Cuál será la clave de un acuerdo con el FMI que resulte bueno para el país, según Santiago Abdala
En diálogo con iProfesional, Santiago Abdala, director de Portfolio Personal Inversiones, se refirió a las razones detrás de la baja del dólar financiero, la performance del mercado de deuda en pesos y el nivel del riesgo país, que cerró el viernes en 1.401 puntos. Además, argumentó en favor de cerrar cuanto antes un acuerdo con el FMI que incluya reformas económicas.
A continuación, su conversación con iProfesional.
-¿Qué está pasando con el dólar Bolsa, que se derrumbó?
-Nosotros vemos que, por un lado, hay una mayor demanda de dinero, de base monetaria, que es estacional. También vemos que hay una decisión o estrategia de contenerlo. De alguna manera está intervenido. Esa decisión de no dejar que aumente mucho la brecha se trata de implementar con emisiones de deuda en pesos, que vienen siendo relativamente exitosas y retiran pesos del mercado; también hay restricciones a la dolarización por vía financiera; y también hay intervenciones a través de la venta de bonos, como para contener al tipo de cambio.
Con todo eso vienen logrando el objetivo de que la brecha no se dispare. Y cuando se instala la expectativa de que la brecha no va a ser tan alta, también disminuye la demanda por cobertura.
-En las colocaciones de deuda en pesos, ¿qué instrumentos fueron más atractivos para los inversores?
-Los instrumentos que más éxito han tenido son los vinculados al CER. También hubo alguna colocación de Lepase y dieron mucho resultado los instrumentos dólar linked. El esfuerzo por normalizar la curva en pesos, después de aquel reperfilamiento de letras que había hecho el gobierno anterior viene siendo relativamente exitoso. Siempre hablo en términos relativos porque para decir que es totalmente exitoso se necesita que se consolide en el tiempo, es decir, que la curva de deuda en pesos se normalice durante meses o años sin estar expuesta a vaivenes económicos o políticos.
-El martes se hará un nuevo canje de bonos en pesos por títulos en dólares para los inversores extranjeros, ¿ayuda a descomprimir?
-Sí, es otra manera de restarle presión a los dólares financieros porque permite dolarizarse de una manera preestablecida. Se evita que haya inversores institucionales que vendan tenencias en pesos para dolarizarse a través de los dólares financieros.
-¿Coincidís con el Gobierno en que esos inversores extranjeros son los que impulsan la brecha?
-Me parece que lo que impulsa la brecha no es monocausal. Probablemente, este tipo de inversores mueven el mercado de los dólares financieros cuando se dolarizan pero no es el único elemento que puede explicar el fenómeno. Creo que también la incertidumbre económica y política ayuda mucho.
-El ministro de Economía fue dando algunas pequeñas señales de moderación fiscal, ¿alcanzan?
-Es un desafío que se tiene que verificar. El gran cambio es que se pasó de dar señales en la dirección opuesta hacia las señales de moderación fiscal. Por lo menos, da la pauta de que entienden por dónde viene el problema. Después habrá que ver si el país está dispuesto a hacer el esfuerzo para ir en una dirección u otra. El gran cambio es el tono.
El mercado está muy expectante y hay un nivel de incertidumbre, precisamente, hasta que se puedan ir consolidando las distintas medidas que vayan devolviendo algunos equilibrios en materia fiscal, cambiaria y de gasto público, entre otras. Pero siempre es mejor que las señales vayan en la dirección correcta.
-¿Cuándo sería óptimo cerrar con el FMI y bajo qué condiciones?
-Sería bueno cerrar con el FMI cuanto antes. No veo el beneficio de postergar un acuerdo. En cuanto al tipo de arreglo, va muy de la mano con el plan económico del país. Creo que debería ser un acuerdo que encuentre una consistencia en las reformas que eventualmente hiciera falta hacer, ya sea con fondos o con el aligeramiento de las exigencias.
El mejor acuerdo sería el que pudiera dejar contento al FMI al mismo tiempo que encuentre una consistencia en las políticas de Gobierno que se tomen en los próximos meses. Fondos frescos pero aislados, no sirven para nada. Y un plan que sea impracticable en la realidad, tampoco. La clave es la consistencia.
-¿Cuáles dirías que son hoy los principales desafíos de la economía de cara a 2021?
-El índice de pobreza es un desafío clave para la economía, por todos los problemas sistémicos que eso implica. Estructuralmente, el nivel de pobreza y los desequilibrios fiscales y monetarios. Me parece que el desequilibrio fiscal, con el nivel de pobreza, es un obstáculo. Además de la incertidumbre. Son variables que se combinan en un rompecabezas difícil de resolver.
-¿Qué balance harías del mercado en este 2020?
-La noticia que atravesó a los activos argentinos fue el tema de la reestructuración de la deuda soberana. Hubo mucha expectativa puesta en eso. El otro gran tema, como en todo el mundo, fue la pandemia que en Argentina generó una desaceleración del producto considerable. Los activos argentinos estuvieron atravesados por esas dos variables, si bien una se resolvió, la otra todavía está muy presente. No se explica la economía argentina sin esta situación.
-Se acordó con los acreedores pero el riesgo país sigue muy alto. ¿A qué se debe?
-Me parece que se esperaba un poco de equilibrio fiscal o un compromiso más explícito por parte del Gobierno acerca del proyecto de economía. Al no haber sido tan claros en ese aspecto, el desequilibrio fiscal, los distintos desajustes de la economía y la baja de los niveles de reservas hacen que no haya un horizonte previsible acerca de un sendero sostenible de recuperación de la economía.
Quizá se da un brote en la construcción o en el consumo pero, más allá de que se despejó el horizonte financiero por algunos años, no se ve un patrón de modelo económico que permita prever una Argentina para los próximos 3 a 4 años. Creo que el mercado está esperando que se den algunas reformas de fondo, que, en la medida que no lleguen, va a ser difícil ver que haya una apuesta mayor hacia los activos emergentes.
-¿El clima internacional igualmente ayuda a los emergentes?
-Sí, ayuda mucho. Tenemos los precios de los commodities más altos que años atrás. La tasa de interés está cerca a 0% en Estados Unidos, lo que marca el costo de refinanciación. El clima internacional está abierto a los activos de riesgo, dentro de los cuales entra Argentina.
-¿Qué perspectivas tenés de cara al primer trimestre de 2021?
-Me parece que podemos llegar a tener un cierto rebote en lo económico, sobre todo desde los niveles que estamos. En parte por una mayor circulación y por la eventual llegada de la vacuna, que debería contener una segunda o tercera ola. Deberíamos encontrar un escenario más favorable para los activos argentinos, siempre que se mantenga el buen clima internacional.
-¿La emisión monetaria es un tema a seguir en los próximos meses?
-Sin dudas. El desequilibrio monetario y fiscal, la inflación, los ajustes tarifarios… Son todos temas a mirar. En general, creemos que puede haber un escenario más favorable en comparación con lo que han sido los últimos meses, con muy baja actividad económica. Pero se dio a entender que habría una emisión más contenida y eso debería sostenerse si se ve un acuerdo con el FMI que probablemente no incluiría gran emisión monetaria. Podría haber alguna financiación por los instrumentos en pesos que se vayan colocando y algún eventual ajuste del tipo de cambio, como se está haciendo.
Es difícil pensar en que vaya a haber una devaluación brusca viendo cómo se están comportando respecto del resto de las variables.