Duro informe de la UCA: llegó a 31,3% la pobreza multidimensional
El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) dio a conocer los últimos números de pobreza multidimensional en el país, que a diferencia de la que mide el Instituto Nacional de Estadística y Censos, no se enfoca solo en los ingresos económicos.
En ese marco, la UCA asegura que la pobreza multidimensional aumentó del 26,6% al 31,3% de la población en la Argentina entre 2017 y 2018, lo que implica que hoy existen 12,7 millones de personas con carencias en el país.
El enfoque de la UCA se basa en la medición de 6 dimensiones de carencia humana:
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- alimentación con indicadores de inseguridad alimentaria, sin cobertura de salud o sin acceso a la atención médica ni acceso a medicamentos;
- los servicios básicos, que incluyen los indicadores de conexión a red de agua corriente, a red cloacal y acceso a red de energía;
- la vivienda digna, que comprende hacinamiento, vivienda precaria y déficit de servicios santitarios;
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- el medio ambiente que revela si hay población sin recolección de residuos, presencia de fábricas contaminantes y espejos de agua contaminada;
- los accesos educativos como ser inasistencia, rezago educativo en escuela media y en escuela primaria;
- y el empleo y la seguridad social medidos como falta de afiliación al sistema de seguridad social y desempleo de larga duración.
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En ese marco, el estudio al cual accedió Infobae registró que en el 2017 había un 16,7% de pobres estructurales, mientras que el año pasado ese porcentaje creció al 18,6%. Los pobres no estructurales pasaron del 9,9% al 12,7 por ciento.
Reveló además que la población con inseguridad alimentaria severa pasó del 6,2% en el tercer trimestre del 2017 al 7,9% en el mismo período del 2018. Por otra parte, la población con carencias en materia de atención médica, medicinas y alimentos pasó del 26,6% al 28,2 por ciento.
Asimismo, el Observatorio de la Deuda Social sostuvo que el nivel de desempleo e inseguridad social se agravó del 33,5% de la población al 34,3% el año pasado.
También aumentó la cantidad de gente que en las zonas urbanas de la Argentina reside en viviendas precarias, en condiciones de hacinamiento o con déficits de servicios santiarios. En este caso el porcentaje pasó del 26,6 al 27,1 por ciento.
"El estudio destaca que la pobreza multidimensional por derechos sociales e ingresos ha experimentado un fuerte crecimiento en el actual contexto inflacionario y de estancamiento. El aumento se debe fundamentalmente a la caída en la pobreza por ingresos, por caída del salario, pérdida de empleo y mayor precarización laboral", explicó a Infobae Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA.
"La falta de un trabajo formal y el aumento del desempleo de larga duración explican también el aumento de la pobreza estructural, la cual está afectada por múltiples carencias además de los ingresos. Este segmento de la sociedad, casi el 20% de la población está sumergido en la exclusión y la marginalidad, parecen sobrar para este tipo de modelo económico, solo se los atiende con asistencia monetaria pero no con políticas efectivas de desarrollo económico, social y humano. Todavía esas políticas están ausentes del debate política y de la agenda pública", añadió.
Según el informe de la UCA, en la población del conurbano bonaerense es donde más se profundizaron los incrementos de la pobreza multidimensional donde se pasó del 34,9% en el 2017 al 41,1% en el 2018.
En tanto, en la gente que vive en otras áreas metropolitanas pasó del 21,9% al 26,1% mientras que en la Ciudad de Buenos Aires el incremento de la pobreza multidimensional fue más leve de un año al otro: se pasó del 7% al 8,6%.En los sectores medios no profesionales es donde más pegó la crisis socioeconómica. Se pasó de una pobreza multidimensional en el 2017 de 55,6% a 59,8% en 2018. Y entre los obreros integrados, del 32,7% al 39,2%. No obstante, hay un núcleo duro del 54,3% de los hogares de trabajadores marginales que se mantienen en el tiempo desde el 2010 a la fecha.
Hay indicadores de pobreza multidimensional que reflejaron una leve mejora en la calidad de vida de la gente. Por ejemplo, la población sin servicios básicos (cloacas, agua corriente y energía) se redujo del 37,7% al 34% en el 2018. En tanto que la población con vivienda precaria disminuyó levemente del 17,4% en el 2017 al 16,8% en el 2018.
Salvia remarcó en este sentido que esta leve mejora pudo darse por algunas políticas sociales implementadas por el gobierno para la mejora de redes cloacales y servicios de agua potable. Sin embargo, el director del Observatorio de la Deuda Social remarcó que "el núcleo de la pobreza estructural en la Argentina se agravó en estos últimos tiempos porque hay más gente con una o más carencias registradas y esto marcha que la brecha social cada vez se va ampliando más en el país".