Se termina el congelamiento del dólar oficial: por qué el precio está atrasado y qué evalúa hacer Sergio Massa
Después de 94 días, la cotización del dólar oficial saldría del congelamiento mañana miércoles, si se cumple la promesa de Sergio Massa de que a partir de ahora vuelva a aplicarse el crawling peg (minidevaluaciones diarias), con el objetivo de evitar un mayor retraso del tipo de cambio.
Sin embargo, no está dicha la última palabra. Fuentes del equipo económico deslizaron, en diálogo con iProfesional, que ese movimiento podría demorarse algunos días. Más concretamente hasta después del balotaje del próximo domingo.
Massa no quiere meter ruidos con el dólar en las jornadas previas a las elecciones que definirán al próximo Presidente. Fue el propio ministro quien adelantó la salida del congelamiento del tipo de cambio días atrás, cuando incluso mencionó que el valor del dólar oficial pasaría de $350 a $353 el miércoles 15. Un alza del 0,9%
Lo que se desconoce es si, una vez que la cotización se mueva, el crawling peg se actualizará todos los días, tal como se hacía antes del congelamiento dispuesto tras las PASO.
Está claro que el candidato presidencial no quiere que se mueva nada en el mercado cambiario hasta el próximo viernes. Son pocas horas, pero en la Argentina de la incertidumbre total y la falta de divisas en el Banco Central, ningún escenario en el mercado cambiario alternativo sorprendería.
El súper atraso del dólar
El tipo de cambio oficial se encuentra con un atraso indisimulable. De acuerdo al último informe de la consultora Eco Go -dirigida por Marina dal Poggetto y Sebastián Menescaldi- da cuenta de que el dólar de $350 de mediados de agosto equivale a una cotización de $484 al día de hoy.
Se trata de una cotización muy parecida a la del dólar exportador, que el Gobierno pautó en 70% de la cotización oficial y 30% del contado con liquidación.
Para tener una idea del atraso cambiario, este dólar congelado en $350 se encuentra apenas 13% por encima del que existía en noviembre de 2015, antes de la asunción de Mauricio Macri.
El día de la devaluación dispuesta por Alfonso Prat Gay, a mediados de diciembre de 2015, equivale a un dólar de $424 actual.
Otra comparación: el dólar de abril de 2018, con el salto cambiario, era de $604, también traído a precios de hoy.
Está claro que el oficial de $350 ya quedó muy chico, y que hace falta un acomodamiento. Algo que seguramente vendrá con el nuevo Gobierno el 10 de diciembre. La pregunta es la magnitud que tendría la primera (o única) devaluación.
En todo caso, el crawling peg anunciado por Massa podría servir para llegar al día del recambio presidencial; y no para empezar a arreglar las inconsistencias de la economía argentina, que no refieren únicamente al tipo de cambio.
Escenario Massa: ¿hacia el desdoblamiento?
Un triunfo de Javier Milei el próximo domingo podría deparar en una unificación rápida del mercado cambiario. Es lo que prometió el candidato. Algo que sucedería a partir del 11 de diciembre. No está claro, en cambio, cómo reaccionaría el mercado entre el martes 21 (primera jornada hábil tras el balotaje) y la asunción.
Podría pensarse que ni Alberto Fernández ni Massa van a devaluar.
En cambio, si gana el actual ministro de Economía, la posibilidad de un desdoblamiento gana terreno. Eso no significa que sea el modelo elegido en forma definitiva. Se elegiría ese camino para evitar una maxidevaluación de entrada.
La gran duda es a qué paridad se implementa el dólar comercial. No hay certezas sobre esa cuestión, que es clave para el shock inflacionario inicial del plan. Una pista podría darla el actual "dólar exportador", que el Gobierno estableció como el equivalente a un 70% de la cotización oficial y un 30% al contado con liquidación.
Una cotización cercana a los $500.
La idea, en principio, es que ese desdoblamiento tenga una fecha de vencimiento, más o menos establecida. Este tipo de mecanismos tiene la contraindicación de que, si bien en un primer momento evita una mega devaluación -en un escenario de brecha récord-, luego deja flotando la idea de que esa devaluación sí se dará, más temprano que tarde.