Privatización: millonarias pérdidas sufridas este año aceleran venta de la metalúrgica de Milei
Las fuertes pérdidas acumuladas en lo que va de 2024, y que superan los $34.700 millones; el abultado pasivo que llega a los u$s500 millones, sumado al recorte de fondos y freno de contratos ordenado por el Gobierno para apuntalar sus operaciones, aceleran el proceso de venta de IMPSA.
Se trata de la empresa mendocina fundada en 1907 por la familia Pescarmona y en la cual hoy el Estado nacional controla el 63% de su capital, luego de un acuerdo entre los actuales accionistas y el anterior gobierno de Alberto Fernández.
En la actualidad, IMPSA sufre el impacto de las medidas adoptadas por las autoridades libertarias de recortes de subsidios a sociedades con participación estatal, además de ser perjudicada por medidas que frenaron obras públicas en las cuales la compañía estaba involucrada.
IMPSA: entre charlas y "due diligence"
En este marco, desde hace menos de un mes, tanto el directorio de la metalúrgica, como los funcionarios a cargo del proceso de privatización de empresas públicas, junto al gobierno de Mendoza, que también participa en su capital, abrieron un proceso de salida para vender sus tenencias a un grupo privado.
Si bien habría dos multinacionales detrás de la firma mendocina, hasta el momento se conoció el interés de una sóla, la compañía norteamericana ARC Energy, que opera en el sector de equipamiento para oil & gas y que se especializa en insumos pesados y en la prestación de servicios para la industria petrolera.
Un grupo de enviados de esta empresa visitaron la provincia a principios de julio para dialogar con las autoridades locales y tratar de cerrar un acuerdo de venta.
Sin embargo, las charlas derivaron en el inicio de un "due diligence", proceso de auditoría para conocer los números de IMPSA, que finalizará este sábado 10 de agosto.
Si antes de esa fecha, ARC Energy no presenta una propuesta formal, se abrirá una licitación internacional con el objetivo de encontrarle nuevo dueño a la compañía que durante más de tres décadas estuvo al mando del empresario Enrique Pescarmona.
Javier Milei vende empresa pública: Mendoza, en retirada
De manera paralela a este procedimiento, ya las autoridades del gobierno mendocino enviaron un proyecto a la Legislatura para desprenderse del 21% del capital que la provincia tiene en su poder, luego de haber acordado, en el 2021 su ingreso como accionista minoritario en conjunto con el Estado Nacional.
Si se concreta en los próximos meses, la venta de IMPSA se convertiría en la primera privatización de la presidencia de Javier Milei.
El proceso implica que el gobierno libertario también ceda el 63,7% de las acciones que posee a través de un fondo fiduciario estatal denominado FONDEP, controlado por la Secretaría de Industria.
El restante 15,1% del capital social ya es de propiedad privada y flota en los mercados bursátiles.
Cambio de mando
En ese contexto, hace menos de una semana, la compañía cambió a sus máximas autoridades. Un ex funcionario cercano a Mauricio Macri desembarcó como presidente y CEO.
Se trata de Horacio Ghighizolla, quien estaría al mando del proceso de traspaso de las acciones estatales al futuro propietario de la empresa que cayó en desgracia a partir del 2017 cuando fracasaron sus negocios en Brasil, donde creó una filial para construir aerogeneradores.
A esto le sumó un mal negocio con Venezuela que no pagó nunca su deuda cercana a los u$s300 millones, llevando a que la compañía solicitara a la justicia la apertura de su concurso preventivo de acreedores que, a su vez, concluyó con un Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE), que le dio el control de IMPSA a un grupo de acreedores, entre los que se destacan varios bancos y organizaciones financieras internacionales como el BID.
Ese derrotero no sirvió para levantar las cuentas de la compañía, que sigue siendo deficitaria y que, durante la presidencia de Alberto Fernández, fue beneficiada con el ingreso del Estado a su capital a partir de un aporte de u$s20 millones y la entrega de millonarios contratos con otros organismos y empresas públicas.
Escenario pre default
Ahora y en el marco de un contexto adverso, con varios de esos contratos y proyectos relevantes frenados, sus ingresos cayeron en picada y el futuro de sus 700 trabajadores calificados depende de su venta.
No será una tarea fácil si se analiza el último balance que presentó a la Comisión Nacional de Valores (CNV), para reflejar los números que logró durante este primer semestre del año.
Para sus ejecutivos, se trata de un período "de volatilidad e incertidumbre que continúa y que es monitoreado de manera permanente por la Dirección y la Gerencia de la Sociedad, junto a las posibles modificaciones a las regulaciones que pudiera implementar el Gobierno Nacional y la demora en cobros de clientes en función de los posibles retrasos en sus cobranzas asociadas a proyectos vinculados con obra pública".
De hecho, en la empresa se encuentran evaluando los impactos que este escenario puede tener sobre su situación patrimonial, financiera, sus resultados y los flujos de fondos futuros, en la medida que se vayan produciendo.
Futuro optimista
El trabajo también refleja cierto optimismo de parte de los ejecutivos de IMPSA, a partir de una constante demanda energética que se está produciendo tanto a nivel nacional como internacional y que les permite vislumbrar "interesantes perspectivas, respecto de la concreción de nuevas adjudicaciones en materia de provisión de equipos hidro electromecánicos y el reemplazo de equipos en funcionamiento en proyectos de gran envergadura".
Ocurre que, en el área de equipamientos nucleares, es una de las pocas empresas con capacidad de diseño y fabricación, lo cual la ubica entre los primeros lugares para seguir desarrollando y proveyendo equipos de estas características.
En el marco de la energía eólica, desde IMPSA también creen tener posibilidades de concretar una serie de proyectos en los cuales se encuentra desarrollando nueva tecnología con el fin de abastecer este mercado cada vez más creciente.
Igualmente y al haber desarrollado en el pasado bienes de capital para la industria de Petróleo & Gas, Vaca Muerta le abre perspectivas muy interesantes.
Alianzas globales
Por otro lado, los avances en Inteligencia Artificial y su aplicación a los diversos productos y negocios le puede permitir a IMPSA ser cada vez más competitiva a nivel mundial y la proyecta a alianzas con empresas tecnológicas de otros países.
En la actualidad, la compañía tiene contratos firmados por casi u$s200 millones, la mayoría involucra a obras públicas que se encuentran en stand by, así como otras iniciativas todavía en marcha en el país y en el exterior.
La empresa provee soluciones integrales para la generación de energía eléctrica a partir de recursos renovables, componentes para centrales nucleares y equipos para la industria de proceso.
Para el cumplimiento de estos objetivos, cuenta con las siguientes unidades de negocio: Hydro, Wind, Nuclear, Servicios, Oil & Gas/Hidrógeno, Fotovoltaico, Inteligencia Artificial, Grúas y Defensa.
Cuenta además con un centro de producción estratégicamente ubicado en Mendoza para la fabricación y comercialización de ciertos componentes, tales como estructuras metálicas, bienes de capital de gran tamaño y obras civiles, lo cual constituye su actividad principal. Hasta ahora, vino utilizando los fondos obtenidos de la suscripción de las nuevas acciones emitidas para la implementación del llamado Plan de Recomposición de la Estructura de Capital y, en particular, para dotarse de los fondos necesarios para la continuidad, desarrollo y crecimiento de sus operaciones.
En este contexto, también vino recibiendo fondos de organismos financieros internacionales y locales como el BICE que, en noviembre del 2022 le aportó, en su carácter de Fiduciario del Fideicomiso Financiero y de Administración, u$s2.2 millones para cubrir necesidades de caja dado el incremento de contratos en ejecución.
Con otros fondos recibidos pudo cubrir el pago de proyectos, salarios, gastos operativos y costos de estructura, entre otros gastos.
Además, el 28 de abril del año pasado, la Asamblea de Accionistas aprobó la autorización para solicitar a la CNV su ingreso al régimen de oferta pública de acciones y para el listado de una o más clases de acciones en uno o más mercados autorizados, incluyendo el listado de las Acciones Clase A y Clase B (es decir, acciones que actualmente se encuentran en los Fideicomisos).