• 23/11/2024

La industria argentina del vino, preocupada: alertan por la caída de ventas y la falta de inversión

Se presentó un documento al Gobierno que plantea fuerte caída de ventas; falta de crédito; escasa participación mundial y un inestable escenario futuro
22/02/2022 - 21:20hs
La industria argentina del vino, preocupada: alertan por la caída de ventas y la falta de inversión

Además de los problemas que sufre por la escasez de botellas, la industria argentina del vino atraviesa por un preocupante escenario que genera incertidumbre entre los empresarios a la hora de analizar futuras inversiones.

El panorama se encuentra marcado como consecuencia de varios factores simultáneos como la caída de las ventas en el mercado doméstico; menores exportaciones; medidas regulatorias y retenciones impuestas por el Gobierno; falta de acuerdos bilaterales; poco abastecimiento de insumos y falta de crédito para bodegas y productores.

La magnitud de la situación llevó a los principales protagonistas de esta industria a mantener un encuentro con autoridades nacionales para debatir las estrategias que podrían ayudar a mejorar la mirada para los próximos años.

En ese marco, representantes de Bodegas de Argentina y de la Cámara Nacional de la Industria Vitivinícola se reunieron este lunes 21 de febrero con el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Dominguez.

El crudo panorama del mercado del vino argentino

Los empresarios le plantearon al funcionario las diferentes problemáticas que actualmente atraviesa la vitivinicultura y le presentaron un informe del sector que plantea un crudo panorama tanto para el mercado doméstico como en el ámbito internacional.

La industria argentina del vino atraviesa por un preocupante escenario en el país

Del encuentro participó también Jorge Solmi, secretario de Relaciones Institucionales; Luis Contingiani, secretario de Alimentos; Martín Hinojosa, presidente del INV; Claudia Quini gerente de Fiscalización del mismo organismo.

Entre los asistentes al encuentro estuvieron presentes Patricia Ortíz, Bodegas Tapiz/Presidente de Bodegas de Argentina; Francisco Do Pico, Grupo Peñaflor/Vicepresidente Bodegas de Argentina; Fernando Sanchis, Finca La Celia- Bodega Grafigna; Ignacio Squassini; Bodega Dante Robino; Rafael Calderón, Bodegas Bianchi; Guillermo Barzi, Bodega Humberto Canale; Juan Schamber, Grupo Peñaflor, Matthieu Naef, Grupo Colomé, Milton Kuret, Bodegas de Argentina.

La delegación respaldó los resultados del trabajo presentado bajo el título de "La necesidad de políticas para una mejora competitiva de los vinos argentinos" que elaboró el Centro de Estudios Económicos de Bodegas de Argentina.

El trabajo asegura que el mercado interno presenta una desmejora explicada por fenómenos estructurales como los cambios de hábitos y en los últimos años agravada por la caída del poder de compra de los consumidores.

La caída del consumo per cápita llegó en el 2021 a su mínimo nivel histórico al punto que entre los países de consumos "altos" superiores a 20 litros por año Argentina se ubica en el grupo de los de mayor baja, lo que demuestra que no es sólo una tendencia mundial estructural sino que existen otros factores que explican el fenómeno.

El documento detalla que el mercado interno captura el 67% del volumen total despachado por las bodegas siendo hoy la mitad de lo que era en 1991.

Las exportaciones, segmento más atractivo de la industria del vino

La exportación de vinos representa el 33% del volumen total

En cuanto a las exportaciones, sostiene que se trata del segmento más atractivo de la industria del vino pero advierte que su gran dependencia del tipo de cambio en un escenario mundial muy competitivo no le permite alcanzar su gran potencial.

Actualmente, la Argentina ocupa el 10º puesto a nivel mundial en volumen de exportaciones de vino y también en valor, esto último gracias al aumento del precio promedio experimentado en los últimos años.

En el mismo sentido, la exportación de vinos representa el 33% del volumen total de un sector altamente dependiente del tipo de cambio, a pesar de ser una industria de valor agregado.

"Con la crisis mundial, a pesar de haber tenido un fenomenal repunte que llevó la cifra en dólares a su máximo histórico su share mundial cayó tanto en volumen como en valor lo cual significa que la industria tiene menos competitividad que sus pares internacionales", señala el informe.

Al mismo tiempo, plantea que la producción de materias primas tuvo una temporada de incremento de precios que llevaron al sector primario a valores cercanos a su equilibrio de largo plazo.

La comercialización del vino

Sin embargo, la industria volvió por décimo año consecutivo a disminuir sus ventas totales, al punto que los mejores precios del 2021 no alcanzaron para aumentar su facturación en relación al 2020 completando de este modo una década de caída de la comercialización.

El informe asegura que las bodegas tienen una estructura de costos muy inflexible

Según el informe, "este año la industria argentina de vinos volvió a despachar entre mercado doméstico y exportación un volumen similar al de 2019, luego de la gran exportación de vino a granel del 2020 y el gran volumen de mercado doméstico empujado por los bajos precios del producto".

Tuvo, además, una recomposición de precios importante (+12,6%) en moneda constante gracias a una mayor exportación de vinos fraccionados y una recomposición de precios en el mercado interno luego de haber tocado el valor promedio histórico más bajo de casi dos décadas.

Según el trabajo de Bodegas de Argentina, el resultado de estos movimientos tuvo como consecuencia una facturación de $170.000 millones constantes de junio del 2021, que representan una baja del 0,9% con respecto a igual período del 2020 a nivel de bodega.

"Este año continuó así una larga caída de facturación de la industria que lleva ya una década, y sólo aquellas bodegas que logran proporciones más elevadas de ventas al exterior son las que pueden exhibir aumentos de facturación en 2021", agrega el documento.

Con respecto a costos; rentabilidad; crecimiento y financiación, el informe asegura que las bodegas tienen una estructura de costos muy inflexible que impide mejoras competitivas, lo cual frena un crecimiento agresivo en los mercados internacionales.

Cómo distribuye los costos la industria del vino

En este sentido y tomando una muestra de bodegas donde están representados tres grupos enfocadas en el mercado interno, promedio y en la exportación se puede observar una distribución de costos que arrojan las siguientes conclusiones:

1. Las compras. Se trata principalmente de abastecimiento de materia prima que en los últimos años ha estado en los niveles más bajos históricos y que se espera hacia el futuro tenga valores más similares a los de la última temporada.

El del vino es un sector altamente dependiente de la publicidad

2. Costo laboral. A nivel de bodega es el segundo costo en importancia con una distribución muy desbalanceada hacia la

producción primaria. La necesidad de rentabilidad presionará en los próximos años sobre este factor llevando al sector a una mayor mecanización o disminuyendo sensiblemente la capacitación.

3. Publicidad y promociones. El del vino es un sector altamente dependiente de esta actividad y rivaliza fuertemente con otras bebidas en el mercado interno y con los elevados presupuestos de competidores en los mercados externos.

4. Logística. En la comparación internacional la vitivinicultura argentina tiene un costo elevadísimo de logística interna y por su lejanía a los mercados en la externa lo cual compromete seriamente su competitividad.

5. Por debajo del EBITDA. Aparecen los costos impositivos y los financieros. Su elevada proporción deja a las bodegas con un margen muy exiguo para mejoras competitivas.

Rentabilidad e inversión de la industra vitivinícola

Además de esta descripción, el informe asegura que la caída de las ganancias y la falta de fondos para nuevos proyectos en los últimos años han disminuido y alejan a la vitivinicultura argentina de los estándares internacionales, lo cual afecta la capacidad competitiva en un sector signado por la alta rivalidad en los principales mercados.

En el caso de la rentabilidad medida a través de la contribución antes de impuestos, intereses y amortizaciones (EBITDA), ha disminuido hasta ubicarse en el valor más bajo de los últimos 20 años.

En el último ejercicio relevado a una muestra testigo de 40 bodegas que representan al total de la industria arroja apenas un valor promedio del 10% sobre las ventas, lo cual la ubica en valores del 40% al 50% de las de países competidores como Nueva Zelanda, Italia o Estados Unidos.

"Una bodega promedio de Argentina genera más del 40% de su facturación en el mercado externo y si, por ejemplo, se le aplica el 4,5% de retención esto representa un 1,8% en relación a las ventas totales", detalla Bodegas de Argentina.

El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, recibió un duro informe sobre la situación del sector vitivinícola
El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, recibió un duro informe sobre la situación del sector vitivinícola

En ese marco, el informe considera que la eliminación de las retenciones podría mejorar un 18% la rentabilidad actual teniendo en cuenta que, medida la rentabilidad en relación a los activos totales en una industria de gran inmovilización de activos, las bodegas sólo rindieron algo más del 10% antes de amortizaciones, intereses e impuestos, "lo cual es muy poco atractivo para la inversión".

Según los empresarios, esto puede observarse en dos relaciones en torno a la inversión en bienes de uso que en promedio se ubica en el 5% de las ventas totales para los últimos años y que en el último año sólo representó un 12,5% en relación a los activos totales muy depreciados lo cual disminuirá sin dudas la competitividad de la industria.

Con relación al financiamiento, el informe es contundente al advertir que "es muy escaso" si se tiene en cuenta que por su característica estructural, el sector vitivinícola requiere de grandes inversiones de capital de largo plazo y qu el acceso al mercado de capitales es esencial en su competitividad.

"Argentina tiene una muy baja proporción de crédito en relación al PBI cuando se lo compara con sus competidores internacionales lo que le quita una gran capacidad competitiva en una industria muy intensiva en inversiones", describe el documento que las bodegas le presentaron al ministro Domínguez.

Por eso, el funcionario sabe que el sector ha tenido desde el 2018 una sustancial disminución del financiamiento con una caída acumulada del 38% cuando históricamente el total de crédito en relación a las ventas fue del 24% mientras que en el 2021 esta proporción fue del 17% y concentrada altamente en el corto plazo.

Exportación de vino, un camino hacia la recuperación de la industria

Como una parte de la recuperación de la industria se plantea al Gobierno la necesidad de mejorar las exportaciones, a pesar de que la recuperación de las ventas al exterior no compensó la disminución del mercado interno y estuvo por debajo de la reactivación mundial.

"El mercado mundial, el camino de expansión del sector, tiene una elevada rivalidad competitiva y la mayoría de las bodegas argentinas no cuentan con suficiente capacidad de invertir", asegura el informe en el que también se reserva un capítulo para analizar los acuerdos de Libre Comercio firmados en los últimos 50 años y el impacto que en la industria tuvo y tiene una globalización de la economía signada por una apertura negociada entre países en la que Argentina no participó generando la barrera comercial más importante.

En este sentido, el documento informa que en casi cinco décadas se han firmado más de 70 acuerdos de Libre Comercio en el mundo que han involucrado tanto a países como bloques, lo que significa que en la actualidad más de 100 países tienen firmados tratados de reducción y eliminación de aranceles que han aumentado significativamente el comercio y la rivalidad competitiva.

"El sector vitivinícola ha estado inserto de manera protagónica entre todos los competidores argentinos de las cuales Argentina ha estado ausente", revela el trabajo en relación a los tratados de libre comercio, promoción y menores impuestos para exportar que los países rivales adoptan como políticas públicas de primer orden en la mejora competitiva del sector.

De hecho, se recuerda que los vinos argentino pagan en promedio un 5% de su valor a lo que debe sumarse un 4,5% de retenciones.

En el caso de los fraccionados deben tributar aranceles de importación en casi todos los mercados mundiales con excepción de varios latinoamericanos donde goza de preferencias arancelarias.

Como una parte de la recuperación de la industria se plantea al Gobierno la necesidad de mejorar las exportaciones

Es más, en algunos mercados tributa aranceles Ad Valoren (un porcentaje del valor importado) mientras que en otros lo hace con un valor fijo por unidad de volumen.

A nivel general, y transformando todo al monto pagado en el último año y relativizando la facturación, resulta que los vinos argentinos para ingresar en los mercados mundiales donde se exportan tributaron u$s36,5 millones en el 2021.

Esto significó un promedio global del 5%, aunque sólo en los dos principales destinos se tributa el 40% del total, de acuerdo a lo que señala Bodegas de Argentina.

"Este valor es muy significativo en un mercado altamente competitivo y se transforma en una barrera que disminuye el atractivo por vinos argentinos a los compradores internacionales", advierte.

En este sentido, se sostiene que los vinos argentinos junto con los de Nueva Zelanda y Portugal son los que más tributan en los mercados más importantes del mundo.

Por el contario, Chile es el país que ha logrado disminuir la barrera de ingreso a un nivel promedio casi nulo, lo que le ha permitido crecer considerablemente con uno de los precios promedio más bajo de los mercados mundiales.

A partir de este escenario global, el informe asegura que la clave de mejora es la exportación para un mercado cuya rentabilidad ha estado ligada a la participación en el mercado interno donde es más difícil lograr buena performance por menor expansión y precios más bajos.

"El desafío es exportar más. La experiencia histórica de los últimos años muestra que la rentabilidad de las bodegas ha caído y se ubica en la actualidad entre un 50% y un 75% de la rentabilidad internacional", agrega el trabajo.

También demuestra que la experiencia que aquellas bodegas con mayor participación de sus ventas en la exportación tienen mayor rentabilidad, lo cual se convierte en una señal muy importante para las estrategias de los próximos años.

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