• 22/11/2024

¿Se puede salir del cepo al dólar en 2024?: qué debería hacer el próximo gobierno para tratar de normalizar la economía

La llegada de un nuevo período de gobierno, ya sea del oficialismo actual o de la oposición, genera expectativas sobre el fin del cepo al dólar
19/02/2023 - 07:50hs
¿Se puede salir del cepo al dólar en 2024?: qué debería hacer el próximo gobierno para tratar de normalizar la economía

En la Argentina conviven casi una decena de tipos de cambio entre el dólar y el peso: dólar oficial, mayorista, blue, tarjeta, Qatar, MEP, CCL y cripto, entre otras cotizaciones, con una brecha de casi el 100% entre la más económica y la más cara.

Es la consecuencia de la falta de dólares -o el exceso de pesos, dependiendo de quién lo analice- que imposibilita que las personas o empresas que quieran dolarizarse puedan hacerlo a un tipo de cambio único. ¿Por qué? No hay flujo comercial, de inversión o de deuda que ingrese al país los dólares suficientes para saciar la demanda.

El llamado cepo cambiario que instauró Cristina Kirchner en octubre de 2011, aunque con múltiples cambios, persiste hasta la actualidad. Sólo hubo un breve período, entre finales de 2015 y 2019, en el que se eliminaron todas las restricciones cambiarias y de flujo de capitales. Durante aquellos años fue posible ingresar y retirar dólares del país, así como cambiarlos por pesos e invertirlos en activos locales. Una situación que, tanto analistas como los propios protagonistas de los equipos económicos del Frente de Todos (FdT) y de Juntos por el Cambio (JxC), reconocen que será imposible de replicar en 2024.

Dólar libre: el idilio de Macri y la situación irrepetible

"Argentina tiene niveles de endeudamiento bajísimos, tanto a nivel del gobierno, como a nivel de las empresas, como el nivel de las familias". En menos de dos minutos, el ex ministro de Hacienda de Mauricio Macri, Nicolás Dujovne, reconoció a mediados de 2016 que, a pesar de las múltiples fragilidades que habían heredado, la gestión anterior les había dejado "una bendición": la deuda externa argentina era bajísima en proporción al tamaño de su economía. Así, con apenas un cambio en las expectativas de los acreedores era posible endeudarse en moneda extranjera en aquellos años. Y así lo fue.

Según datos del Banco Central, la deuda externa bruta del Gobierno nacional pasó de u$s157.792 millones en diciembre de 2015 a u$s277.648 millones en el mismo mes de 2019. La emisión de bonos y letras de corto vencimiento -menos de 10 años-, sumada al extraordinario crédito pedido al FMI por u$s44.000 millones, incrementaron el stock de deuda en un 76% en apenas cuatro años.

En ese mismo período, la formación de activos externos -la mal llamada "fuga de capitales"- ascendió hasta los u$s88.000 millones. Es decir, en cuatro años hubo personas, empresas y fondos de inversión que cambiaron pesos por casi 90.000 millones de dólares y los llevaron al exterior, a cajas de seguridad, a guardar debajo del colchón o, en una muy baja proporción, a depósitos bancarios.

Endeudamiento y formación de activos externos: la Argentina ya no es la de 2015.
Endeudamiento y formación de activos externos: la Argentina ya no es la de 2015.

Independientemente de la discusión de las condiciones en las que se tomó esa deuda y de las alternativas que tenía el gobierno de Macri, lo que hoy está claro es que ni organismos multilaterales, ni acreedores internacionales o locales están dispuestos a prestarle a la Argentina una cantidad semejante de dólares otra vez. Salir del cepo implica disponibilidad de dólares. Y hoy, para este país, no la hay.

Salir del cepo en 2024, una quimera infinanciable

"En 2024, el gobierno que venga va a tener que hacer lo opuesto a lo que se hizo en 2016. No va a haber margen para sacar los controles de capitales y el cepo producto de esta bola de Leliqs que vas a tener y de vencimiento de deuda del Tesoro pesos", aseguró el director de la consultora Anker, Federico Furiase, en referencia a los más de 10 billones de pesos que actualmente tiene el BCRA entre sus pasivos y de otros tantos que acumula el Tesoro en vencimientos de los próximos meses.

Para Furiase, a diferencia de la experiencia de 2016/2018, en la que el financiamiento del déficit fiscal y comercial se hizo con endeudameinto externo, esta vez "no va a haber margen para hacer gradualismo fiscal, porque no habrá financiamiento externo y el financiamiento interno es muy limitado, dado el tamaño del mercado de capitales".

"Vas a tener que corregir precios relativos aún dentro del cepo, subir el dólar oficial para bajar la brecha y recomponer tarifas para bajar el déficit. Con lo cual no vas a tener que tener un plan para derrumbar la inflación como hubo en el esquema de metas de inflación, con una tasa de interés real muy positiva que te puede pasar una mala jugada", aseguró el economista de Anker en una reciente presentación.

El diagnóstico es similar entre los analistas macroeconómicos. "Levantar el cepo implica muchas cosas. Por eso, la única forma de hacerlo es dentro de un plan de estabilización", afirmó a iProfesional Claudio Caprarulo, director de la consultora Analytica. En ese sentido, aseguró que "fracasó la idea de un mercado de cambios libre, sin control de capitales", ya que "lo sostuviste con un fuerte endeudamiento que no hay forma de repetir". 

"Parece difícil que le puedas decir a la gente que el dólar atesoramiento se libere por completo. Hay que ofrecerle otros instrumentos a la gente para conservar su ahorro", aclaró.

Una salida rápida del cepo, difícil de realizar en el contexto actual de endeudamiento.
Una salida rápida del cepo, difícil de realizar en el contexto actual de endeudamiento.

Aun así, la salida del cepo es fundamental si se quiere dejar atrás el estancamiento económico que padece el país hace más de una década. Por ejemplo, la inversión extranjera está en niveles mínimos. Es que es muy difícil para las empresas invertir en la Argentina si no pueden remitir utilidades al exterior. "El problema es cómo hacer eso sin generar problemas en la macro. Cuando Macri levantó las restricciones, la remisión de utilidades fue de unos 3.800 millones de dólares de hoy, que es el 80% de lo que tenés que acumular este año de reservas. Es evidente que se tienen que levantar el cepo, pero sólo dentro de un plan de estabilización alineado a otro montón de variables y con los incentivos necesarios para que la demanda de dólares para ahorro sea la menor posible", afirmó Caprarulo.

Cepo al dólar: ¿qué dicen los equipos de JxC y FdT?

"Debemos ser más audaces en lo fiscal y menos en lo monetario", afirmó recientemente el último ministro de Hacienda del gobierno de Juntos por el Cambio, Hernán Lacunza, en referencia a un futuro mandato del frente que integra. Así, el hombre que reinstaló el cepo el día después de que Alberto Fernández ganara las elecciones 2019 como "una medida necesaria para evitar males mayores", admite que no habrá soluciones mágicas.

Esta vez no hay espacio para comprar dólares a cambio de Lebacs -las letras del Banco Central en manos de inversores privados que creó Federico Sturzenegger- y ofrecer altos rendimientos en pesos para tentar a especuladores extranjeros y locales. La alternativa que baraja uno de los integrantes del equipo económico de Horacio Rodríguez Larreta es la de un plan de estabilización que mantenga los controles de capitales, pero en el que se corrijan los precios relativos dentro del cepo, con un fuerte ajuste del gasto público -suba de tarifas incluida- y resignar a cambio una menor velocidad para bajar la inflación.

El actual viceministro de Economía, Gabriel Rubisntein, escribió días atrás una columna de opinión en la que dejó en claro que la "idea rectora" del equipo económico que conduce Sergio Massa es la de "poder dejar de lado los controles de cambio (cepos) en cuanto sea posible, de modo que no haya brechas cambiarias".

"Pero para que liberar el cepo no sea un operativo de alto riesgo, se necesitaría contar con un stock de dólares mucho más alto que el actual (para poder intervenir exitosamente de ser necesario), y sería altamente conveniente no tener déficit fiscal primario (para no tener que aumentar el stock de pesos por motivos fiscales)", admitió Rubisntein.

El frágil equilibrio entre abrir la economía en 2024 y evitar una crisis que empeore los índices de pobreza y desempleo dependerá de un alto consenso social y político, así como de una correcta administración de los recursos disponibles.

Lo que está claro es que no habrá salidas mágicas al cepo como en diciembre de 2015. Los controles de cambio vinieron para quedarse.