Metodologías ágiles, la nueva forma de trabajar en equipo

Con el objetivo de que sus equipos alcancen todo su potencial, los líderes empiezan a adentrarse en el mundo de las metodologías ágiles.

Los motivos se relacionan con la velocidad de cambio actual, la importancia de llegar al mercado a tiempo y la necesidad de adaptarse a la transformación digital.

No es un dato menor que las empresas nucleadas en el listado Fortune 500 – donde aparecen las mayores compañías estadounidenses de capital abierto a cualquier inversor según su volumen de ventas- ya estén implementando la metodología Scrum a escala para transformarse en Agiles.

¿Pero a qué nos referimos al hablar de Agile? Es un movimiento global con principios, métodos, técnicas y herramientas para que las organizaciones prosperen en un mundo cada vez más volátil, incierto, complejo y ambiguo.

La agilidad es la capacidad de adaptarse rápidamente, anticipar y liderar el cambio continuo: afecta el pensamiento estratégico, las operaciones, y la capacidad de innovar en productos, procesos y modelos de negocio.

Las cifras avalan esta tendencia. Los famosos "Chaos Report" del StandishGroup concluyeron que el 31,1% de los proyectos tradicionales se cancelan y el 52,7% supera el 189% de lo presupuestado, ya que demoran más y entregan menos que lo acordado.

Por su parte, Forbes Insights informa que la utilización de metodologías ágiles impactó ampliamente en la productividad de las empresas, quienes lograron duplicar sus resultados financieros y mejorar un 60% el time tomarket, la velocidad de innovación, la experiencia de usuario, la calidad de sus productos, y la moral de sus empleados

Según una encuesta de 2018 realizada por Forbes Insights y Scrum Alliance, el 81% de los ejecutivos consideran la agilidad como la característica más importante de una organización exitosa, y el 44% están aplanando las estructuras para aumentarla. Mientras, el 70% quiere que un ejecutivo agile promueva una cultura no jerárquica, y el 49% de las organizaciones están adaptando las estructuras organizativas al enfoque agile. A su vez, sólo el 61% de los proyectos que se dicen ágiles realmente lo son.

Asimismo, Scrum es la nueva manera de trabajar en equipo, utilizada por las tres cuartas partes de las organizaciones líderes. Son unas pocas reglas que relacionan tres roles, cinco eventos y tres artefactos para que un equipo auto-organizado sea capaz de generar innovaciones en lo que produzca. El éxito se observa no sólo en equipos dedicados a desarrollar productos digitales, sino en industrias manufactureras, petroleras, financieras, construcción, educación, salud; y en áreas como ventas y marketing.

De esta forma, escalar Scrum se trata de coordinar los equipos que vayan adoptando la metodología, no solo en las nuevas organizaciones que nacen agiles, sino en las empresas tradicionales.

Significa ir extendiendo la manera en que funciona un solo equipo a medida que va abarcando más unidades de la organización, para establecer una "burocracia mínima viable" a través de una arquitectura que puede escalar libre y naturalmente. Esto genera que la empresa crezca orgánicamente según sus necesidades únicas y a su propio ritmo sostenible.

En un entorno como el actual, en el que las empresas necesitan adaptarse a los tiempos que corren, las metodologías ágiles son una herramienta clave. Es necesario formar profesionales que puedan aplicar estos recursos y ayudar a que las organizaciones se adelanten a los cambios. Por eso cada vez son más las universidades que las integran a sus planes de estudios en las carreras de grados y las instituciones que ofrecen programas de postgrado relacionados, más específicos y de mayor profundidad.

Si bien en Argentina este camino recién comienza, es muy factible que pronto los resultados se vean en el rendimiento de las empresas que las implementen.

* Paula Kvedaras y Ana Bardoneschi son docentes de la Diplomatura en Metodologias Ágiles de Gestión de Proyectos y Productos del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA)