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La convergencia, en espera: por qué ni Telecom ni Telefónica darán "combo" de servicios hasta fin de año

Las empresas transitan, cada una por su lado, distintos momentos. Ambas quieren salir con propuestas de servicios en combo, más allá del cuádruple play
19/03/2018 - 16:06hs
La convergencia, en espera: por qué ni Telecom ni Telefónica darán "combo" de servicios hasta fin de año
Hasta fin de año, ninguna de las dos principales empresas del mercado de las telecomunicaciones -Telefónica y Telecom- ofrecerán servicios empaquetados
Tanto para el triple, cuádruple o múltiple play de las "incumbentes" (como se denomina en la jerga tecno a las prestadoras de un servicio público básico, como lo es aún la telefoní­a fija), habrá que esperar.
Y cuando ese tiempo de espera termine, los planes en combo no se darán ni al mismo tiempo ni serán para todos. 
Aquellas zonas más densamente pobladas y de mejor poder adquisitivo serán las que primero los recibirán, como ocurrió en su momento cuando irrumpió la banda ancha y la telefoní­a móvil 3G.
¿Por qué hay que esperar tanto tiempo para que las dos incumbentes se pongan en forma en materia de convergencia y de competencia, después de tantos encontronazos de un lado y otro?
En primer lugar, porque la situación es bastante más compleja de lo que parece, tanto en términos técnicos como comerciales y de comunicación.
Telefónica y Telecom, si bien se parecen en algunos aspectos en cuanto a su condición de incumbentes, transitan momentos muy distintos. Cada una con sus complejidades, se ven impedidas de salir a ofrecer paquetes de servicios más rápidamente. 
La cuestión regulatoria explica una parte del porqué ambas no pueden volcarse de lleno a competir. Pero, en rigor de verdad, este freno más que nada se vincula con decisiones ya tomadas y exigencias que a cumplir frente a sus accionistas.
La afirmación de que, hasta la primavera (con suerte) no se verán los primeros "brotes verdes convergentes" no es caprichosa. 
Es lo que admitieron a iProfesional ejecutivos de Telefónica y Telecom, cada uno por su lado, cuando se les preguntó por una fecha concreta de salida.
"Puede ser que hacia fin de este año haya un paquete de servicios convergentes, aunque tal vez por zonas. Antes iremos haciendo pruebas piloto, ajustando detalles... Será más en 2019 que en 2018", señalaron desde Telecom.
"Nada será ofrecido hasta la segunda mitad de este año. El Mundial se come cualquier otra cosa. Hay que pensar más hacia fines de 2018", admitieron desde Telefónica.
¿Convergencia? ¿Qué convergencia?
Ante estas declaraciones, surge la inevitable pregunta sobre qué está pasando con estas empresas que, sabiendo con bastante antelación que el 1° de enero de 2018 se daba inicio a la puja competitiva, ni una ni otra pudo (o quiso) salir con una avalancha de propuestas de comerciales.
Por el lado de Telefónica, a nivel global está encarando una profunda transformación.
Apunta a dejar de ser una empresa "telco" tradicional para convertirse en una de servicios pero en un sentido mucho más amplio que el conocido hasta ahora. 
Para el holding, ingresar al mundo digital implica una transformación de adentro hacia afuera, y esto es lo que ha venido encarando en los últimos años.
A raí­z de ello presentó "Aura", un gestor de servicios para clientes basado en inteligencia artificial. La presentación oficial se dio en el marco de la última edición del Congreso Mundial de Móviles. 
Funciona en los smartphones y les permite a los usuarios saber, por ejemplo, cómo está su consumo de datos, qué plan le conviene contratar, entre otras cuestiones sencillas que la firma brinda en esta primera etapa.
El servicio está disponible en Argentina, Chile y Brasil, en América latina, y en España, Alemana y el Reino Unido, en Europa. Se irá activando en el resto de los paí­ses de modo paulatino, como forma de mostrar su cambio global.
Aura no es lo único a lo que apela para mostrar su transformación y su vuelco hacia conceptos tan actuales como inteligencia artificial y big data. También recurrirá a las redes de quinta generación (5G).
Las mismas permitirán que diferentes dispositivos estén conectados y que, producto de esa interrelación, se generen flujos de información que a su vez habilitarán nuevos servicios
Las redes 5G prometen un futuro de ciencia ficción para la vida cotidiana, dicen desde la empresa
"El 5G es una tecnologí­a para dar nuevos servicios que no depende de un smartphone y que apunta a mejorar las prestaciones de una sociedad más evolucionada", describió Enrique Blanco, director global de sistemas y redes de Telefónica.
Para ilustrar ese potencial, Blanco afirmó: "Es pasar de una autopista 4G de dos carriles a una 5G de 200 carriles". 
"Estamos preparando las redes para el despliegue de la llamada "Internet de las Cosas", que determinará el futuro de la sociedad. Se trata de una red de extremo a extremo. Venimos trabajando con la red tradicional y también con la más innovadora, con foco en los servicios", insistió.
Sus palabras han sido un claro mensaje global: decirle al mundo que Telefónica ya tiene el conocimiento necesario para iniciar el despliegue de ese tipo de redes. Y que está preparada para encarar el mundo digital
Claro que requiere del apoyo de inversores internacionales, ya que tiene un doble desafí­o: achicar su deuda (viene bajando pero aún roza los 44.000 millones de euros) y que la cotización de sus acciones suban.
Para lograr ese apoyo, quiere mostrar que está a la altura de los tiempos digitales. Y que, sin dejar de tener su impronta en la infraestructura de red, también es una plataforma, al mismo nivel que Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft (GAFAM).
Estas empresas, lejos de estar catalogadas como enemigo declarado, son vistas como posibles "socias" para brindar ciertas prestaciones, como la de dar conectividad a localidades alejadas de centros urbanos, a través de diversas tecnologí­as.
Este mensaje que la empresa ha brindado al mundo se bajará en parte a la Argentina. Hará foco en Aura, que se integrará en los futuros paquetes de servicios convergentes
Mientras tanto, continuará con sus despliegues de fibra óptica. Hasta febrero ya fueron pasados 1 millón de hogares, de los cuales más de 200.000 ya están conectados a esa red.
Este 3 de abril, Telefónica realizará el cambio de identidad de marca. A partir de entonces, todas las denominaciones comerciales que hoy posee se moverán bajo el paraguas de Movistar. 
Este paso será estratégico para la comunicación de lo que venga después: la convergencia de los servicios.
¿Cuál es la situación de Telecom? 
Esta otra incumbente es conducida hoy en dí­a por el management de Cablevisión que, además de haber ganado un entrenamiento único en tiempos hostiles con la anterior administración, tiene otro doble desafí­o.
Uno de ellos es idéntico al de su competidora: transformar a una empresa tradicional en operadora moderna y con mucho foco en lo local, más allá de sus filiales en Uruguay y Paraguay.
En otras palabras, cambiar la cultura, por un lado, e integrar a dos firmas profundamente diferentes (desde lo tecnológico y en la forma de encarar los negocios), por el otro.
Mientras espera el veredicto de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) sobre la fusión (ya aprobada por el Ente Nacional de Comunicaciones - Enacom), Telecom avanza en un plan estratégico para encarar los próximos cinco años.
Apunta a ser una nueva empresa. Concretamente, quiere pasar de ser una identificada principalmente con lo móvil a otra concentrada en ser una operadora de telecomunicaciones al 100%. Es decir, en toda la cadena de valor, en todos los servicios.
La "vieja" Telecom casi no ha invertido en fibra óptica. La incorporación de nueva tecnologí­a se da por lo que le aporta Cablevisión a través del negocio de la TV por cable y Fibertel, básicamente. 
De cara a lo que viene, su desafí­o será integrar la vieja compañí­a de cobre con el coaxil y la fibra óptica. Incluso, desechar parte de la infraestructura. Cualquiera sea la decisión, llevará tiempo implementarla.
Ante la consulta sobre va a avanzar en 5G, en el marco del proceso que enfrenta, desde Telecom deslizan que no será en lo inmediato. 
Considera que lo visto en Barcelona debe ser tamizado con la realidad. Hay cierto convencimiento de que este tipo de tecnologí­a exige un plan de negocios consistente, y que cuando se ponen las distintas variables sobre la mesa surgen muchas dudas.
Si bien desde la empresa admiten que se debe atender al futuro, también debe tenerse presente la realidad local. Y es ahí­ cuando, en la visión de la firma, aún queda mucho por trabajar en lo que respecta a 4G y redes fijas.
A tono con lo que pretenden desde el Gobierno, en Telecom consideran que es necesario trabajar en infraestructura de red para poder alcanzar a todas las actividades económicas. 
Son conscientes, además, de que se convirtieron en la empresa número uno de telecomunicaciones a partir de la fusión, pero la pretensión es ostentar ese lugar por elección de los clientes.
Por eso destacan la inversión de u$s5.000 millones anunciada para el trienio 2018-2020 como condición necesaria para avanzar en esa transformación.
Con ese monto, la compañí­a contempla la modificación de procesos, el recambio de sistemas informáticos y el compromiso con los accionistas, además de encarar también una nueva relación con los clientes.
"No vemos oferta convergente en el corto plazo, porque hay que adecuar un montón de cosas: infraestructura, sistemas, equipos de trabajo para que todo esté bien. Estamos fuertemente orientados en esa dirección pero no lo vemos en lo inmediato", agregaron desde la empresa.
Tanto en una compañí­a como en otra tienen en claro que no pueden sacar cualquier producto sin el suficiente análisis, porque corren el riesgo de que no funcione correctamente.
 
Ambas quieren salir con una propuesta fuerte, con una oferta de valor atractiva, sea en formato de combo triple, cuádruple o múltiple. El punto será todo lo que esté en juego detrás de esa primera oferta comercial.
Claro que para jugar fuerte hace falta tiempo de preparación. Cuando llegue el momento se abrirá otro capí­tulo de la historia de las telecomunicaciones en la Argentina.