Los errores no forzados de Milei inquietan al mercado y hay temor de que impacte en el acuerdo con el FMI
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"Una noche de furia tuitera te puede arruinar meses de trabajo". La frase, enunciada por un especialista en política y tecnología, podría sintetizar el insólito episodio protagonizado a última hora del viernes por el presidente Javier Milei, cuando los argentinos se preparaban para disfrutar del fin de semana.
Un impulso con un alto costo político
Aún no se sabe bien qué lo motivó a realizar un posteo promocionando un ignoto activo digital que en pocos minutos subió de precio en forma meteórica para, un par de horas después, derrumbarse.
Le tomó más de tres horas al jefe de Estado darse cuenta del error que había cometido, y borró el posteo. Ya era tarde.
Los principales líderes de la oposición, con Cristina Kirchner y Axel Kicillof a la cabeza, salieron a crucificarlo. Y varios legisladores ya impulsan una comisión de juicio político. A tal punto llegó la preocupación presidencial que, aseguran, consultó a abogados sobre las consecuencias legales de su affaire.
La crítica más ingeniosa partió de la expresidenta: "Pasó de Hayek a Ponzi", le enrostró.
No se entiende qué pensó Milei al escribir el fatídico posteo, pero terminó provocando un daño millonario a un número indeterminado de usuarios de activos digitales.
También disparó el malestar de uno de los sectores más identificados con sus políticas, el mundo cripto.
Los "errores no forzados" de Javier Milei
Y entre los consultores políticos reavivó el concepto de los "errores no forzados", aquellos que cometen los líderes políticos sin necesidad ni presión alguna, incluso instalando temas que ni siquiera son materia de discusión en la opinión.
Desde que gobierna la Argentina, Milei cometió muchos de estos errores. Algunos, dispararon marchas multitudinarias, y otros pueden desatar un vendaval de denuncias en el Congreso.
Uno de los traspiés más fuertes fue cuando el gobierno libertario avanzó contra el presupuesto de las universidades. La ofensiva disparó una multitudinaria marcha "en defensa de la educación pública" en Plaza de Mayo, en la que participaron no solo opositores, sino también votantes de Milei.
Fue un error del gobierno ir tan a fondo contra uno de los pilares de la Argentina para posibilitar la mejora social. Son cada vez más los jóvenes que se convierten en los primeros universitarios en sus familias gracias a la universidad pública.
Otro error no forzado de Milei fue haber utilizado al Foro Económico Mundial para meterse contra los avances de igualdad de género, en lugar de aprovechar la presencia de la crema del mundo de los negocios para atraer inversiones a la Argentina.
Incluso, profundizó su error cuando pretendió utilizar un caso de pedofilia de una pareja homosexual para traspolarlo y generalizar. Su discurso provocó rechazo generalizado y activó otra multitudinaria marcha, esta vez desde el Congreso a Plaza de Mayo. La marcha del orgullo se amplificó ese día para condenar también el "fascismo", y muchos opositores, como el propio Kicillof, se sumaron.
Ahora Milei parece haber cometido otro "error no forzado". Sin contar con información relevante salió a promocionar un ignoto token, encandilado porque el proyecto se llama "Viva la libertad".
Su posteo en X disparó las compras de este activo y multiplicó su valor. En pocas horas, cuando los expertos salieron a alertar que podría tratarse de una estafa, Milei eliminó su mensaje.
El portal alemán cripto Coin Edition recordó que el presidente argentino ya tuvo un "error criptográfico en el pasado", al recordar el caso de CoinX World, una empresa promocionada en 2021 por el libertario, que luego fue denunciada por maniobras de estafa con el esquema "piramidal".
En tanto, el sitio francés de criptomonedas Cryptoast, no sólo encuadró al proyecto promocionado por Milei como una posible maniobra fraudulenta de tipo "rug pull", sino que recordó que el mandatario se había reunido hace pocos meses con Julian Peh, el ceo de la empresa KIP Protocol, la dueña del proyecto Viva La Libertad y la moneda $LIBRA.
Incluso, el estudio jurídico Burwick Law, que engloba a un grupo de abogados que se dedican a presuntas estafas y se definen en su cuenta de X como líderes "en protección al consumidor digital", salió a ofrecer sus servicios a presuntos damnificados. "Si perdió dinero en $LIBRA, comuníquese con Burwick Law para conocer sus derechos legales", ofertaron.
A principios de año, cuando se terminó de romper la relación entre Milei y su vice, Victoria Villarruel, el jefe de Estado acusó a su compañera de fórmula cometer "errores no forzados" y no estar en línea "con lo que los argentinos quieren".
La frase elegida por el mandatario pareció ser anticipatoria de algunas de las equivocaciones que ahora se les endilgan.
"Nunca interrumpas a tu enemigo mientras se está equivocando", solía decir Napoleón Bonaparte.
La oposición capitaliza el traspié de Milei
Ese concepto lo tratará de capitalizar la oposición, mientras en el Congreso se debaten dos proyectos claves: Ficha limpia, que dejaría fuera de combate electoral a Cristina Kirchner, y la eliminación de las PASO.
A esto se suma el temor de los mercados de que el renovado aire logrado por la oposición a partir del "affaire Libra", termine complicando el acuerdo con el FMI. El Gobierno pretende que el nuevo programa con el Fondo Monetario no pase por el Congreso, porque no representaría nueva deuda.
Pero si la oposición recupera volumen político, podría obligar a discutir el nuevo acuerdo de financiación en el Parlamento, y complicarlo. Para el mercado, el nuevo programa con el FMI es central, porque es la única chance de que finalmente se levante el cepo cambiario, en un escenario de sequía de reservas.
A medida que los errores no forzados se acumulan y las divisiones internas en La Libertad Avanza se hacen más evidentes, analistas alertan que Milei podría caer en la misma trampa que prometió evitar.
La presión de cumplir con sus promesas de cambio, combinada con la inexperiencia y la falta de cohesión de su equipo, podría estar llevando a su gobierno a repetir los mismos errores de quienes criticó.
En su meta de terminar con el pasado, corre el riesgo de replicar las mismas dinámicas de poder que buscaba erradicar, dejando a la Argentina en una situación tan complicada como antes, advierten politólogos.
Explican que, en la arena política, el mayor peligro no siempre viene del exterior, sino también de los errores no forzados que uno comete.