• 22/12/2024

Atesorar dólares "en el colchón": los datos que revelan por qué puede no ser la mejor inversión

La compra de dólares como reserva de valor es una vieja costumbre argentina, pero trae aparejado un elevado riesgo que se agiganta con el paso del tiempo
06/02/2023 - 07:00hs
Atesorar dólares "en el colchón": los datos que revelan por qué puede no ser la mejor inversión

En tal sentido, la cantidad de dólares billete en poder del público supera muy holgadamente a los depósitos en moneda extranjera en los bancos locales. Incluso algunas estimaciones consideran que las sumas en cuestión superan largamente los u$s200.000 millones. De ellos, buena parte está en el "colchón", una expresión que aglutina tanto los fondos guardados en casa, lo cual implica un enorme riesgo en cuanto a seguridad, en cajas de seguridad o en cuentas en el exterior.

Es que, para millones de argentinos, la compra de dólares es más que una forma de ahorrar, es adquirir una supuesta tranquilidad ya que los pondría a salvo de cualquier contingencia financiera o económica.

Más allá de su ubicación física, lo que está en claro que se trata de dólares que están fuera del sistema financiero y por eso más de una vez se habla de fuga de capitales, aunque esta supuesta fuga sea el cortísimo trayecto que va desde la caja de una sucursal bancaria hasta donde están habilitadas las cajas de seguridad.

En tal caso, convendría preguntar si la compra de dólares es una manera de atesorar o de ahorrar y la respuesta es clara: es simplemente la primera y ello trae aparejado una cuestión que no siempre es tomada en cuenta: el deterioro de su poder de compra a través del tiempo.

El motivo para que ello suceda es el peso de la inflación a través del tiempo.

El siguiente gráfico es más que ilustrativo al respecto:

 

Del mismo surge que por el efecto inflacionario, quien compró 100 dólares en el año 2002, por dicha circunstancia su valor actual se habrá reducido a poco más de 61 dólares, por lo que la pérdida de poder adquisitivo en estos 20 años se contrajo nada menos que un 40 por ciento.

Más acá en el tiempo, un billete adquirido entre 2013 y 2015 vale en la actualidad un 20% menos, pues apenas su poder de compra rondaría los 80 dólares.

Si bien el "degrade" fue constante a lo largo de estos años, el mayor impacto se concretó entre 2020 y la actualidad, pues la inflación acumulada en dicho lapso se acercó a un 14 por ciento.

Ejemplos concretos de la pérdida de poder adquisitivo del dólar

Si bien se define a la inflación como el aumento constante de un conjunto de precios de bienes y servicios a través del tiempo, algunos simples ejemplos permite apreciar el deterioro del poder de compra del billete de 100 dólares.

El primero de ellos se basa en observar la evolución del ticket de entrada a Disneyworld a través de los años, ya que esta brinda una muestra acabada de dicha pérdida, en especial si se toman en cuenta los precios de los últimos 50 años.

 

A simple vista surge que a partir de principios de este siglo el precio de las entradas comenzó a subir a mayor velocidad que en el período anterior, hasta alcanzar un máximo en el inicio de la pandemia en 2020. A partir de ese momento, curiosamente los precios comenzaron a caer y luego estabilizarse en los niveles actuales.

El impacto de la inflación

A manera de referencia, un ticket para Disneyworld que costaba en 1971 u$s3,50 se elevó al cabo de 10 años se multiplicó por 3, hasta por encima de los 15 dólares. Pasaron los años y ya en el nuevo siglo treparon hasta los u$s50.

A partir de ese momento el porcentaje de aumento anual se incrementó sustancialmente, pues en apenas 12 años el precio se duplicó, ya que en 2014 valía 100 dólares, para alcanzar su techo en plena pandemia a 125 dólares por espectador. En conclusión, a lo largo de este período el precio de los tickets aumentó 30 veces, a un ritmo anual de casi el 7 por ciento.

Pero este no es el único caso de aumentos de precios por encima de lo que marca el índice de precios al consumidor de los EE.UU.

Otro ejemplo lo da lo sucedido con el precio del Big Mac, que aumentó un 40% en los últimos 10 años. Muchos se preguntarán por qué semejante suba, y la respuesta es que en el mismo se suman múltiples factores económicos, incluido el costode la mano de obra, el transporte, los alimentos y la inflación general.

Es por ello que su evolución en el tiempo lleva a algunos analistas a creer que esa comida es una forma de comprender las tasas de inflación actuales y el poder adquisitivo de nuestras monedas.

Hay indicadores, como el índice "Big Mac" que muestran una caída del poder adquisitivo de quien atesoró dólares billete

Finalmente, otro dato interesante es lo sucedido con el precio de la gasolina en EE.UU., pues también es indicativo del deterioro del poder adquisitivo en ese país. Que muestra la historia: desde 1992 hasta el presente, si se mide entre puntas el precio trepó nada menos que un 200%, con picos cercanos al 350 por ciento.

Con estos datos, la pregunta que se puede formular si es realmente un buen negocio atesorar dólares. Quienes lo hacen en el orden local, tienen el convencimiento de que es la mejor manera de cubrirse del "riesgo argentino" en lo que hace a su relación con el peso, pero esa es otra historia.