Finanzas personales: ¿qué pasa si ya no puedo pagar la tarjeta de crédito?
Las tarjetas de crédito pueden ofrecer grandes ventajas de financiamiento, pero su uso imprudente puede ponernos en aprietos financieros.
En el delicado escenario económico actual, el pago con tarjeta de crédito viene creciendo constantemente para consumos tan básicos como los del supermercado, algo que contribuye a engrosar el monto del resumen a fin de mes.
En este marco es que los pagos de la tarjeta de crédito pueden llegar a retrasarse y la deuda puede volverse eventualmente inmanejable.
¿Qué conviene hacer entonces si la deuda con la tarjeta se desboca y no podemos hacer frente a esa deuda? A continuación te contamos qué es lo que tenés que tener en cuenta.
La morosidad de no pagar la tarjeta de crédito puede traer repercusiones a largo plazo ya que, además de la inhabilitación de la misma, comienza el devengo de intereses. Esto quiere decir que cuanto más tiempo tardes en pagar la deuda, aumentarán los intereses, por lo que el monto final irá incrementándose cada vez más.
Si la deuda en cuestión dura demasiado tiempo, entonces la entidad bancaria puede recurrir a la justicia y en caso de que la situación no se solucione, eventualmente podría llegar un embargo.
Esta experiencia, que a nadie le gustaría atravesar, puede evitarse de distintas maneras.
Cuarentena, cuotas y financiamiento
Una posibilidad es financiar la deuda saldando solo el pago mínimo. Se trata de una acción que puede dar cierto alivio en lo inmediato, pero hay que tener en cuenta que si se recurre a esta alternativa constantemente se puede incurrir en un aprieto financiero.
En este marco cabe aclarar que, en medio de la cuarentena, los vencimientos de las tarjetas de crédito a partir de mayo no se postergarán. Es decir que no sucederá lo mismo que en marzo y abril, cuando el Banco Central le impuso un plan a los bancos para que le ofrecieran a los clientes financiar en cuotas el saldo del mes pasado.
Desde la entidad conducida por Miguel Pesce indicaron, sin embargo, que sí se mantendrá el tope de la tasa que se puede aplicar para financiar el saldo de los plásticos, que es de 43%.
Los que dejaron de pagar el total de la tarjeta de crédito en abril pudieron entrar al plan para saldar esa cuenta en cuotas. El plan daba tres meses de gracia y luego -a partir de agosto- se empezaba a cancelar en 9 cuotas fijas mensuales iguales. Aunque la tasa nominal anual era de 43%, el costo financiero total era de alrededor del 70% por año. La financiación fue automática: quien no pagaba el total de la cuenta entraba directamente en este programa.
Pero esa ayuda fue por única vez. El Banco Central decidió cortar el programa a pesar de que a medida que avanzó la cuarentena los ingresos de los monotributistas y autónomos que no pudieron trabajar fueron mermando y que a partir de mayo en muchos sectores se aplicaron suspensiones a los empleados, con reducción de salarios.
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Además, el crédito a tasa cero al que pueden acceder los monotributistas y autónomos, por ejemplo, tienen un tope de $ 50.000 mensuales, o sea que a muchos probablemente les toque menos. Esos préstamos son por tres meses y se acreditan, justamente, en la tarjeta de crédito.
Ahora, si en mayo se paga el mínimo, el saldo se irá acumulando a una tasa del 43%, como sucedía antes.
Es por eso que, en general, si ves que no podés afrontar el pago de tu próximo resumen, la principal alternativa que recomiendan los analistas es pedir un préstamo, comparando el CFT (ver debajo) y plazos con respecto al financiamiento que ofrece el plástico.
Puntualmente los préstamos personales bancarios tienen una menor tasa que las tarjetas de crédito.
Para aquellos que están endeudados con una tarjeta no bancarizada una opción pueden ser los préstamos fintech, en los cuales a veces también se puede acceder a una tasa menor al CFT que cobra la tarjeta de crédito.
Asimismo, a la hora de pedir un crédito, sostienen los analistas, la clave es hacerlo antes de caer en incumplimientos con la tarjeta, ya que cuanto mayor sea el atraso más intereses deberemos afrontar.
En ese sentido cabe resaltar que es importante evitar acumular atrasos porque el buen comportamiento es la "carta de presentación" para recibir cualquier crédito.
El problema viene, precisamente, cuando alguien acumula atrasos en los pagos y el riesgo de impago es muy alto, por eso es muy difícil conseguir financiamiento o se lo obtendrá a tasas muy altas.
También es difícil recurrir al crédito cuando el pago mínimo a saldar es muy elevado con respecto a los sueldos. Por ejemplo, pocas entidades estarán dispuestas a prestarle a alguien que tiene un mínimo de $35.000 y su ingreso es de $40.000.
Entonces, si se presentan estos de casos de atrasos graves, las opciones se achican. Una alternativa, aunque parezca obvia, es tratar de reorganizar drásticamente las finanzas para cancelar la deuda con ahorros propios. Un segundo camino es intentar renegociar con el acreedor pero este caso no es tan simple ya que tal tipo de acuerdo depende, entre otras cosas, de la política crediticia del banco y del estado de su cartera de mora.
Otras financiaciones alternativas, que dependen de la situación del deudor, pueden ser los adelantos de sueldo o vender dólares ahorrados (ahora que el tipo de cambio ha subido).
Opciones no recomendables para pagar la tarjeta
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Como dijimos, no es recomendable cubrir la deuda con la tarjeta refinanciándose con el propio plástico ya que, del monto total a pagar, un 5% entra en el pago mínimo y el 95% restante se refinancia con un alto CFT.
De hecho, desde el sector de las fintech aseguran que el negocio de las tarjetas es precisamente ganar con los pagos mínimos.
Otra opción que los analistas descartan es usar el descubierto, cuyas tasas son mucho más altas que en las tarjetas de crédito.
Además, tanto las tarjetas como el descubierto suelen tener tasas variables y pueden cortar la fuente de financiamiento en cualquier momento.
Cómo ordenar las finanzas familiares
Más allá de resolver una eventual asfixia financiera en el presente, darnos un momento para reflexionar sobre las causas del endeudamiento nos dotará de conocimiento para no incurrir en los mismos errores y caer constantemente en la desesperación.
Entonces, si sos de esas personas que no saben cómo administrarse y equilibrar adecuadamente los gastos y deudas, podés guiarte por el siguiente esquema:
- Hacé un presupuesto de todos tus gastos mensuales
- El 70% de ese presupuesto debe contener los gastos esenciales de tu familia (alquiler, colegio, salud, etc.)
- El 30% restante lo podés destinar a pagar deudas, ahorrar y entretenimiento
Consejos para ordenar tus finanzas
Otras ideas que te ayudarán a estabilizar tu situación financiera y evitar sobresaltos:
- Tener un fondo de emergencia equivalente a 6 meses del sueldo ante cualquier eventualidad
- Como explicamos, se puede afrontar una deuda tomando otro crédito, pero este recurso debe ser una excepción ya que incurriremos en muchos egresos en intereses
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- Analizar los resúmenes nos brindará un detalle en qué se está gastando, cuánto se debe y a qué tasas
- Tener en cuenta que si estamos endeudados, no podemos mantener el mismo estilo de vida y es necesario proyectar un plan de austeridad
- Contabilizar y recortar los "gastos hormiga" (viajes en taxi, compras de snacks y bebidas en la vía pública, etc.)
- Eliminar o restringir los instrumentos de financiación inmediata, como las propias tarjetas de crédito
- Llevar una contabilidad de los gastos en cuotas para tener presente la noción del tiempo que lleva pagar determinado producto
Claves para el uso de la tarjeta de crédito
Hay errores comunes que se suelen presentar en aquellas personas que caen periódicamente en el endeudamiento con la tarjeta de crédito. La buena noticia es que, si sos de este tipo de usuarios, podés revertir la situación de ahora en adelante.
En primer lugar, y tal vez una de las razones más importantes, es que existe una tendencia a "reventar" la tarjeta de crédito porque se cree que no se trata de montos elevados (sobre todo cuando aparecen las famosas cuotas sin interés) y de que se está consiguiendo "dinero fácil".
Otro error muy habitual es no saber cómo funciona una tarjeta de crédito, y aquí aparece un concepto clave: CFT.
La tasa de interés anual (TNA) que aparece en el financiamiento de las tarjetas de crédito constituye solo una parte de lo que hay que devolverle a la entidad emisora; lo que debe ver el interesado es el costo financiero total (CFT), el cual incluye, además de la tasa de interés, todos los gastos en los que se incurre cuando se toma una deuda, que van desde impuestos hasta seguros, pasando también por los costos administrativos y otros recargos.
Si no tenés tarjeta de crédito y estás pensando en solicitar una, en este artículo de iProfesional podrás ver cuáles son las tarjetas de crédito con interés más bajo.
En tercer lugar, si te cuesta equilibrar bien tus gastos y deudas, es mejor que no uses, en la medida de lo posible, más de una tarjeta de crédito ya que se te puede escapar el control sobre los egresos.
Eventualmente, si decidís tener dos tarjetas, es mejor ordenarte y designar una para los gastos diarios (supermercado, nafta, etc.) y otra para montos mayores o emergencias.