el estudio detalló cuáles fueron los aspectos de la personalidad de los jefes que no fueron tenidos demasiado en cuenta a la hora de las alabanzas de los empleados:
1. Aprende de sus errores (11%)
2. Explica los proyectos con detalle (12%)
3. Es justo en la evaluación del desempeño (12%)
4. Premia la imaginación y la creatividad (13%)
Más grandes, menos tolerantes
Aunque no existen grandes diferencias entre las respuestas de los encuestados en función del sexo, en cambio sí la edad es un factor significativo para los resultados.
Un ejemplo claro en este sentido se nota en el ítem "reconoce lo bueno y corrige lo malo", que obtuvo un 56% de respuestas entre los que tienen entre 18 y 22 años y sólo 26% entre los de 38 a 42.
Igualmente, en el caso de "enseña qué y cómo hacer las cosas" se notó un gap importante (39% y 16%, respectivamente), mientras que para el ítem "da ejemplo con su comportamiento" la diferencia se notó entre quienes tienen 18 a 22 años (40%) y quienes tienen entre 33-37 (23 por ciento).
"Como vemos, con carácter general, los más jóvenes ven más virtudes en su jefe, en tanto que los más veteranos son más críticos", señaló Fernández Muñoz.En consonancia
En la misma línea, otra investigación -realizada por la Think-Tank Work Foundation- destacó que los jefes o líderes más efectivos son los que piensan de una manera general y actúan de forma sistémica, observando el panorama general en lugar de dividirlo en diferentes soluciones parcializadas.
La consideración personal también es clave, según el documento citado por Todo Interesante.
"Los líderes que se obsesionan en objetivos y cifras necesitarían cambiar sus pensamientos para ser más eficientes", destacaron desde la Think-Tank Work Foundation.
Flexibilidad al día
Existen formulas que consideran que un líder debe ser duro y distante para que los empleados lo observen con el suficiente respeto y obedezcan sus órdenes. Pero también existen otros esquemas en los que la cercanía, el apoyo, la flexibilidad y la comprensión han demostrado producir los mejores resultados empresariales.
Las características de un líder exitoso vienen marcadas por su conocimiento, autocontrol, decisión, planificación, responsabilidad y el esfuerzo compartido. "Los más severos no siempre son los mejores", explicaron desde la fundación.
"Los líderes extraordinarios se enfocan en las personas, las actitudes y el compromiso, co-creando visión y estrategia. En vez de reuniones uno a uno centradas en las tareas, ellos buscan comprender a las personas y sus motivos", concluyeron.