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Mejoras en inflación, consumo y empleo: para Macri, el mejor calendario electoral es el de INDEC

Mejoras en inflación, consumo y empleo: para Macri, el mejor calendario electoral es el de INDEC
12/09/2017 - 11:09hs

Antes no los querían mostrar, ahora les tienen tanta fe que creen que los ayudarán a ganar las elecciones: el cambio de los funcionarios del Gobierno respecto de los indicadores económicos ha sido radical

De hecho, al tiempo que preparan los "timbreos" y actividades políticas en función del calendario electoral, los estrategas de Cambiemos están también atentos a otro calendario, el del INDEC, que irá difundiendo en las semanas que restan para el 22 de octubre una serie de datos que, presumen, tendrán el efecto positivo de mejorar el humor social.

Más concretamente, se espera la publicación de 22 datos, algunos de muy alto impacto social, como la tasa de desempleo del segundo trimestre y la mejora en la caída de los índices de pobreza e indigencia.

En esas casi dos docenas de índices hay de todo. Un verdadero mix para saber con rigurosidad en dónde está hoy el ciclo económico. Desde la inflación al nivel de la industria y la construcción. De la balanza comercial a las ventas en supermercados y shopping centers. O el valor de la canasta básica.Tercera medición de pobreza

Pero el que sin dudas concitará toda la atención periodística y del ámbito político es la de pobreza e indigencia, un indicador de publicación semestral, que saldrá por tercera vez desde que Jorge Todesca dirige el "nuevo" INDEC.

Es un número que el macrismo ha transformado en un dato fundamental de su gestión. No sólo porque se había dejado de investigar durante la gestión kirchnerista sino, sobre todo, porque Mauricio Macri ha decidido que ese es la medida más relevante para determinar el éxito o fracaso de sus políticas.

"No estamos acá para lograr la supervivencia de los que están en la pobreza, sino para liberarlos de ella, para darles las herramientas para que puedan crecer", afirmó el Presidente en una de sus primeras apariciones en el conurbano bonaerense tras las Primarias.

Macri, junto a la gobernadora María Eugenia Vidal, visitó Florencio Varela, de cara a las elecciones de octubre, con el objetivo de darle un contenido social a la campaña final.

Un intento por recolectar votos allí donde Cristina Kirchner se hizo fuerte en las PASO, y que Macri busca equilibrar ahora que la economía muestra brotes verdes y los salarios le pelean mejor a la inflación.

"En Boca decían que iba a convertir al club en un lugar sólo para ricos, pero ahora es el más popular del país. Espero que el próximo informe del INDEC muestre un cambio de tendencia de la pobreza", se esperanzó Macri en una reciente entrevista televisiva dando cuenta de la trascendencia que el propio Gobierno le otorga a ese indicador.

¿Le dará el INDEC el gusto al Presidente? Se sabrá el próximo jueves 28 a las cuatro de la tarde.

El último reporte oficial dio cuenta de la situación del segundo semestre del año pasado, el peor momento tras la devaluación y la recesión. El índice de pobreza dio entonces 30,3%.

Equivale a unas 13,3 millones de pobres en el país, si se proyectaran los datos de los 31 aglomerados urbanos. Además se contabilizaron 2,6 millones de indigentes (6,1%).

Fuentes oficiales dijeron a iProfesional que el objetivo de Macri es sacar el máximo provecho político de lo que se espera será una nueva caída en el índice. En el segundo trimestre del año pasado, la tasa de la pobreza había alcanzado el 32,2% y al 6,3% la indigencia.

También tendrá una inevitable lectura política la comparación con la situación social que dejó Cristina Kirchner en diciembre 2015. Sabido es que por entonces, el INDEC ni siquiera publicaba la información. Pero un buen guarismo lo dio la Universidad Católica (UCA), que indicó que la pobreza en aquel momento ascendía al 29%.

Macri quiere que el indicador previo a las elecciones legislativas se ubique por debajo de aquella cifra. Sería, en la evaluación que formulan en el Gobierno, la mejor noticia que podría difundir el Ejecutivo en los días previos a las elecciones nacionales.

El jefe de Estado ya archivó la promesa de llegar a la "pobreza cero" hacia el final de su mandato. A cambio, dice: "Pobreza cero es una tendencia, es un objetivo y prometí que vamos a bajar la pobreza, y si no baja la pobreza es que fracasé". Por eso mismo, ahora Macri quiere demostrar que "estamos por el buen camino".

El fixture del INDEC

Para trazar un paralelo con el fútbol: hasta las elecciones quedan 22 fechas. Algunos "partidos" lucen sencillos –"ganables"– para el Gobierno. Otros, como en cualquier campeonato, tienen final abierto.

La fechas más difíciles son las del "consumo" y la "inflación", los índices que le vienen siendo esquivos a la Casa Rosada.

El índice de precios minoristas se conocerá el martes 12. Por las estimaciones de las consultoras privadas, la inflación del mes pasado se ubicará en torno al 1,5%. Una décima más, una menos.

Lo único claro es que al Palacio de Hacienda y al Banco Central les cuesta ubicar al IPC por debajo del 1%, que es la meta mensual que se habían fijado. Los precios de los alimentos son los más resistentes a aminorar la tendencia alcista y, por ese motivo se espera que –una vez más– la denominada inflación "núcleo" se ubique por encima del IPC Nacional.

Un día después –el miércoles 13–, el INDEC dará cuenta del costo de la construcción y del índice de precios mayoristas, relevantes para la macro, pero con menos "rating" que el IPC, por lo que su impacto político siempre queda diluido.

La primera fecha complicada llega el jueves 14. Ese día se conocerá la tasa de desempleo.

El índice subió a 9,2% en el primer trimestre, con un alza de 1,6% respecto del cuarto trimestre de 2016, cuando había sido de 7,6%. Ahora se divulgará la tasa del segundo trimestre, y el dato clave será que esta vez podrá compararse con el mismo período del año pasado. En ese momento, la tasa ascendió al 9,3%.

El Gobierno confía en una mejora de ese indicador clave. Según el Ministerio de Trabajo, entre junio de 2016 y junio de este año se crearon 186.400 puestos de trabajo, entre públicos y privados.

El Estado (nacional, provincial y municipal) dio empleo a 42.600 personas. Del resto, unos 50.000 fueron asalariados y 100.000 monotributistas. Esta tendencia indica que no se está generando empleo de calidad.

¿Es seguro que la tasa será inferior a la de un año atrás?, pregunta iProfesional a uno de los consultores especializados en el mercado laboral.

"Depende de la cantidad de gente que haya salido a buscar trabajo y no haya conseguido", responde. Eso se sabrá recién el jueves 14.

Las siguientes dos semanas de indicadores económicos tendrá de todo. Algunos que podrán influir positivamente y otros no, siempre visto desde el lado oficial.

La última estadística oficial conocida da cuenta de una aceleración en el crecimiento de la economía. Por eso, el nivel de actividad correspondiente al segundo trimestre ya podría mostrar una mejora más sustancial que trimestre anterior.

Entre enero y marzo, el PIB se expandió un modesto 1,1%. Y ni hablar del Estimador de la Actividad Económica (EMAE) de julio, que seguramente convalidará el despegue de la economía. El cálculo de las consultoras es que mostraría una mejora superior al 4% contra el mismo mes del año pasado.

El PBI correspondiente al segundo trimestre se divulgará el jueves 21, mientras que el EMAE de julio, seis días después.

En esa misma semana, el INDEC dará cuenta de las ventas en los supermercados y shoppings, que sirven para testear la temperatura del consumo, y que viene dando registros en rojo desde la asunción de Macri. El lado B de estos datos es que corresponden a julio, un mes que parece lejano en el tiempo.

En compensación, el organismo también dará cuenta de la venta de electrodomésticos, durante el segundo trimestre, que seguramente tendrá números en terreno positivo. Es un rubro que ha venido expandiéndose gracias a las fuertes promociones y descuentos de las grandes cadenas del sector.

Por eso mismo habrá que aguardar a octubre para analizar los datos que surjan justo en la previa de las elecciones. Diez días antes se conocerá la inflación de septiembre.

La expectativa oficial es que muestre una baja respecto de lo que se conozca en agosto, aunque -admiten funcionarios- todavía no llegará al 1% mensual prometido.

Y el último en la previa de las elecciones (el jueves 19 de octubre) saldrá la facturación en súper y shoppings.

Si, como afirman muchos analistas de opinión pública, el consumo sigue siendo el principal determinante del humor social, habrá que estar atentos a este dato para prever cómo se puede traducir a la hora de entrar en el cuarto oscuro.

Horas después serán las elecciones. Fin de la ruta. Lo que venga después será otra historia.