Por qué la suba del dólar paralelo empaña la recuperación de bonos y acciones argentinas
El mercado argentino no se pone de acuerdo. Cuando hay paz cambiaria, los bonos y las acciones están por el piso. Y cuando mejoran desde el décimo subsuelo estos activos, la extensa tregua cambiaria se pone en discusión. Mientras que el dólar blue trepó otro escalón y quedó en $161 y el contado con liquidación subió a $155, en medio de las dudas acerca de la reacción política ante el aumento de casos de coronavirus, sigue recuperando algo de terreno la deuda y el precio de las empresas locales en el mercado.
Así las cosas, el S&P Merval ganó 2,15% operando un volumen total de $2.824 millones. Respecto de la performance, las subas estuvieron lideradas por el sector bancario: Macro (+9,11%), Supervielle (+4,84%) y Grupo Financiero Galicia (4,21%) como claros ganadores.
Mientras que Wall Street mostró resultados mixtos, los American Depositary Receipts (ADRs) -es decir las empresas locales que cotizan en Estados Unidos- tuvieron subas importantes replicando lo que sucedió en Buenos Aires: Macro ganó 8%, YPF otro 2,7%, Corporación América (suba del 3,95%) y Bioceres se apreció casi 5% el día en que comenzó a cotizar en el índice Nasdaq.
Oportunidades a precios bajísimos
Con respecto a los bonos argentinos, volvieron a mostrarse demandados. Los de dólares emitidos bajo ley extranjera operan al alza: en la parte corta de la curva, el Global 2029 avanzó 0,85% mientras que el Global 2030 subió 1,32%. En el tramo medio, en tanto, se vieron subas del orden del 1,03% para el Global 2035 y del 0,86% para el Global 2038. Finalmente, los Globales 2041 y 2046 operaron al alza: el primero de ellos subió 2% y el bono a 2046 avanzó 5,98%.
"Las paridades de los bonos se estabilizaron en niveles de 35% en promedio. Los bonos operaron con tasas por encima del 22% en el tramo corto de ley local y por encima del 18% en el tramo largo. La deuda de ley Nueva York, en tanto, opera con tasas del 21% en la parte corta y del 16% en la parte larga", dice Capital Markets Argentina (CMA).
El riesgo país, el indicador que elabora el JP Morgan, se mantiene en torno a los 1.542 puntos con una baja de 1,2% en el día. En el mes el spread por sobre los bonos del Tesoro de EEUU baja casi 3% pero en el año trepa más del 12%. Sea como fuere, el nivel de riesgo país marca que el Gobierno no tiene acceso voluntario a los mercados por el desproporcionado costo que debería pagar.
"En materia de renta fija local, los títulos en dólares presentan paridades muy bajas, pero que reflejan la incertidumbre política y económica del país, que, con un acuerdo con el FMI postergado para después de las elecciones, no muestra drivers positivos para el corto plazo, más allá del algún mayor incentivo por el lado de la suba de cupones que se da en la mayor parte de los títulos a partir de mediados de año", advierte sin embargo CMA.
Y dice que en cuanto a títulos en pesos, las alternativas más interesantes pasan por la deuda dólar linked, que si bien tuvo un ajuste en los últimos días, podría tener sentido de mediano plazo, y la deuda que ajusta por CER, siempre que no haya cambios en la dirección del INDEC que minen la confianza en las estadísticas, que en su parte media ofrece retornos ajustados por riesgo aceptables.
¿Qué pasa con el dólar financiero?
¿Se volverá a la paz cambiaria? Delphos Investment dice que el dólar financiero volvió a los niveles de inicio de marzo de este y el blue se calentó hasta niveles no vistos desde comienzos de año. "Lo primero a resaltar es que la baja de las cotizaciones a finales de marzo producto de vencimientos impositivos fue exagerada, volviendo el CCL con esta suba a recuperar el terreno perdido. Por otro lado, la inflación no se detiene y el dato de marzo fue un golpe que le hizo recordar al mercado que el peso puede perder valor más rápido que incluso las peores previsiones", enumera.
Por último, para la consultora, la falta de un plan definido y cuantificable en relación al costo fiscal, y por ende monetario, de la segunda ola genera una enorme incertidumbre sobre el valor futuro del peso, más aun considerando los antecedentes del 2020.
"No vemos que se vaya a repetir lo sucedido durante el año previo, tanto en el tamaño del paquete fiscal por la segunda ola como en el impacto sobre el valor del peso. El mismo obviamente perderá valor producto de la inflación y la segunda ola, pero no lo hará ni a la velocidad ni con la volatilidad del 2020. No vemos un crash del peso como en el 2020, aunque si va a continuar debilitándose hasta fin de año", resalta Delphos.