Atención dividida, ¿cómo mejorarla y qué factores pueden alterarla?
Cada vez más las personas llevan adelante su día a día realizando varias tareas al mismo tiempo. El trabajo se mezcla con las conversaciones por whatsapp, al mismo tiempo que se piensa en las vacaciones y todo lo que hay que hacer después de la jornada laboral. Lo sorprendente es que, en muchos casos, ninguna de las tareas se deja por la mitad o se realiza de forma incorrecta. Este fenómeno se conoce como atención dividida y tiene algunas características particulares.
Se puede definir como la capacidad que tiene el cerebro para atender a diferentes estímulos o tareas en simultáneo, al tiempo que da respuestas a las múltiples demandas del ambiente. Se trata de un tipo de atención simultánea que permite a las personas procesar diferentes fuentes de información y, además, ejecutar más de una actividad a la vez. Actualmente, esta capacidad resulta fundamental para poder actuar de manera eficiente en el día a día, ya que la mayoría de las personas tiene que responder a varias demandas simultáneamente. Sin embargo, es importante considerar que se trata de una capacidad limitada. ¿Por qué? Cuando se divide la atención se reduce el rendimiento y la eficiencia de las acciones que se están llevando a cabo al mismo tiempo. Es por eso que es posible que la persona pueda experimentar alguna dificultad para poder atender a todo en simultáneo, un fenómeno que se conoce como interferencia y sucede por una causa simple. El cerebro solo puede procesar una cantidad limitada de información, a pesar de lo cual la práctica y el entrenamiento cognitivo puede mejorar la atención dividida y, consecuentemente, la capacidad de realizar más de una tarea al mismo tiempo en forma eficiente. ¿Qué factores pueden alterar la atención dividida?
Si bien la mayoría de las personas tiene esta capacidad, es necesario tener en cuenta que existen algunas patologías que pueden alterar la capacidad de realizar varias actividades al mismo tiempo y se dividen en dos grandes grupos. Por un lado, están los problemas en la atención dividida propiamente dicha, mientras que por otro se encuentran los problemas en algunos de los subprocesos de la atención de los que depende.
La atención dividida se puede ver afectada por algunas alteraciones psiquiátricas, como la esquizofrenia o el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), aunque en general la alteración sucede en la atención general. Asimismo, las personas que hayan sufrido un Trastorno Craneoencefálico (TCE) o un Accidente Cerebrovascular (ACV) también suelen experimentar trastornos en su atención dividida, que suelen tener que ver con el área de afectación cerebral. Esta capacidad, entonces, se altera en casi todos los trastornos en los que la atención general se ve mínimamente alterada.
No obstante, es importante saber que es una capacidad que se puede rehabilitar, al igual que muchas de las consecuencias de algunas patologías. La rehabilitación se basa en la plasticidad cerebral -una capacidad que tiene el sistema nervioso para cambiar su estructura y funcionamiento a lo largo de la vida, como reacción a la diversidad del entorno-. Al igual que sucede con la actividad física y la adaptación del cuerpo, el cerebro y sus conexiones neuronales se pueden fortalecer mediante el uso de las funciones que dependen de estos. Así, si las personas entrenan en forma frecuente la atención dividida, lograrán que se automaticen ciertas actividades -precisamente, las que se realizan con mayor frecuencia en simultáneo-, y se favorecerá la eficiencia en cada una de ellas.