Qué pasará con las 17.000 viviendas del plan Procrear que quedaron abandonadas y sin concluir
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El reciente Decreto 70/2025, firmado por el Gobierno de Javier Milei, eliminó oficialmente la Secretaría de Desarrollo Territorial, Hábitat y Vivienda, un órgano clave en la política habitacional de Argentina.
Aunque la medida se formalizó ayer, "en los hechos, la política habitacional en Argentina llevaba meses en estado vegetativo", marcando un estancamiento en la ejecución de programas como el Procrear y el debilitamiento de herramientas fundamentales para reducir el déficit de viviendas.
Se estiman que hay unas 3,5 millones de viviendas con falencias estructurales en el país y a los segmentos medios y bajos les cuesta acceder como refaccionar sus hogares.
El argumento principal del Ejecutivo para esta radical decisión fue contundente: "El Estado no tiene que construir viviendas". Sin embargo, esta declaración despertó fuertes críticas entre expertos y ex funcionarios, pero la "Motosierra" pasó por este rubro también.
Iván Kerr, ex secretario de Vivienda durante el gobierno de Mauricio Macri, afirmó que la declaración es, en parte, comprensible, pero errada al reducir la función de la Secretaría únicamente al rol de constructor y advirtió: "Eliminar la Secretaría sin diseñar una estructura alternativa es el equivalente a querer construir sin cimientos", dijo Kerr.
Déficits estructurales y la ausencia de una política habitacional activa
Para varios analistas del sector, la decisión no solo refleja un cambio de enfoque, sino una renuncia a enfrentar un problema estructural que afecta a millones de argentinos. Antes del cierre de la Secretaría, el acceso a la vivienda ya era limitado, en 2024 se otorgaron más de 11.000 préstamos hipotecarios, pero todavía persisten más de 4 millones de trabajadores excluidos por no calificar para créditos bancarios.
Enfatizó que el acceso a la vivienda no puede depender exclusivamente de los préstamos bancarios. Según sus palabras, "es necesario que los países planteen un menú de opciones para abordar el acceso a la vivienda de acuerdo con la capacidad de pago de los hogares y la institucionalidad del mercado de crédito".
En ese marco, Iván Kerr también subrayó, que países de la región como Chile lograron avances importantes con enfoques híbridos que combinan subsidios estatales y financiamiento privado, algo que Argentina debería considerar. Kerr puntualizó: "El financiamiento hipotecario es clave, pero no puede ser el único pilar".
Procrear, viviendas inconclusas y el rol de las provincias
Uno de los puntos más controversiales tras el desmantelamiento de la Secretaría es el futuro de más de 17.000 viviendas que quedaron sin terminar del Plan Procrear. El Gobierno nacional transfirió la responsabilidad de completar estas obras a provincias y municipios.
Sin embargo, se mantiene la incertidumbre sobre si algunas unidades serán puestas a la venta con financiamiento privado o si pasarán a ser administradas por la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE).
En algunos casos, distritos como Catamarca, Mendoza, Misiones y Río Negro ya comenzaron a implementar estrategias propias para avanzar con la construcción. Además, en el conurbano bonaerense, municipios como Avellaneda decidieron destinar recursos propios para concluir unas 3.000 viviendas. Sin embargo, la falta de un esquema centralizado genera preocupación en torno a la coordinación y eficacia de estos esfuerzos descentralizados.
El impacto en el ingreso de Argentina a la OCDE
El enfoque actual del Gobierno también podría tener implicancias internacionales, considerando que Argentina avanza en su proceso de adhesión a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El Estudio Económico de la OCDE sobre Argentina 2023 ya había identificado como prioritarios los desafíos relativos a la urbanización y el acceso a viviendas.
En este sentido, expertos consideran que la eliminación de la Secretaría, sin una estructura alternativa, representa un retroceso y no está alineada con las recomendaciones internacionales.
En economías como en Canadá, Chile y Alemania, se combinan mecanismos que incluyen fondos de garantía, crédito y subsidios progresivos para ampliar el acceso, incluso entre sectores de bajos ingresos. "La política habitacional no puede depender exclusivamente del crédito bancario" y coincide en la necesidad de modelos mixtos", dijo Kerr.
Un paso en falso
Para Luciano Scatolini, ex secretario de Desarrollo Territorial a cargo de Procrear durante el Gobierno de Alberto Fernández, esta decisión implica un retroceso en la necesidad de una política de largo plazo. "No hay forma de resolver problemas estructurales sin que el Estado nacional fije un rumbo claro, acompañado por provincias y municipios", afirmó.
El déficit habitacional en Argentina no se reduce solo con la construcción de viviendas, sino con una planificación integral que contemple el acceso al suelo urbano, el desarrollo de infraestructura y la integración de servicios.
Scatolini señaló que los modelos internacionales más exitosos combinan la acción coordinada del sector público y privado. "Los problemas urbanos son complejos y las soluciones también. No es solo crédito, hay que planificar cómo se desarrolla y crece la ciudad", explicó.
Uno de los desafíos centrales es garantizar un equilibrio territorial y evitar la concentración urbana sin planificación.
Según Scatolini, sin una estrategia nacional, cada distrito deberá gestionar la problemática habitacional con sus propios recursos, lo que generará desigualdades entre provincias y municipios. "Claramente, el tema de los recursos públicos es clave, porque para mitigar el déficit se necesitan muchas obras", advirtió.
El crédito hipotecario es una herramienta fundamental, pero no suficiente. Con más de la mitad de la población en la pobreza, el acceso a financiamiento bancario resulta inviable para amplios sectores. "El déficit es más cualitativo que cuantitativo.Por eso debe actuar el Estado, arribar donde el mercado no llega", sostuvo Scatolini, quien recordó además que el Procrear permitió alcanzar más de 500.000 soluciones habitacionales bajo ese esquema.
Sin una política de vivienda definida, el mercado inmobiliario queda sujeto a las reglas de la oferta y la demanda, sin mecanismos que permitan equilibrar la accesibilidad.
Scatolini insistió en que la vivienda no puede pensarse de manera aislada, sino como parte de un modelo de desarrollo urbano. Añadió: "La vivienda sin ciudad no sirve. Se necesita infraestructura, servicios y conectividad para lograr soluciones habitacionales sostenibles".
Críticas al modelo de financiamiento y la estrategia emergente
Desde el Gobierno, uno de los argumentos para justificar este cambio de rumbo fue la supuesta falta de control en los fondos fiduciarios que administraban proyectos habitacionales.
No obstante, los críticos señalan que, al eliminar la Secretaría sin contar con un plan alternativo, "la única opción para millones de argentinos será la informalidad, el hacinamiento o la imposibilidad de acceder a una casa propia", concluyó Kerr.