Ganancias: AFIP controla el ajuste por inflación en 2023 con la amenaza de juicios penales
El ajuste por inflación de los balances, con altos índices en 2023, está danto resultados muy importantes en la liquidación de Impuestos a las Ganancias. Y la AFIP realiza controles detallados cuando da bajas importantes en el monto a pagar, los que pueden derivar en un juicio penal.
Por qué la AFIP controla el ajuste por inflación
Son tan significativos los coeficientes de ajuste, que los resultados pueden ser determinantes en la liquidación, ya sea para un lado o para el otro. De hecho, observando papeles de trabajo, los contadores notamos que, en muchas empresas, el AxI es el ajuste más significativo para llegar a la base imponible, afirma Gabriel Gambacorta, CEO del estudio Gabriel Gambacorta & Asoc.
Y nos pasa que, en la experiencia del día a día, que la AFIP fiscaliza con un énfasis minucioso en los controles de la determinación del AxI que antes no veíamos, alerta.
En materia tributaria, hay cuestiones en Argentina que no están del todo claras, sino que están sujetas a interpretación, y también puede existir el error material, lo que con coeficientes "gigantes" puede terminar generando consecuencias impensadas en una liquidación, explica.
Al respecto, la Ley Penal Tributaria establece penas de privación de la libertad, con lo cual siendo significativos los valores se pueden alcanzar rápidamente los mínimos para quedar alcanzados. Si la diferencia fuera por razones de interpretación o errores materiales, el juicio no debería llegar a un mal final, el proceso seguramente no es agradable, comenta.
Qué es el ajuste por inflación
El Ajuste por Inflación Impositivo (AxI) es un mecanismo de la ley del Impuesto a las Ganancias para mitigar los efectos distorsivos de la inflación, a efectos de que el impuesto recaiga sobre utilidades reales tras descontar la inflación, afirma Gambacorta, y considera lo siguiente:
Originalmente, solo existía la corrección denominada estática, que consideraba la variación por inflación del año siguiente de activos y pasivos expuestos existentes al inicio de cada ejercicio fiscal.
Con la reforma del año 1985, se agregan los "ajustes dinámicos" con la finalidad de mitigar también, en alguna medida, las distorsiones que produce la inflación por los movimientos ocurridos durante el ejercicio.
Todo ello sincronizado con otros mecanismos para salvaguardar coherencia, como la valuación impositiva de inventarios, que llevó a valores cercanos a los de plaza, para de esa manera ir gravando la utilidad con la mera generación de los bienes.
Por ejemplo, cosecha y pariciones en la agricultura y ganadería respectivamente, y su eventual mayor valor, como el aumento de la cotización de la soja cosechada y en poder del productor, neta de inflación, sin esperar a que se produzca la venta para que impacte impositivamente.
Mientras el AxI, en muchos casos el Estado se benefició por cobrar sobre ganancias inexistentes, pero en otros, por ejemplo, respecto a empresas endeudas, ocurrió lo contrario.
Qué pasa con los vencimientos actuales de empresas
La noticia de que la inflación en la Argentina estaría en declive es excelente, pero al liquidar el impuesto a las Ganancias de los cierres actuales aparecen grandes sorpresas, si es que no habíamos realizado algún tipo de planeamiento o proyección, por el arrastre de la inflación anterior, afirma Gambacorta, y ejemplifica:
Para los cierres anuales de marzo 2024, cuyo vencimiento de presentación de Impuesto a las Ganancias se producirá en el próximo agosto, el incremento de precios fue de 287,9%, por lo cual para determinar el ajuste estático el coeficiente sería 2,879, o sea, prácticamente hay que multiplicar por tres.
Así, si los activos monetarios que quedan expuestos (caja, deudores por ventas, bienes de cambio a valor impositivo, etc.) suman menos que los pasivos monetarios expuestos, ese "patrimonio neto negativo a eventos del AxI" se debe multiplicar por 2,879 y el resultante es ganancia gravada.
Pero hay una cantidad significativa de variables que juegan adicionalmente y pueden neutralizar, como los ajustes dinámicos y la deducción de intereses por los pasivos, entre otros.
Pero, por la mera composición del patrimonio expuesto al inicio, que es un dato inmodificable, puede generarse una ganancia o una pérdida que básicamente es esa cifra multiplicada por 3 y obliga al menos a estar muy atentos.
Qué sorpresas puede dar el cálculo para las pymes
Este ajuste estático ya se puede calcular para los cierres de ejercicios en curso, porque no depende de la contabilidad actual, lo cual es recomendable. Por ejemplo, para los cierres de junio de 2024, se estima la inflación para los meses de mayo y junio y se toma la real para los meses anteriores, aclara Gambacorta y señala:
Por otra parte, cuando uno analiza la razonabilidad económica de las eventuales ganancias producidas por este mecanismo, puede encontrarse que, conciliando con el balance contable ajustado por inflación, le vea algún nivel de razonabilidad. Pero, ¿dónde quedó esa ganancia y como se hace para pagar el impuesto?
Este es uno de los principales problemas, porque es probable que haya quedado en activos no líquidos o en reducción de pasivos, con lo cual la disponibilidad para afrontar el pago del impuesto no es sencilla.
También puede ocurrir que el importe del AxI no fuera significativo. Esto por sí solo no es indicador de que no haya tenido influencia, porque las variables ya pueden venir del resultado histórico y la valuación de inventarios no corregida u su efecto camuflado allí, por ejemplo.
Especialmente en el caso de las Pymes, que ya venían con niveles altos de endeudamiento, no sería extraño encontrarse con estas sorpresas en el Impuesto a las Ganancias.
Tampoco hay que descuidar los ajustes que se calculan desde el mes de ocurrencia, como los retiros a cuenta de los directores que generan ajustes positivos, que en teoría pueden verse como una utilización de la caja o bancos al inicio que generó ajuste pérdida de punta a punta y de esta manera se neutraliza.
Pero, en otros casos, esos retiros de fondos de los directores son meramente producto de la utilización de fondos "nuevos" provenientes del giro de la empresa, y un retiro de abril de 2023 puede producir una utilidad significativa en un cierre de marzo de 2024, impactando financieramente en agosto próximo, por ejemplo.
Este problema, si se consolida la baja de la inflación en la Argentina, va a ir disminuyendo gradualmente a medida que transcurra el año, especialmente hacia los cierres de fines de 2024. Por ejemplo, los cierres de diciembre de 2024 ya no se verán afectados por la inflación de diciembre de 2023, que fue del 25,5%.
De tal forma, la planificación impositiva es esencial en este momento, considerando con mucha atención para los cierres de este año el impacto significativo que podrá tener el ajuste por inflación, concluye Gambacorta.
La AFIP está controlando en detalle la aplicación del ajuste por inflación por las empresas, a raíz del impacto en el Impuesto a las Ganancias que pagan, y puede dar lugar a un juicio penal tributario.