Eficiencia energética en edificios: claves para una construcción más sostenible y económica
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En la búsqueda de reducir el consumo energético, minimizar el impacto ambiental y disminuir los costos operativos de las viviendas, la eficiencia energética en la construcción se posiciona como un eje crucial, sobre todo en épocas de intenso calor.
Tanto expertos como normativas internacionales destacan la importancia de adaptar estrategias inteligentes y sostenibles en las edificaciones actuales. Según un análisis presentado por Kevin Savelski, director de Grupo 8.66, "el diseño bioclimático y el uso de recursos renovables son pilares fundamentales en este proceso".
Este tipo de diseño aprovecha las condiciones climáticas naturales para disminuir la demanda de calefacción y refrigeración, maximiza la entrada de luz natural y utilizan materiales con alta capacidad térmica.
Por otro lado, las normativas marcan hoy un antes y un después en la industria de la construcción. Actualmente, los códigos de edificación exigen estándares más estrictos en los nuevos proyectos, mientras que certificaciones de sostenibilidad como LEED, BREEAM o WELL buscan incentivar la construcción de edificios más respetuosos con el medio ambiente. "Este tipo de certificaciones no solo reconoce los esfuerzos por mejorar el rendimiento térmico, sino que impulsa a los desarrolladores a optar por tecnologías más sostenibles", enfatizó Savelski.
Tres pasos del ahorro energético
Un aspecto relevante en el debate sobre eficiencia proviene de las nociones prácticas entregadas por Federico García Zúñiga, consultor técnico de la Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes (ANDIMA). Plantea que existe un sistema de tres etapas para lograr un ahorro importante en el hogar:
Ahorro "Clase C": La manera más sencilla y accesible para todos los hogares, que consiste en desconectar los dispositivos electrónicos cuando no están en uso. "El 25% del consumo energético en las viviendas proviene de artefactos eléctricos, muchos de los cuales quedan en modo 'stand-by'. Este modo puede representar hasta un 20% del consumo total", subrayó García Zúñiga.
Ahorro "Clase B": Relacionado con invertir en tecnologías más eficientes, como la instalación de luces LED y equipos eléctricos con clasificación de eficiencia energética como mínimo Clase A. "Cambiar a electrodomésticos de alto rendimiento puede reducir un 9% del consumo energético del hogar", explicó el experto.
Ahorro "Clase A": Este enfoque se refiere a instalar aislamiento térmico en las viviendas, lo que permite ahorrar hasta un 35% en el consumo de energía. "La aislación térmica eficiente actúa como una tercera piel para las casas, ayudando a mantener temperaturas sin necesitar tanta dependencia de artefactos de calefacción o refrigeración", mencionó.
El papel de los electrodomésticos
La incorporación de electrodomésticos de bajo consumo energético también juega un rol primordial en la transición hacia hogares sostenibles. Equipos con clasificación energética mínima de categoría A permiten no solo la reducción de las facturas de electricidad, sino también una menor emisión de gases contaminantes.
En cuanto a la automatización del hogar, el uso de sensores inteligentes y termostatos trasformó la manera en que se gestiona el consumo energético. Estos sistemas contribuyen a un uso más eficiente de recursos, monitorean datos en tiempo real y personalizan la climatización de los espacios.
Estrategias para el verano y los cortes de luz
La eficiencia energética también tiene un impacto considerable frente a fenómenos estacionales, como el calor extremo en verano. Según el análisis compartido por ANDIMA, ajustar los equipos de aire acondicionado a una temperatura de 24°C puede reducir el consumo energético en un 30% (cuya reducción impactará en la factura de los servicios), mientras que el uso de ventiladores de techo ahorra hasta un 70% más de energía que el aire acondicionado.
A nivel preventivo, y pensando en enfrentarse a cortes de luz prolongados, los especialistas coinciden en la importancia de proteger los dispositivos electrónicos, es crucial instalar sistemas de respaldo como UPS u optar por generadores portátiles. "Estos sistemas no solo estabilizan las fluctuaciones de voltaje, sino que extienden la vida útil de los equipos más sensibles", aseguró García Zúñiga.
Evitar costos altos
Asimismo, desde el sector enfatizan que el aislamiento térmico eficiente podría evitar la necesidad de sistemas costosos de respaldo energético frente a interrupciones del suministro.
"Si las viviendas estuvieran correctamente aisladas, se reduciría la demanda de energía para climatización, lo que disminuiría las sobrecargas en los sistemas de transmisión y, en consecuencia, los cortes de luz", indicó García Zúñiga.
Cómo edificar de forma sostenible
Para lograr edificaciones más eficientes, se aplican diversas estrategias. El diseño bioclimático, por ejemplo, busca aprovechar las condiciones climáticas locales para reducir las necesidades de calefacción o refrigeración, orienta los edificios para maximizar la luz natural y utiliza materiales que retengan el calor en invierno y lo bloqueen en verano.
El uso de materiales de alta eficiencia energética, como aislamiento térmico, ventanas de doble o triple acristalamiento y revestimientos que reducen las pérdidas de calor o frío, es clave. Sistemas de energías renovables, como paneles solares o geotermia, disminuyen la dependencia de fuentes externas. Además, la optimización de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) con equipos eficientes y controles inteligentes ayuda a mantener temperaturas interiores con menor consumo.
El costo de viviendas en pozo así suelen superar los USD 2.600 por metro cuadrado, todo dependerá de terminaciones y de los sistemas que se empleen.
Savelski concluyó: "La automatización de los edificios, mediante el uso de tecnologías como sensores de movimiento y termostatos inteligentes, permite monitorear y controlar el consumo de energía en tiempo real, lo que ayuda a optimizar el uso de los recursos. El reciclaje de agua y la reutilización de recursos también son esenciales, ya que el tratamiento y distribución de agua implica un alto gasto energético, por lo que su eficiencia contribuye al ahorro global de energía".