Caputo recibe a la número dos del FMI con "buenas noticias", pero el organismo llega con una lista de interrogantes
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Por primera vez, la número dos del FMI, Gita Gopinath, visita la Argentina, el principal deudor del organismo que quiere convertir al país en un "ejemplo" de cómo salir de una crisis de deuda descomunal.
El ministro de Economía, Luis Caputo, tiene todos los números listos para endulzar los oídos de quien supo convertirse en la mano derecha de la búlgara Kristalina Georgieva, quien descansa en la rigurosidad técnica de Gita, esta economista indio británica que se sabe de memoria las principales variables de la economía argentina.
A diferencia del encuentro que mantuvieron en diciembre en Washington, esta vez Caputo podrá mostrarle a la funcionaria del Fondo números alentadores. No sólo el superávit fiscal superior a los $2 billones de enero, sino sobre todo los datos alentadores rumbo al cierre de las cuentas públicas de febrero, que ponen otra vez a la Argentina en un escenario favorable.
El ministro le mostrará a Gopinath que el Gobierno ya tiene casi cumplida la meta de alcanzar un superávit de poco menos de $1 billón en el primer trimestre. Además, le dará un dato que es música para los oídos de los burócratas del Fondo: el Banco Central acumula compras por u$s 8.000 millones desde que Javier Milei llegó a la presidencia.
Para los técnicos del Fondo, la acumulación de reservas es clave para que las economías emergentes puedan ir saliendo de las crisis de balanza de pagos.
Llegó la número dos del FMI: cuáles son las dudas del organismo
No obstante, todo indica que la enviada del FMI llega con varios interrogantes. Uno es cómo hará el Gobierno para revertir la señal de alarma que se produjo tras el rechazo del Congreso a la ley ómnibus, que desnudó con claridad la orfandad legislativa que tiene La Libertad Avanza. La ley, que había arrancado con más de 660 artículos, se terminó licuando a tal punto que el gobierno debió retirarla.
Gopinath, quien mantendrá también reuniones con empresarios y sindicalistas, llegó acompañada de Luis Cubeddu, subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental, Ashvin Ahuja, jefe de misión del FMI para Argentina, Ben Kelmanson, residente representante senior del FMI en Argentina y Matthew Jones, asesor senior de la Primera Subdirectora Gerente.
El FMI espera conocer de primera mano cómo continúa la implementación del programa económico del gobierno libertario, justo en momentos en que atraviesa el peor momento en términos de impacto en la actividad y en los salarios, y con un nivel de conflictividad gremial y de tensión social que amenaza con agudizarse.
Caputo destacará que, en lo que va del mandato de Milei, las reservas brutas crecieron desde los u$s21.200 millones en el momento del cambio de Gobierno a superar los 27.000 millones.
Gopinath trae también otros interrogantes ligados al crecimiento de la conflictividad social, que quedó de manifiesto este miércoles, con el paro ferroviario, que paralizó la actividad de quienes viajan desde el conurbano hacia la Ciudad de Buenos Aires: un millón de pasajeros se quedaron sin viajar.
La conflictividad no se agota en el sindicato La Fraternidad. La CGT ya avisó que prepara un paro nacional para fines de marzo, que esta vez sería de 24 horas. El Fondo conoce el poderío de los gremios peronistas y su capacidad de trabar cualquier intento de reformar, sobre todo una de alto calibre como la que intenta aplicar Milei.
Vinculado con estos conflictos en alza, está la pérdida de poder adquisitivo de los sectores medios. En tres meses, la inflación se disparó al 100 por ciento, lo que licúa ingresos y jubilaciones, las dos patas claves del ajuste que viene llevando a cabo el plan Milei.
El impacto de la crisis social en el plan de Caputo
Especialistas advierten que difícilmente Luis Caputo pueda mantenerse sentado sobre la caja en las próximas semanas, sin afrontar un conflicto de proporciones que puede traducirse en la toma de las calles por parte de la CGT y de las organizaciones sociales.
Pero la crisis social, que ya habría arrojado a la pobreza al 60 por ciento de la población, tendrá su correlato sobre las cuentas públicas, que en febrero están evidenciando la caída en impuestos directamente ligados al consumo, como el IVA. Especialistas de Romano Group advierten que sería un error del ministro de Economía creer que solo con licuar ingresos se pueden sanear las cuentas públicas.
Durante su paso por la Argentina, Gopinath tomará contacto con referentes empresariales, como sectores de la UIA y la Cámara de Comercio, y se espera también que mantengan un encuentro con algún miembro del triunvirato que lidera la CGT. Además, estarían en su agenda reuniones con banqueros, que habrían sido gestionadas por el Banco Central.
Recién después llegarían los encuentros claves con el presidente del BCRA, Santiago Bausili, y el ministro Caputo. Entre los datos positivos que Bausili tiene para mostrar, figura la acumulación de más de u$s 6.000 millones en reservas, que ya se encuentran por encima de los u$s 27.000 millones, cuando todavía faltan ingresar unos u$s 10.000 millones de la cosecha.
El saneamiento del balance del Central es otro de los factores claves. Se espera que Gopinath pregunte si el objetivo de dolarizar impulsado por Milei sigue vigente, y en ese caso cómo se ejecutaría.
Los números con los que recibirán a la funcionaria del Fondo son también positivos por el lado de los mercados, con subas de los bonos en dólares y una caída del riesgo país.
La recompra de títulos AL35 por parte del Tesoro, que rondan los $3 billones, mejoró el humor de los mercados de deuda. Caputo viene explicando que la operación permitirá continuar con el proceso de "saneamiento" de la hoja de balance del Banco Central, la reducción del excedente de pesos en la economía y la mejora de la carga financiera de la deuda que posee el Tesoro Nacional.
Gustavo Neffa, director de Research for Traders, destacó que esta señal se suma a otras como el superávit primario y financiero, y las compras de reservas. Esa estrategia aplana la curva de rendimiento y disminuye el monto emitido, destacan en el mercado.
Pero lo que preocupa al Fondo es que, más allá del respaldo de los mercados, Milei no logra frenar la conflictividad con los gremios peronistas, que parecen impacientes por demostrar su rechazo a las políticas implementadas, una tarea en la que hacen comunión con sectores de la izquierda que mantienen alguna capacidad de movilización, y parsa quienes el FMI es la culpa de la mayoría de los males que padecen países como la Argentina.