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El ambicioso plan "diciembre en paz" que prepara Alberto: qué hará con dólar, precios, tarifas y ayuda social

El Presidente sabe que la incipiente recuperación del consumo dependerá de que el poder adquisitivo de los argentinos no siga perdiendo posiciones
24/11/2020 - 06:15hs
El ambicioso plan "diciembre en paz" que prepara Alberto: qué hará con dólar, precios, tarifas y ayuda social

Alberto Fernández no quiere sorpresas que pongan más tensión política y social sobre fin de año. Considera que en las seis semanas que quedan para el brindis del 31 no puede haber sobresaltos con la economía. Que la sociedad vino absorbiendo presiones inéditas a lo largo de este año, y que el Gobierno debe mantener el control sobre las principales variables de la economía, con el objetivo básico de no sumar una mayor presión.

Por eso ya deslizó a un grupo íntimo de colaboradores que rechazará cualquier intención que implique aumentos de precios que castiguen los bolsillos de la parte de la sociedad más castigada por la crisis.

Desde la Casa Rosada avisan que la única suba de precios regulados que se aceptará refiere a los combustibles. Existe un compromiso no escrito para que la estatal YPF aplique una suba adicional en los surtidores antes de fin de año, en línea con la cotización del dólar mayorista.

Fue lo que sucedió durante el feriado: en las últimas cuatro semanas, el "mayorista" avanzó 3%, y lo que YPF anunció fue una suba del 2,9% en el precio de las naftas en el área metropolitana.

En cambio, el Gobierno dio señales de que será duro con aquellos sectores que presionen por cambios antes de tiempo.

Precios: los sectores bajo la lupa del Gobierno

En las últimas horas, el propio Alberto Fernández dejó ver será muy celoso de los movimientos en los precios. Algo de lo que el Presidente dio a entender que está al tanto y que denominó "maniobras especulativas".

Ejemplos sobran: la secretaría de Comercio avisó que se valdrá de la ley de Abastecimiento para castigar a las empresas de la construcción que especulen con la entrega de materiales. Los insumos para el sector están en falta -ya sea cuando se trata de productos dolarizados (acero - hierro) como de productos con precios locales (arena - cal -cemento - ladrillos - piedras); y este desabastecimiento derivó en un alza repentina de los precios de esos productos.

La decisión se tomó, precisamente, luego de que el Indec midiera un alza del 7,8% en los precios mayoristas (a la salida de fábrica) de esos insumos para un sector clave para la recuperación de la economía.

"No voy a permitir este tipo de especulación", mencionó el Presidente en relación a esta dinámica tan particular.

Pulseada por los precios: el Gobierno intenta frenar las subas de fin de año.
Pulseada por los precios: el Gobierno intenta frenar las subas de fin de año.

No es al único que sector que se le puso la lupa. A los bancos también. Luego de que iProfesional informara que algunas entidades habían comenzado a descongelar las cuotas de los créditos UVA (indexados), el Banco Central hizo un rastreo sobre el mercado. Y, durante la mañana del último domingo, previo al feriado, la autoridad monetaria sacó un comunicado advirtieron de la plena vigencia de los decretos presidenciales 319 y 767, que obligaron al congelamiento de las cuotas y a la refinanciación (sin costos adicionales) de las cuotas impagas desde marzo hasta el próximo 31 de enero.

Una postura similar va en relación a las fábricas de alimentos, que desde hace varias semanas vienen reclamando por el desarme del programa de Precios Máximos, por el cual el Gobierno mantiene semi-congelados unos 2,300 productos de la canasta básica.

Algunos de los productos considerados "no esenciales" en términos de consumo masivo ya fueron quitados: bebidas alcohólicas, energizantes, arroz integral, golosinas, café, maquillaje, aprestos y las pomadas para limpieza de calzado.

Los artículos considerados esenciales que continúan dentro del programa seguirán alcanzados por los precios máximos, mientras que para los productos que fueron retirados todavía no se definieron los aumentos que se autorizarán.

Según las empresas, aquellos productos "no esenciales" que ya no figuran en Precios Máximos representan menos del 1% de su facturación, con lo cual mantienen su reclamo ante los funcionarios.

Esta semana seguirán las conversaciones entre Comercio y los principales fabricantes de alimentos para analizar el mejor momento para dar aumentos. En las reuniones previas, e incluso por carta, los empresarios advirtieron sobre faltantes en las góndolas en caso de que el Gobierno siga demorando una decisión.

A diferencia de lo que sucede con los materiales para la construcción, donde la ola especulativa se desató con la explosión de la brecha cambiaria al 100%, en el tema alimentos se argumenta un incremento de los costos de producción en una economía que corre con una inflación anual del 37% y un dólar que sube en ese mismo ritmo.

Los aumentos en alimentos, bajo negociación.
Los aumentos en alimentos, bajo negociación.

Fantasma de fin de año: recesión con inflación

Alberto Fernández sabe que la incipiente recuperación del consumo dependerá de que el poder adquisitivo de los argentinos no siga perdiendo posiciones. En medio de la pandemia, la gran mayoría de la población resignó poder de compra. Ya sea porque perdieron el puesto de trabajo; los suspendieron; o bien los aumentos salariales quedaron por debajo de la inflación.

El nivel de consumo masivo (productos de necesidad básica) retrocedió 2% en octubre, de acuerdo a la consultora Scentia, una de las más serias en este tipo de mediciones.

Por eso, una de las máximas preocupaciones en la Casa Rosada -además de la evolución del mercado cambiario- refiere a la inflación.

La suba de octubre -del 3,8%, otra vez liderada por los alimentos- sorprendió a funcionarios y a las propias consultoras privadas, que habían pronosticado un salto nunca superior al 3%.

El hecho de que la canasta básica alimentaria escalara nada menos que 6,6% encendió todas las alarmas en el Ministerio de Economía. Sobre el precio de los alimentos, el Presidente indicó que hubo un "nivel de congelamiento durante muchos meses y en el último mes el descongelamiento fue precipitado", por lo que se debe actuar con "mucho cuidado" porque eso "afecta a los sectores que gastan exclusivamente en comida".

Guzmán habló de esta cuestión en su encuentro cara a cara con el Presidente en su visita a Chapadmalal, el último fin de semana.

Allí, el ministro de Economía focalizó su exposición en las negociaciones con el Fondo Monetario, a las que considera clave para la estabilización del mercado cambiario. Por eso, el propio Fernández habló por televisión de que el acuerdo con el organismo será determinante en la mejora de las expectativas en el mercado financiero.

Para el jefe de Estado, un "acuerdo definitivo" con el FMI "despertará la confianza", a través de "un programa de objetivos" y "una mejor redistribución del ingreso".

Un
Un "buen" acuerdo con el FMI, en el horizonte deseado de Guzmán.

En el equipo económico reconocen los riesgos de un "mal acuerdo" con el Fondo. Se refieren así a la posibilidad de que ese pacto se rubrique en base a un achicamiento del déficit fiscal que ponga en riesgo la propia estabilidad social.

Funcionarios admiten, en ese sentido, el peligro de quitar antes de tiempo el IFE -la asignación de $10.000 que se repartió en tres oportunidades durante la pandemia-, que se eliminó básicamente por las necesidades de dar muestras de ordenamiento fiscal.

Consciente de las limitaciones en el año pandémico y por las tensiones en el mercado cambiario, el Presidente se puso como objetivo asegurar la paz social durante el siempre caliente fin de año. Como un paso vital para continuar con la construcción del puente que deposite a la economía en el mes de marzo.

Las tarifas no son ajenas a este "plan navideño", pero allí las cosas están más que claras: habrá un descongelamiento, segmentado por estrato social, recién hacia el otoño.

De acuerdo a la expectativa que Guzmán le prometió a Alberto F., para ese momento, el mercado se habrá convencido de que el Gobierno no devaluará. Y ya con el acuerdo con el Fondo Monetario cerrado comenzará otra historia, de franca reactivación de la economía. Claro, siempre y cuando la vacuna contra el Covid sea un hecho y la pandemia haya quedado como una triste historia.

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