Cuáles son las opciones de Caputo para frenar la corrida y evitar una devaluación
La conferencia de prensa en el atardecer del viernes pasado, puede pasar a la historia como la del 28 de diciembre de 2017, cuando el equipo económico de entonces -del que también formaba parte Luis Caputo como ministro de Finanzas- dio un paso en falso y disparó una corrida cambiaria que desembocó en la devaluación de abril del año siguiente.
Ese es el fantasma que ayer recorría oficinas de bancos y operadoras bursátiles.
La fuerte caída en las cotizaciones de bonos de la deuda y acciones fue percibida como el mayor revés de Javier Milei desde su asunción en diciembre último.
La percepción de que el Gobierno perdió una oportunidad para encaminar el programa económico se transformó en el consenso principal en la plaza financiera.
Inversores en instrumentos financieros argentinos y economistas de las principales consultoras reconocieron -algunos off the record y otros a través de las redes sociales- que la expectativa de un "service" al actual proceso económico se había frustrado, y que la reacción del mercado había sido agresiva, por eso mismo.
Por lo pronto, anoche, el Gobierno salió a mostrar que cuenta con el respaldo total de los bancos, con cuyos ejecutivos se reunió para explicar las últimas medidas.
Dólar: suenan las alarmas
La impaciencia del "mercado" se entiende por el lado de lo sucedido en las últimas semanas. Más concretamente desde mediados de mayo.
En ese momento, luego de sucesivas bajas en las tasas de interés por parte del BCRA, las cotizaciones de los dólares financieros volvieron a moverse y la brecha a subir. Algo que no llamó demasiado la atención luego de ver a un dólar CCL y MEP clavado en $1.000 a pesar de la inflación.
El problema apareció cuando la oferta de dólares también menguó y el Banco Central dejó de comprar reservas.
En junio, un típico mes donde la autoridad monetaria suele embolsar unos u$s2.500 millones, esta vez terminó en rojo. Las ventas fueron menores -no llegaron a u$s100 millones en el mes- pero el dato que alertó a los financistas fue que se dio vuelta la ecuación.
En vez de ganar dólares, el Banco Central terminó perdiendo. Esa fue la cuestión que encendió todas las alarmas.
Las opciones de Luis Caputo
El ministro de Economía Luis Caputo ya sugirió que habrá una suba de tasas de interés en el corto plazo; dando por finalizada la trayectoria de tasa negativa que caracterizó la "fase 1".
Esa suba de las tasas debería ser lo suficientemente atractiva para desviar la atención del dólar.
Si bien ahora no es como en aquel año 2017 -donde Federico Sturzenegger se vio obligado a elevar la tasa al 80% anual contra una inflación de un dígito- ya que en este momento hay un cepo funcionando, la realidad es que la demanda de dólares es superior a la oferta. Y hay que tomar medidas.
La posibilidad de un alza de las tasas de los plazos fijos es una posibilidad abierta, que puede concretarse de un momento a otro.
"Un típico carry trade que le quite presión al mercado cambiario. Una medida que disciplina, por un corto tiempo; nada más", dice un operador a iProfesional.
¿Un as en la manga?
En el equipo económico lo desmintieron en oportunidades anteriores. Pero, ante la crisis, podría haber una chance abierta: una baja momentánea de las retenciones.
Fue un clásico de la administración anterior: los famosos "dólar soja" o "dólar maíz", que solucionaron transitoriamente un vacío de dólares.
¿Por qué ahora el Gobierno no intentaría ese camino? No hay ninguna conversación oficial al respecto, pero sí existen voces que lo recomiendan cerca del equipo económico.
Un acuerdo con el sector agroexportador podría aligerar la oferta de divisas, que viene demorada ante la expectativa de una devaluación.
De hecho, la cobertura de los inversores es total: los fondos comunes de inversión están trasladando alrededor de $35.000 a $40.000 millones diarios a bonos atados al dólar (dollar linked) para evitar quebrantos en caso de un salto cambiario o una aceleración del "crawling peg".
Un puente hasta el FMI
Quienes sugieren un acuerdo de este tipo argumentan que, antes de una devaluación que sea un regreso a foja cero, el Gobierno debería construir un puente hasta el próximo acuerdo con el Fondo Monetario.
Que en una situación de fortaleza, y no de debilidad como ahora en la que se van los dólares, entonces hay chances de poner sobre la mesa un plan de estabilización definitivo.
Para que ese eventual programa empiece bien, el Ejecutivo necesitaría demostrar que fue exitoso en la baja de la inflación. Y una vez que lo logre, entonces recién ahí estaría en condiciones de lanzar un plan de estabilización.
Por ahora, ese esquema no figura oficialmente en los planes. Pero cerca del Gobierno sugieren que, antes de una devaluación, Luis Caputo va a buscar distintas alternativas.