¿Se viene el comunismo a Internet?: Trump acusa a Facebook, Twitter y Google de estar controladas por "la izquierda radical"
Con un argumento lindante con un grupo que convocó el 6 de mayo en la Argentina a salir a la calle para una "marcha contra el comunismo", el presidente de EE.UU., Donald Trump, acusó a las principales redes sociales y a Google de estar controladas por "la izquierda radical" y anunció que su gobierno "está preparando medidas para corregir esta situación ilegal".
Trump lanzó esta acusación en su propio perfil en Twitter, sin dar pruebas ni datos datos acerca de estas medidas pero acompañando a un video de la periodista Michelle Malkin en el que denunciaba la falta de "espacios seguros"; para los conservadores.
The Radical Left is in total command & control of Facebook, Instagram, Twitter and Google. The Administration is working to remedy this illegal situation. Stay tuned, and send names & events. Thank you Michelle! https://t.co/ZQfcfD3Hk9 — Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 16, 2020
El video, que contenía varios datos falsos, fue retirado poco después de Twitter por incumplir las normas del servicio, una decisión que ha avivado las críticas de quienes apoyan al Presidente.
Malkin, que hasta hace poco trabajaba como periodista en la cadena Fox News, se ha convertido en una de las voces públicas de la extrema derecha norteamericana, alineándose con el movimiento America First de Nick Fuentes, un agitador que ha negado que existiese el holocausto judío o que asegura que es la hora de "matar a los globalistas".
La periodista se ha convertido también en una de las voces críticas frente a los esfuerzos por desarrollar una vacuna contra la Covid-19, que considera un esfuerzo orquestado por la fundación Bill y Melinda Gates, en colaboración con otros globalistas, para controlar a la población. "No voy a inyectarme la vacuna Gates", explicaba hace poco en un vídeo publicado en su cuenta de Twitter.
En pleno año electoral, la tensión entre las diferentes redes sociales y el gobierno de Trump está asegurada. Ya en 2016 el hoy Presidente de EE.UU. acusó a estas plataformas de "silenciar" a las voces conservadoras, a pesar de que su campaña hizo uso extenso de ellas, lo que ayudó a su candidatura.
El año pasado la Casa Blanca creó una web donde los ciudadanos pueden denunciar casos de censura ideológica en redes sociales, pero la herramienta ha sido retirada y ya no acepta nuevas denuncias.
Pelea en Trump y los gigantes de Internet
El ataque de Trump llegó semanas después de que varias de las empresas más importantes del sector tecnológico anunciaran sus esfuerzos para "combatir los engaños y la desinformación sobre el virus" mediante la promoción de contenido que proceda de fuentes acreditadas en sus respectivas plataformas.
El acuerdo fue firmado por Facebook, Google, Linkedin, Microsoft, Reddit (una mezcla entre foro y red social con millones de usuarios), Twitter y YouTube (que, si bien es propiedad de Google, se puede considerar una plataforma en sí misma).
También se han tomado medidas más contundentes, como la prohibición de publicar aplicaciones en Google Play o la App Store -a pesar de que Apple, por el momento, no se ha unido al resto de empresas- salvo que procedan de fuentes sanitarias verificadas.
La medida llega poco después de que varias compañías tecnológicas (en este caso Apple sí participó) se reuniesen -de forma telemática- con miembros del Gobierno estadounidense para coordinar los esfuerzos en la lucha contra el coronavirus. Según el Washington Post, la reunión trató principalmente sobre cómo frenar la información falsa y los bulos sobre la enfermedad.
Paralelamente, Trump anunció en marzo un acuerdo con Google para crear una web que sirva para detectar casos de coronavirus que el buscador primero negó y más tarde matizó: se trata de una página en la que se puede encontrar información sobre la enfermedad.
Además, una empresa de Alphabet -matriz de Google- trabaja en una herramienta que sí se parece a lo que anunció el presidente, pero que solo funcionará en el área de la bahía de San Francisco.