Cuattromo, presidente del Banco Provincia: "Hoy el eje es dar crédito para sostener las fuentes de trabajo"
El economista y titular del Banco de la Provincia de Buenos Aires, Juan Cuattromo, dialogó con iProfesional sobre la desafiante realidad que enfrenta la economía argentina que requiere acompañamiento desde el sector financiero.
Un repaso por la impronta productivista que quiere darle a su gestión, que cobra mayor relevancia en la crisis actual. "Si prestamos al 70%, no hay actividad productiva que se pueda realizar", afirmó.
Tras la suspensión de los créditos UVA, los préstamos a las familias deberán esperar a que termina la pandemia y se estabilice la situación macroeconómica.
-¿Cuál es el rol de la banca pública en este momento?
-El Gobernador había sido muy claro en la campaña acerca de que esperaba un rol activo y protagónico del Banco impulsando el desarrollo productivo provincial con todos los sectores. Nosotros empezamos a trabajar con esa agenda. Ni bien asumimos, lanzamos un programa de reactivación pyme, en el que el banco tenía las 4 líneas RePyme, que atendían a distintas necesidades. Y después, por supuesto, vino la pandemia. Creemos que lo importante es sostener el mismo lineamiento estratégico con el que encaramos la gestión. Intentamos poner el énfasis en toda la batería de medidas que desarrolló el Gobierno Nacional y, donde podemos, completar con nuestras alternativas para sostener el capital de trabajo y que las empresas puedan mantener las persianas abiertas.
-¿Cómo encontraron patrimonialmente al banco?
-El banco tenía prioridades distintas a las que creemos que tiene que tener un banco público. Era un banco desconectado de su rol como banco de desarrollo, muy volcado a la generación de resultados a través de la especulación financiera y la inversión en Leliq. Nuestro desafío era rearticular la relación con los sectores productivos. Para eso promovemos el diálogo institucional y relanzamos los Consejos Consultivos regionales con la idea de estar en contacto con todos los actores de la Provincia.
-La cadena de pagos ha sufrido mucho. ¿Cómo está hoy el rechazo de cheques?
-En abril hubo un incremento sensible en el nivel de rechazo de cheques. Probablemente por la cuarentena y por cómo impactó en las previsiones de caja de las empresas. Ahora bajó a niveles históricos, no tenemos un nivel particularmente alto.
-¿Y la mora en general?
-La gestión de mora está impactada por las normativas del Banco Central (BCRA). Nosotros vamos siguiendo tanto el ratio que se muestra como el que sería si no estuviera vigente la normativa. No encontramos todavía incrementos en la morosidad particularmente elevados pero es algo que hay que ir monitoreando permanentemente.
-¿Cómo está la cartera UVA? ¿Se tomó alguna decisión para aliviar a los deudores?
-La irregularidad de los créditos UVA no es alta pero eso no quiere decir que no sea problemático para el tomador de crédito. La gente antes de dejar de pagar la vivienda redirecciona otros gastos. Hemos aplicado todas las medidas que determinó el BCRA y el Gobierno Nacional, que impactan en el balance del banco, que es el que pone los recursos. Estamos monitoreando permanentemente la situación de mora y también cómo evolucionan las cuotas con respecto a los ingresos. Es lo mismo que intentamos hacer en todos los créditos, ya sean productivos o UVA, para evitar el ahogo financiero. Siempre teniendo en cuenta que administramos recursos públicos y que tenemos que ser muy prudentes en su uso porque debemos mantener el patrimonio del banco que es de todos y todas los y las bonaerenses.
-¿Cómo está la rentabilidad del banco?
-El Banco mantiene un resultado positivo pero claramente en una realidad más exigente que en años anteriores. El año pasado los balances no reflejaban el ajuste por inflación y este año sí, por lo tanto, ahí hay un diferencial claro. También cambió la forma de previsionar las pérdidas, ya que pasamos a un modelo de pérdida esperada que, en una coyuntura difícil, incrementa el nivel de previsionamiento. Entendemos que estas herramientas buscan darle más robustez al sistema financiero pero se reflejan en el resultado. Va a ser un año, en general para el sistema financiero y para el Banco en particular, atravesado por la situación macroeconómica y global que implica la pandemia. Pero entendemos que, con el acompañamiento de la Provincia, no vamos a registrar un mal resultado.
-¿Cómo se está dando la concurrencia a las sucursales? ¿Hay filas?
-Las sucursales tienen mucho flujo de personas. Hoy estamos administrando esa demanda intentando cumplir todos los protocolos de atención sanitaria para cuidar a nuestros clientes y a los trabajadores y trabajadoras. Eso implica un sistema de turnos que, a veces, es cierto que no alcanzan para atender la demanda que tiene el banco. También intentamos sostener la carga en los 1.800 cajeros que tiene el Banco en la Provincia, desplegamos todos los cajeros móviles para maximizar la atención y seguimos inaugurando cabinas con cajeros. Intentamos ofrecer todos los servicios disponibles para reducir la carga operativa sabiendo que, a veces, la demanda supera a lo que uno puede ofrecer.
-¿El lanzamiento de Cuenta DNI ayudó a descomprimir?
-Cuenta DNI es una respuesta que promovemos para darle una salida a esa situación. Ya tenemos más de 1.800.000 cuentas activas. Eso nos permitió atender el pago del IFE pero también incorporamos clientes nuevos. Hay un cambio en el perfil etáreo. Claramente el mayor impacto está en jóvenes de entre 20 y 30 años. Estamos llevando al Banco porque les permite acceder a todos los servicios que ofrecemos, no es sólo una billetera sino una caja de ahorro en el sistema formal.
-¿Cuándo se puede llegar a recuperar el crédito a las familias?
-Para poder establecer cómo darle un precio a los créditos es importante que primero se vaya definiendo la salida de la pandemia, cuando todavía estamos en el pico de contagios y hay que ser muy responsables. Hoy, el eje, y así lo estamos trabajando desde el banco, con la Nación y los municipios, es maximizar las herramientas para sostener las fuentes de trabajo. Básicamente, es lo que nos va a dar la plataforma para después desarrollar los instrumentos es sostener los niveles de empleo.
-¿Cómo ve la negociación con los acreedores?
-Creo que la postura del Ministro Guzmán es clara y consistente con lo que el Gobierno y él mismo han planteado desde el primer momento: la búsqueda de un acuerdo sostenible, pagable y que permita al Estado argentino desarrollar las políticas públicas que necesitamos. Esto era un planteo que estaba desde antes y que se agudiza con la pandemia. La oferta de Argentina, con un perfil de vencimientos razonable y bien estructurado, busca alcanzar esos objetivos. Claramente, como también lo planteó Guzmán, los acreedores tienen que tomar en cuenta el riesgo que asumieron cuando tomaron deuda del gobierno argentino al 7% mientras el mundo estaba pagando tasas de 1% o 2%. Y en la magnitud y los plazos que lo hicieron. Ellos sabían y veían el nivel de endeudamiento que estaba asumiendo Argentina. En el caso de la Provincia, compraron deuda en dólares de un gobierno que ni siquiera tiene ingresos atados a la cotización de la divisa. Me parece que el planteo del gobierno nacional y el provincial es absolutamente consistente en el sentido de buscar un acuerdo que se pueda pagar.
-Hoy los pasivos remunerados del BCRA superan a la base monetaria, ¿se puede hacer un desarme que no sea tan traumático como el de las Lebac en 2018?
-El BCRA de ese momento estaba sumando pasivos en un contexto de absoluta liberación del mercado de cambios contra acumulación de reservas. El riesgo era, básicamente, que estaba expuesto a una corrida que podía muy rápidamente revertir ese escenario. Hoy el escenario es diferente, justamente por las propias consecuencias que tuvo ese modelo y que llevó a la propia administración anterior a poner las restricciones con las cuales hoy operamos. El desarme o no es una definición que tomarán las autoridades del BCRA pero si se da en un contexto en el que la economía empieza a recuperar crecimiento y los bancos podemos ir desarrollando herramientas de crédito que permitan alargar el horizonte, se puede hacer un desarme que no sea costoso en términos de estabilidad.