• 22/12/2024

Esperando a Caputo: el dólar cripto opera con leve alza, mientras Milei da señales de gradualismo cambiario

Hay expectativa por el plan del ministro, aunque se descuenta que no habrá una salida del cepo ni devaluación brusca. El dólar cripto subió en la previa
11/12/2023 - 07:00hs
Esperando a Caputo: el dólar cripto opera con leve alza, mientras Milei da señales de gradualismo cambiario

Primera señal del mercado: una leve suba del dólar paralelo en el mercado cripto, que tras el discurso inaugural de Javier Milei quedó en $1.040, lo cual da una pista de cuál podría ser el valor que vaya a buscar el blue en la primera jornada hábil del nuevo gobierno. Toda la atención, naturalmente, está puesta en la asunción en su cargo del ministro de economía, Luis Caputo, de quien se esperaba que diera una conferencia de prensa antes de la apertura del mercado pero que -por lo que dejó entrever el nuevo vocero presidencial, Manuel Adorni- todavía no logró organizarse como para hacer los nuevos anuncios.

El hecho de que pueda darse una jornada financiera sin que hayan mediado anuncios de medidas oficiales alienta la incertidumbre del mercado, que hasta ahora ha venido reaccionando a los rumores y versiones que se deslizaron desde consultoras y medios periodísticos.

Ni salida del cepo ni devaluación: el "plan Caputo" se pone en marcha

En principio, se da por descontado que el cepo cambiario seguirá rigiendo en el inicio del gobierno y que, gradualmente, se irán anunciando desregulaciones para hacer más fluida la operatoria en el segmento del "contado con liqui" y el "dólar MEP", que actualmente cuentan con restricciones impuestas para achicar el volumen de la demanda.

También se da por asumido que habrá un ajuste en el dólar oficial que regirá las exportaciones e importaciones. El valor de $650 ha sido señalado como el valor probable para esta primera etapa, dado que equivale al actual tipo de cambio efectivo para el régimen de incentivo exportador.

Es un punto polémico, dado que economistas cercanos al espacio político del propio Milei han argumentado en favor de una unificación cambiaria rápida, o al menos con una devaluación más drástica, de manera que no corra el riesgo de verse rápidamente erosionado por la inflación. El argumento es que si el dólar oficial de arranque fuera percibido por los productores agropecuarios como un primer paso antes de un segundo salto devaluatorio para después del verano, entonces no tendrían incentivo para exportar sus stocks, que seguirían retenidos en los silobolsas.

Sin embargo, las primeras señales que dio el gobierno de Milei fueron en el sentido de una política cambiaria gradualista, mientras que el shock quedaría reservado sólo para el plano fiscal.

Hay fuerte expectativa por los primeros anuncios de Luis Caputo, pero el ministro podría demorar más de lo previsto
Hay fuerte expectativa por los primeros anuncios de Luis Caputo, pero el ministro podría demorar más de lo previsto.

Los desincentivos de Caputo para devaluar

Ya Caputo había dado señales fuertes en el sentido de que la idea de la flotación cambiaria le resulta peligrosa. Un informe de su consultora señala que esa situación fue lo que en 2018 terminó complicando la gestión de Mauricio Macri, incluso cuando estaba dando señales de austeridad fiscal.

Y, por lo que se ha dejado entrever, Milei decidió que no es momento para una liberación cambiaria, porque teme que los pasivos del Central -las Leliqs y los pases pasivos, que suman $24 billones- puedan convertirse en una bomba inflacionaria. En contra de la opinión de economistas que lo habían acompañado en la campaña, que minimizan la gravedad de este problema y le sugieren que baje las tasas de interés para generar un efecto de licuación, Milei quiere una "solución de mercado" en la que Caputo buscará un canje de bonos con vencimiento a mediano plazo.

No es el único motivo por el cual el nuevo gobierno quiere evitar un shock cambiario en su arranque: también existe el temor por el impacto que podría tener una suba del dólar sobre la deuda en pesos que tiene cláusula de indexación. En las últimas semanas explotó la demanda de "seguros de devaluación", en particular las polémicas Lediv emitidas por el BCRA, cuyo volumen se agrandó hasta los u$s5.100 millones. Además, hay un monto grande de bonos duales y dólar linked, que se estima en u$s22.700 millones sin contar las tenencias intraestatales.

Lo que trascendió en el mercado es que Caputo quiere evitar a toda costa el costo que tendría una devaluación alta, porque supondría pagarle un alto premio a los que buscaron esta cobertura. El impacto podría ser fuerte en términos de financiamiento fiscal: los economistas calculan que podría superar el 100% de la base monetaria actual, que ronda los $9 billones.

Pero, sobre todo, está el temor a que una flotación cambiaria dispare una inflación imposible de controlar. Los economistas vienen advirtiendo que, aunque en las últimas semanas los aumentos en el rubro alimentos ya viajan a una velocidad del 7% semanal, todavía no reflejan el ajuste cambiario que correspondería a un dólar de $650 -que es el actual tipo de cambio del régimen de estímulo exportador, y que se descuenta que será, como mínimo, el dólar de arranque de la nueva gestión-.

En las entrelíneas del discurso de Javier Milei se esbozó que no habrá una devaluación brusca en el arranque de la gestión
En las entrelíneas del discurso de Javier Milei se esbozó que no habrá una devaluación brusca en el arranque de la gestión.

Las entrelíneas del discurso de Milei

El riesgo de hiperinflación fue, de hecho, el centro del mensaje de Milei en el día de su asunción. Al referirse a antecedentes históricos de crisis inflacionarias, dio a entender que no cometerá los errores que llevaron a una espiralización de precios imposible de controlar.

Más concretamente, que no convalidará una mega devaluación -que fue lo que se hizo en el "Rodrigazo" de 1975- ni dejará flotar el tipo de cambio, como ocurrió en los meses finales del gobierno de Raúl Alfonsín que derivaron en la hiperinflación de 1989.

Milei definió al cepo como "una pesadilla social y productiva", que había generado un sobrante de dinero que duplica a la previa del Rodrigazo. También remarcó que los pasivos del Banco Central -el llamado déficit cuasifiscal, que él estima en 10 puntos del PBI- es peor que la de 1989-.

Fue un momento de su exposición en la que el Presidente hizo cuestión de abundar en cifras, como forma de alertar sobre el riesgo inflacionario en que se encuentra la economía. Recordó que luego del Rodrigazo la inflación se multiplicó por seis, e insinuó que evitaría un ajuste del mismo tipo, dado que si se repitiera esa experiencia, ahora la inflación tiene un potencial para multiplicarse por 12.

El Rodrigazo una mega corrección del tipo de cambio, que subió un 160%, y un aumento generalizado de tarifas y precios regulados como el de combustibles, con alzas de entre 70% y 180%.

La inflación de alimentos ya está viajando a una velocidad semanal de 7%
La inflación de alimentos ya está viajando a una velocidad semanal de 7% y Milei fijó su primer objetivo en evitar una híper.

Y, al comparar la situación actual del Banco Central con la que existía en 1989, advirtió que si se siguiera el mismo camino se podría cuadruplicar en poco tiempo la cantidad de dinero, con lo cual la inflación tendría potencial para dispararse hasta un nivel de 15.000% anual. En 1989, al quedarse sin reservas para seguir pulseando con el mercado, la dirección del BCRA de aquel entonces decidió liberar al tipo de cambio, lo cual disparó la espiral inflacionaria.

En definitiva, lo que Milei dejó implícito en su primer discurso es que evitará un salto cambiario violento como el de 1975 y que también queda descartada una flotación del tipo de cambio como la de 1989.

Al calificar la situación económica como la más grave que había recibido un gobierno, marcó una diferencia respecto de la estrategia que en 2015 había adoptado Macri, que sí optó por una inmediata flotación cambiaria. Milei descarta esa posibilidad, pero en cambio se focalizará en un camino de shock en lo fiscal, a diferencia del gradualismo que caracterizó a la gestión macrista.