¿Qué pasa con los cines?: más complicados, no cubren los costos y estas son las nuevas limitaciones
Las limitaciones que oficializará el Gobierno para frenar la proliferación de contagios con Covid-19 vuelve a complicar el panorama para los complejos de cine. Ocurre que las compañías ya enfrentan serias complicaciones financieras para mantenerse operativas. Y la decisión de restringir el horario para la actividad comercial añade dificultades para uno de los sectores más impactados por la pandemia.
En diálogo con iProfesional, Martín Álvarez Morales, CEO de Cinemark-Hoyts y presidente de la Cámara Argentina de Exhibidores de Multipantallas, sostuvo que la limitación de la hora que implementaría el oficialismo complicará aún más los números del segmento.
Aseguró que establecer un parate a partir de las 23 afectará la programación nocturna de los complejos, período que hace la diferencia en un contexto de salas poco ocupadas por efecto del aforo vigente.
"Si bien estamos a la espera del decreto y su publicación en el Boletín Oficial, las versiones fuertes de que no habrá actividad comercial desde las 23 nos llena de interrogantes respecto de cómo se operará. Por ejemplo, no tenemos claro que ocurrirá con las personas que se extiendan más de ese horario porque la película va más allá del límite. ¿Podrán circular sin complicaciones luego?", se preguntó.
"También está el inconveniente para los trabajadores de la actividad. ¿Tendrán permiso para circular en transporte público luego de ese horario? Desde ya que una medida así nos obligará a cambiar la programación de las películas", aseguró.
Álvarez Morales comentó que el protocolo vigente, sobre todo por la incidencia del aforo establecido, "no permite ni cubrir los costos" por lo que la traba horaria intensificará el rojo de las empresas del rubro.
"Con el retorno nos estaba yendo bien, esto en términos de las condiciones en que podemos operar. Sobre todo, a partir del estreno de Godzilla Vs. Kong. Pero igual los números del sector están complicados. Si se limita el horario este problema se hará mayor", dijo.
El directivo explicó que no poder operar a partir de las 23 "complica la segunda noche, que comienza a partir de las 22. Es el lapso que mejor les rinde a los cines durante los miércoles, sábados y domingos".
"Por supuesto que es importante que los cines no se cierren, que se permita seguir operando de alguna forma. Pero económicamente otro cambio perjudica a los complejos, que han venido demostrando que no son centros de contagio. Nadie va a un cine a hablar. Ahora veremos cómo nos adaptamos cuando se oficialicen las restricciones que acaban de anticiparse", concluyó.
Protocolo vigente
En febrero pasado, el Gobierno autorizó el regreso a la actividad de los cines en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Hoy por hoy, los cines permiten solamente el 30 por ciento de aforo en la Ciudad y rige un 50 para los que se encuentran en el conurbano.
"El 30 por ciento de aforo en nuestras cadenas lo maneja directamente el sistema. La experiencia de compra es bastante buena: un grupo de personas que van juntas al cine se pueden sentar una al lado del otro, pero alejados de los demás, como una burbuja social", dijo a iProfesional Diego Bachiller, gerente comercial de Cinépolis, controlante de los ex cines Village.
"Nuestro sistema te permite comprar entradas con butacas pegadas y automáticamente te separa del resto, y bloquea todas las de alrededor", añadió.
Tanto dentro de las salas como en todos los espacios de los establecimientos se debe respetar el distanciamiento social y el uso de barbijo de forma obligatoria. Más allá de lo que los espectadores deben cumplir a la hora de volver a los cines, todos los espacios se prepararon para poder brindar una experiencia segura y cuidada.
En ese marco fue indispensable poner en condiciones la ventilación de las salas para que haya renovación constante de aire. Esto implica que no solamente recircule el aire interno, sino que se tome del exterior y renueve el que se encuentra dentro de las salas.
Otro aspecto del protocolo: a todas las personas que ingresan a la sala se les toma la temperatura.
También "los horarios se cambiaron, se puso mayor distancia entre el fin de una película y el inicio de otra, para permitir que se realice la limpieza de cada sala y se pueda sanitizar todo. Para que los espectadores de la próxima función se encuentren con las salas completamente limpias y desinfectadas", precisó el ejecutivo.