Otra denuncia contra el gobierno de Milei queda en manos de Lijo y enturbia el debate sobre la Corte Suprema
En momentos en que el presidente Javier Milei espera que el pliego de Ariel Lijo como juez de la Corte Suprema se trate en el Senado, el magistrado quedó a cargo de una denuncia contra el Gobierno por la represión de las protestas contra la Ley Bases y ya acumula varios expedientes incómodos para el oficialismo, en un hecho que suma tensión al debate que viene.
El pliego de Lijo y del académico Manuel García Mansilla, propuestos por Milei para completar la Corte, ingresaron oficialmente al Senado en la misma sesión en que se trataron la Ley Bases y el paquete fiscal la semana pasada. Según fuentes parlamentarias consultadas por iProfesional, la discusión podría empezar entre fines de este mes y principios de julio en la Comisión de Acuerdos.
Lo curioso es que luego de que Milei respaldara personalmente la candidatura de Lijo frente a las críticas de un sector de la oposición y de entidades profesionales y empresariales que ponen en duda su "integridad" para sumarse a la Corte, el juez empezó a quedar a cargo de varias denuncias que afectan al Gobierno.
Esto tiñe de dudas la independencia que Lijo deberá demostrar respecto del Gobierno que lo propone para sumarse al máximo tribunal, un tema central que complejiza todavía más la discusión que se dará en el Senado, donde paradójicamente el peronismo que se opone con todas sus fuerzas a Milei es hasta ahora más proclive a acompañar el pliego que los opositores dialoguistas.
¿Qué denuncias sensibles para la gestión de Milei quedaron en manos de Ariel Lijo?
Este martes, los diputados nacionales de Unión por la Patria que aseguran haber sido "reprimidos" con golpes y gas pimienta durante la fuerte protesta que se desarrolló en la puerta del Congreso mientras el Senado debatía la Ley Bases presentaron una denuncia penal contra la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y los funcionarios del área Vicente Ventura Barreiro y Guillermo Giménez Pérez.
En la denuncia afirmaron que el accionar de las fuerzas federales de seguridad "no respeta en los más mínimo los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional" así como "tampoco las inmunidades constitucionales de los diputados y diputadas de la Nación", y solicita "que se abra una investigación y se dispongan las medidas necesarias por los delitos de apremios ilegales, vejaciones, tormentos".
El escrito, que apunta no solo a la situación de los diputados que debieron ser trasladados al hospital Santa Lucía luego de los hechos sino también a las personas que siguen detenidas, quedo radicado en el Juzgado Federal n° 4 a cargo de Lijo, quien ya recibió días atrás otra presentación incómoda para el Gobierno y relacionada con la Ley Bases.
Se trata de la denuncia por presunto "cohecho" contra la senadora nacional Lucila Crexell que presentó el abogado Federico Paruolo luego de que se conociera que aceptó un cargo como embajadora argentina ante la UNESCO -con sede en París- poco antes de dar a conocer su voto a favor de la Ley Bases. El expediente quedó en el Juzgado Federal 6 que subroga Lijo.
Pero además, Lijo también se ve involucrado como juez en el escándalo por el reparto de alimentos en el Ministerio de Capital Humano de Sandra Pettovello. En este caso es por la denuncia que presentó el área legal de la cartera por "averiguación de delito" sobre la contratación de personal en la Secretaría de Niñez que encabezaba Pablo de la Torre, despedido por la ministra, y que también quedó en sus manos.
¿Por qué la situación puede recalentar el debate sobre la integración de la Corte Suprema?
Más allá de la presentación que hizo el kirchnerismo contra Bullrich, tanto la denuncia sobre Crexell como la que presentó el Miniserio de Capital Humano son temas ríspidos para el Gobierno porque involucran aspectos sensibles de la gestión, desde la contratación de personal hasta las negociaciones para lograr la aprobación de una ley.
Que todas estas presentaciones se acumulen en el escritorio del juez que propone Milei para la Corte genera suspicacias. "Qué casualidad que una denuncia para desligarse de responsabilidades le toque justo al candidato de Milei", comentó con ironía a iProfesional un legislador opositor días atrás, cuando estallaba el escándalo en Capital Humano.
La coincidencia también le da más motivos a los reparos que presentan entidades del derecho como el Colegio de Abogados de a Ciudad de Buenos Aires, cámaras empresariales como IDEA y AmCham y bloques políticos como la Coalición Cívica frente a la figura de Lijo.
Todos le cuestionan, de forma más o menos directa, el manejo que ha tenido en estos años de las causas judiciales sensibles para el poder, desde el caso Ciccone que afectó al gobierno de Cristina Kirchner hasta la causa por irregularidades en el Correo Argentino que involucra a la familia de Mauricio Macri, entre otras.
Si bien la candidatura de Lijo también recibió adhesiones de otras entidades como Foro Legal Internacional, todos los argumentos a favor y en contra de su pliego tendrán que ser expuestos en la Comisión de Acuerdos del Senado cuando empiece la discusión de los pliegos y su participación en las denuncias contra el gobierno de Milei enrarece un poco más el clima político alrededor de su candidatura.
Clima enrarecido: ¿el kirchnerismmo puede apoyar a un juez "vinculado" a Milei?
Lo que ocurre es que en el Senado hay un consenso silencioso sobre la figura de Lijo. El kirchnerismo, que representa la oposicion más dura contra Milei, evitó deliberadamente criticar al juez mientras posa su mirada en el otro candidato, García Mansilla, con el argumento de que el Gobierno propone a dos hombres y la Corte no tendría mujeres.
La discusión sobre la cuestión de género hace que en las filas de Unión por la Patria se inclinen, en principio, por apoyar a Lijo y presionar a Milei para que retire el pliego de Mansilla y presente a una jueza en su lugar, según deslizaron a iProfesional fuentes de ese sector.
Una posición similar tienen senadores del PRO y de la UCR, que dejan trascender sus críticas por la ausencia de mujeres en la propuesta del oficialismo pero no apuntan sus cañones a Lijo. Esto hace suponer que el juez contaría con apoyo en el Senado y que la negociación que se perfila para alcanzar la mayoría de dos tercios necesaria para nombrar a un magistrado en la Corte es sobre la figura de Mansilla pero no de Lijo.
La curiosa casualidad de que Lijo haya empezado a quedarse con las denuncias más incómodas para el Gobierno enrarece el clima para los dos polos entre los que se mueve Milei. Y es que el kirchnerismo deberá justificar -si finalmente apoya a Lijo- su respaldo a un juez que podría ser señalado como muy cercano a la gestión que ellos mismos denuncian.
En tanto, en la oposición dialoguista hay senadores del PRO que rechazan a Lijo como el propio jefe de bloque Luis Juez, mientras que en la UCR hay un silencio muy elocuente y ambas cosas llevan a sectores como la Coalición Cívica de Elisa Carrió, entre otros, a "exponer" a sus antiguos aliados.
La figura de Lijo también hace ruido entre los dialoguistas: ¿qué pasa con el PRO y la UCR?
Este martes el diputado nacional y presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, reclamó públicamente a Mauricio Macri y al senador Martín Lousteau, como presidentes del PRO y de la UCR, que rechacen la postulación de Lijo para la Corte Suprema.
El dirigente apuró al PRO y a la UCR para que expliciten su postura orgánica y eviten "que un individuo como Lijo y su cuestionable historial de vínculos corporativos llegue a ocupar un sitial en la Corte Suprema de Justicia de la Nación".
A Milei el tema no lo afecta todavía, pero cuando la discusión de los pliegos empiece será muy difícil que los sectores políticos, académicos y empresariales que cuestionaron la nominación de Lijo no reparen públicamente en la casualidad de que Lijo haya quedado a cargo de las denuncias que involucran a su gestión, a la par de las críticas al juez.
Por lo pronto, el gobierno de Javier Milei espera que empiece la discusión en la Comisión de Acuerdos del Senado a donde deberá concurrir Ariel Lijo a defender su postulación al igual que Manuel García Mansilla. Recién entonces empezará el conteo fino de los votos y la posible negociación que, aunque el oficialismo la niegue, se le impondrá. Las sospechas de cara a ese debate empiezan, de a poco, a condicionar el clima.